'Alfonso XIII fue un rey liberal, pero no democr¨¢tico'
Alfonso XIII, del que el pr¨®ximo a?o se cumple un siglo de su llegada al trono, es una de las figuras de la historia reciente de Espa?a en cuya trayectoria y personalidad menos se ha profundizado. Al hilo de esta efem¨¦ride, Javier Tusell, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia, y Genoveva G. Queipo de Llano, profesora titular de la misma especialidad, publican en Taurus una ambiciosa biograf¨ªa de m¨¢s de setecientas p¨¢ginas -Alfonso XIII, el rey pol¨¦mico- en la que, por primera vez, afloran aspectos desconocidos del rey que precedi¨® a la II Rep¨²blica y a la guerra civil.
Alfonso XIII es para los autores un rey que, con frecuencia superado por los acontecimientos, desarrolla una monarqu¨ªa liberal en una sociedad predemocr¨¢tica y que arrastra una mala fama hist¨®rica que se prolonga desde el final de su reinado hasta nuestros d¨ªas.
'No se puede culpar al monarca de que Espa?a no alcanzara la democracia'
'Es una mala fama', declara Tusell, 'que se explica por la propia trayectoria del rey. Fue un monarca derrocado y demasiado liberal para los franquistas. Desde una ¨®ptica actual, la suya no fue una monarqu¨ªa democr¨¢tica, aunque s¨ª lo fue liberal o, por lo menos, relativamente liberal'.
Es un rey liberal y no democr¨¢tico, a?ade, 'en primer lugar porque la sociedad espa?ola de su ¨¦poca era una sociedad predemocr¨¢tica. Las elecciones no representaban la soberan¨ªa popular porque los Gobiernos hac¨ªan trampa, y en eso no ten¨ªa que ver el rey. Adem¨¢s, la Constituci¨®n espa?ola tampoco era democr¨¢tica; el rey ten¨ªa un papel en relaci¨®n con el Ej¨¦rcito y con la pol¨ªtica exterior del pa¨ªs muy superior al que se considerar¨ªa normal en un pa¨ªs democr¨¢tico'.
Javier Tusell asegura que la idea que se tiene de Alfonso XIII como un monarca poco respetuoso con el parlamentarismo no es cierta: 'Aunque a lo largo de su reinado no hay una uniformidad en este sentido, la idea que se tiene de ¨¦l de un monarca enfrentado con el parlamentarismo no es exacta. Incluso la mejor etapa de su reinado es el periodo que va desde 1910 a 1914, en el que est¨¢ m¨¢s vinculado con la izquierda de su ¨¦poca y tiene el apoyo de intelectuales como Ortega. Cuando Alfonso XIII marcha al exilio en abril de 1931 no cuenta ni con el apoyo de los mon¨¢rquicos de extrema derecha, que lo consideran demasiado liberal y que le piden que abdique en su hijo Juan, que, en esos momentos, s¨ª representa mucho m¨¢s lo que puede ser una monarqu¨ªa autoritaria'.
El rey, sostiene Tusell, no da el golpe de Estado que en septiembre de 1923 trae la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, sino que acepta una pol¨ªtica de hechos consumados y no hace ning¨²n esfuerzo por reconducir la situaci¨®n. 'Cuando se produce el golpe de Estado, los opositores a la dictadura en Espa?a son poqu¨ªsimos. No es opositor ni el Partido Socialista, y cuando la dictadura cae, en 1930, don Alfonso no lucha por mantenerla; pone en marcha un cierto liberalismo que ya est¨¢ anclado en el pasado y que no responde a las expectativas de la sociedad espa?ola'.
Desde esta perspectiva, Javier Tusell insiste, y ¨¦ste es uno de los argumentos centrales de la obra, en que es una simplificaci¨®n hist¨®rica decir que si Espa?a no alcanz¨® la democracia durante su reinado fue por culpa de Alfonso XIII.
La trayectoria pol¨ªtica del rey estuvo fuertemente condicionada por la guerra de Marruecos y, dentro de ella, por el desastre de Annual, en 1921, del que se hizo responsable al monarca. Tusell ha podido documentar en su libro que Alfonso XIII estuvo completamente al margen de la preparaci¨®n de las operaciones militares, pero que s¨ª ten¨ªa una estrecha relaci¨®n con los mandos militares, y en especial con el general Fern¨¢ndez Silvestre: 'Alfonso XIII, que era un militar vocacional, est¨¢ muy implicado en todo lo que es la vida del Ej¨¦rcito, y de hecho interviene mucho en la pol¨ªtica de ascensos. Eso va a tener unas consecuencias mal¨ªsimas para ¨¦l, porque cada error que cometa el Ej¨¦rcito se le va a achacar a ¨¦l. Adem¨¢s, el Gobierno cre¨ªa, poco antes de Annual, que la guerra de Marruecos estaba acab¨¢ndose'.
El reinado de Alfonso XIII, se?ala Tusell, tiene muchos errores pero tambi¨¦n algunos aciertos. 'En la pol¨ªtica interna', afirma el historiador , 'muchos de los dirigentes de la ¨¦poca se equivocaron mucho m¨¢s que el rey. El propio Maura se equivoc¨® m¨¢s que ¨¦l. Don Alfonso tuvo un gran acierto al comienzo de su reinado, que fue contar con Jos¨¦ Canalejas, que le dur¨® muy poco, y un gran error, que fue el general Primo de Rivera, que le dur¨® mucho'.
?El rey ten¨ªa claro cu¨¢l era el rumbo que deb¨ªa tomar Espa?a para su modernizaci¨®n? 'Alfonso XIII, en un s¨ªmil que se ha utilizado alguna vez, era un piloto sin br¨²jula. A un rey democr¨¢tico el rumbo se lo dan las elecciones, y ¨¦l no ten¨ªa esa br¨²jula porque las elecciones no reflejaban la realidad del pa¨ªs. ?l ten¨ªa un claro deseo de modernizar el pa¨ªs, pero no ten¨ªa una idea muy clara de c¨®mo hacerlo, al igual que la mayor¨ªa de los pol¨ªticos de su ¨¦poca'.
A juicio de Tusell, su proyecci¨®n en la sociedad espa?ola estuvo tambi¨¦n condicionada por algunos rasgos de su personalidad, como una excesiva tendencia a la frivolidad: 'Muchas veces fue muy fr¨ªvolo, como cuando apareci¨® divirti¨¦ndose poco despu¨¦s del desastre de Annual, y adem¨¢s era bastante bocazas, por emplear un t¨¦rmino coloquial. Se le ve con buenas intenciones, pero con frecuencia mal dirigidas'.
La renuncia al trono en abril de 1931, dice el autor de la biograf¨ªa del rey, fue inevitable, pero fue un gesto muy acertado: 'Alfonso XIII fue m¨¢s consciente de que era lo mejor que se pod¨ªa hacer en ese momento por Espa?a que algunos de los pol¨ªticos que lo aconsejaban'.
Babelia
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