Declaraci¨®n de guerra
Israel ha replicado a la ola de atentados suicidas, que el pasado fin de semana se cobr¨® la vida de 30 personas, bombardeando el cuartel general y el helipuerto de Arafat en la ciudad de Gaza y la central de polic¨ªa palestina de Yen¨ªn. Como si las armas no hablaran por s¨ª solas, el propio Sharon se?al¨® a Arafat como el responsable de todo lo que est¨¢ ocurriendo y el impulsor de la 'guerra del terrorismo'. Si Arafat no acaba con el terrorismo palestino, Israel se encargar¨¢, a?adi¨® un Sharon que ya no considera a Arafat como un interlocutor v¨¢lido, si es que alguna vez lo consider¨®. La parte palestina vio en estas palabras una declaraci¨®n de guerra.
La represalia de Israel no ha sido mesurada, sino brutal y con medios de guerra: aviones, helic¨®pteros, blindados. Israel cree gozar de una mayor legitimidad en su pol¨ªtica de represalias tras el 11-S y la guerra de Afganist¨¢n. El odio est¨¢ alimentando una espiral de violencia y sangre entre palestinos e israel¨ªes, y esa atm¨®sfera contribuye al cultivo del terrorismo suicida. Tras 10 a?os de proceso de paz que han acabado en frustraci¨®n, la falta de esperanzas mantiene viva desde hace m¨¢s de un a?o la llama de la segunda Intifada.
De poco ha valido que el presidente palestino ordenara detener tard¨ªamente a un centenar de activistas.Arafat no controla la violencia palestina porque no quiere -ante el riesgo de verse deslegitimado entre los suyos- y porque no puede, dado el crecimiento de grupos como Ham¨¢s, el movimiento de resistencia isl¨¢mica que, a pesar del asesinato por Israel de varios de sus dirigentes en los ¨²ltimos meses, ha demostrado una gran capacidad de hacer da?o.
Tras meses de alejamiento de Oriente Pr¨®ximo, la Administraci¨®n de Bush ha activado a resultas del 11 de septiembre una misi¨®n para intentar forzar, si no una paz que hoy por hoy parece imposible, al menos un alto el fuego. Pero Estados Unidos s¨®lo tendr¨ªa capacidad para presionar eficazmente a ambas partes si no hubiera tomado partido, y Bush lo ha tomado: ha recibido a Sharon en Washington, despu¨¦s de haberse negado a hablar con Arafat en la sede de la ONU en Nueva York. Europa no tiene una pol¨ªtica clara, m¨¢s all¨¢ de las buenas intenciones. Y Sharon desea la ca¨ªda de Arafat aunque sus eventuales sucesores puedan crear a¨²n mayor inseguridad para Israel. Con Arafat y Sharon irreconciliables, la situaci¨®n parece fuera de control. Pron¨®stico: m¨¢s inestabilidad en toda la regi¨®n y gravedad extrema en el conflicto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.