Un concierto a medida
Minuto de silencio para comenzar la celebraci¨®n de los millones de minutos transcurridos durante un a?o de actividad. Era en la sala Razzmatazz de Barcelona, el silencio lo solicit¨® Jarvis Cocker y el homenajeado no era otro que George Harrison, cuya figura, como la de todos los difuntos, se alarga con el ¨®bito. Respetuoso, incluso quiz¨¢s convencido de lo justo y adecuado del homenaje, el p¨²blico secund¨® la idea del l¨ªder de Pulp, permitiendo una escena in¨¦dita en toda la historia de la sala: lleno total y silencio riguroso al mismo tiempo. La noche comenzaba pues con sabor.
Y acab¨® tambi¨¦n con sabor. La ¨²ltima pieza del concierto, una pieza que como dijo Jarvis hac¨ªa a?os que no interpretaban, fue precisamente Razzmatazz, un verdadero temazo. Cuando el p¨²blico tarareaba el estribillo recibi¨® una lluvia de globos color perla sobre la cabeza que puso punto final a un concierto que tuvo un mucho de autoafirmaci¨®n de una sala que se permiti¨® el lujo de celebrar con Pulp su aniversario. Inicio en silencio y final con bullicio.
Pulp
Razzmatazz. Barcelona, 3 de diciembre.
Por en medio, no menos de 17 piezas para dejar claro que Pulp es algo m¨¢s que un grupo de moda, si es que alguna vez lo fue, que no. Fiel a su propia imagen y personalidad, Jarvis Cocker sali¨® vestido con un pantal¨®n marr¨®n planchado con raya y una horrorosa camisa de cuadros bien metida bajo el pantal¨®n. ?se es uno de los banderines de enganche de Cocker, su aspecto de vulgaridad proletaria enmarcando un cuerpucho escu¨¢lido y p¨¢lido que a la postre acaba por tener glamour. Producto pues de consumo popular como las narraciones de las que toma nombre su banda. En apariencia.
En la pr¨¢ctica, Pulp deja de lado el populismo y se decanta por la sofisticaci¨®n y el mimo.
Sin llegar a descerrajar toda su fuerza sobre un p¨²blico convencido, entregado, cautivo y rendido, los Pulp impusieron su clase en un concierto a su medida. Quiz¨¢s no fue la noche m¨¢s brillante de su historia, falt¨® un no s¨¦ qu¨¦ de presi¨®n, aunque visto desde otro punto de vista quiz¨¢s es que Pulp ya pasa de hacer sudar a su p¨²blico y prefiere dejarle con la sensaci¨®n de que la banda se queda argumentos en la bocamanga. Sea como fuere, se trat¨® de un concierto estupendo para una sala que ha celebrado un estupendo a?o de actividades.
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