La falta de ayudas p¨²blicas ralentiza la acogida familiar de los menores con alguna discapacidad
El apoyo m¨¢ximo de la Junta es de 30.000 pesetas y cada plaza en un centro cuesta 207.000
En los ¨²ltimos 20 a?os, el n¨²mero de menores andaluces acogidos en residencias ha pasado de 16.000 a 2.300. Los esfuerzos de las administraciones y ONG y las reformas legislativas, orientadas a propiciar la integraci¨®n de los ni?os en familias, han permitido este avance. Pero no todos los menores susceptibles de ser acogidos o adoptados tienen las mismas posibilidades. Uno de los grupos con m¨¢s dificultades es el de ni?os con discapacidad. Por eso, padres adoptivos y asociaciones piden a la administraci¨®n medidas de 'discriminaci¨®n positiva' para permitir su inserci¨®n familiar.
La aparici¨®n de la figura del acogimiento para permitir estancias temporales en familias de ni?os que no est¨¦n en condiciones de ser adoptados ha permitido reducir sensiblemente el n¨²mero de menores institucionalizados. Durante el a?o 2000, la Junta tramit¨® el acogimiento familiar de 15 ni?os con deficiencias f¨ªsicas, ps¨ªquicas y sensoriales. Pero en las residencias andaluzas viven a¨²n 57 ni?os con estas caracter¨ªsticas. Son, junto a los mayores de siete a?os, grupos de hermanos, enfermos cr¨®nicos y ni?os de razas distintas, los que encuentran m¨¢s dificultades para ser acogidos o adoptados.
Pero en el caso de los ni?os con discapacidades, a otros obst¨¢culos se a?ade el de la atenci¨®n especial que requieren. En ocasiones, familias interesadas en hacerse cargo de un ni?o con estas caracter¨ªsticas se ven obligadas a renunciar por la imposibilidad de cubrir todas sus necesidades. Es el caso de Gemma Carabia, fisioterapeuta de Ronda y madre adoptiva de dos ni?os con par¨¢lisis cerebral, que tuvo que renunciar a hacerse cargo de un tercero por la insuficiente ayuda. 'Cuando adopt¨¦ a mis otros dos hijos no ped¨ª ninguna ayuda, porque con mi sueldo pod¨ªa pagar a una persona. Pero para hacerme cargo del tercero hubiera necesitado contratar a otra, y con las 30.000 pesetas al mes que me brindaba la Junta no me daba para pagarle', explica Carabia.
Parad¨®jicamente, la plaza de un menor en una residencia le cuesta a la Administraci¨®n 6.914 pesetas al d¨ªa (207.420 pesetas al mes). Este a?o, Asuntos Sociales ha aumentado la dotaci¨®n econ¨®mica de las plazas concertadas con centros privados para propiciar la profesionalizaci¨®n del personal. No son pocos los padres y t¨¦cnicos que se quejan del desfase entre el esfuerzo econ¨®mico que se destina al acogimiento residencial y las ayudas para la inserci¨®n familiar. La mayor¨ªa de las familias acogedoras consultadas por este peri¨®dico no reciben ninguna ayuda econ¨®mica. Las que la han solicitado perciben entre 15.000 y 30.000 pesetas por ni?o.
La directora general de Infancia y Familia de la Junta, Leonor Rojo, precisa que las ayudas a ni?os con discapacidad no se articulan desde este departamento, que s¨ª es responsable de los centros, sino desde el Instituto Andaluz de Servicios Sociales. 'Nosotros tenemos programas de ayudas familiares para el acogimiento y la adopci¨®n, y tambi¨¦n para acogimientos familiares de urgencia, pero no regulamos las ayudas para la atenci¨®n a ni?os discapacitados', explica.
Con todo, la principal demanda de los padres adoptivos no es econ¨®mica, sino de apoyo t¨¦cnico y psicol¨®gico. 'Lo que m¨¢s inquieta a los padres interesados en hacerse cargo de un ni?o con estas caracter¨ªsticas es c¨®mo afrontar la relaci¨®n con ellos y c¨®mo abordar los problemas que presentan', explica Marisol Romero, de la asociaci¨®n para el acogimiento familiar Hogar Abierto. Sin embargo, una vez superadas las dificultades del principio, la experiencia engancha. 'El tema de la discapacidad siempre me ha interesado, pero la relaci¨®n diaria con uno de estos ni?os en unos a?os tan cruciales como los de la infancia te da satisfacciones continuas', afirma Sonia, malague?a de 26 a?os, que tiene acogido a H., un precioso beb¨¦ de a?o y medio con par¨¢lisis cerebral. 'Cualquier peque?o avance es un triunfo para ellos y para m¨ª', agrega Gemma Carabia, que ha logrado que sus dos hijos adoptivos, ambos con fuertes minusval¨ªas, alcancen cierta autonom¨ªa en su movilidad y relaciones.
Desde que surgi¨® la figura del acogimiento simple y permanente como alternativa para los ni?os que por sus circunstancias no pueden ser adoptados, la Direcci¨®n de la Infancia se plante¨® la necesidad de tener listas de espera diferenciadas acogimiento temporal y adopciones.
Excepciones
Sin embargo, asociaciones como Hogar Abierto piensan que es necesario hacer excepciones en el caso de ni?os con necesidades especiales para que puedan quedarse definitivamente con una familia en el caso de que el acogimiento haya funcionado. 'Generalmente, los padres de acogida est¨¢n mentalizados de que su misi¨®n es temporal, pero debe contemplarse la posibilidad de discriminar positivamente a los ni?os con necesidades especiales de modo que si se integran con ¨¦xito en una familia y ¨¦sta tiene inter¨¦s en adoptar, se le permita', explica Alberto Pel¨¢ez, abogado y fundador de Hogar Abierto. 'Lo contrario es condenar al ni?o a pasar otra temporada larga institucionalizado, porque no todos los menores est¨¢n igual de solicitados', a?ade.
Para la directora general de Infancia y Familia, la existencia de listas separadas es imprescindible. 'Cada ni?o es un mundo, y la administraci¨®n, l¨®gicamente, puede hacer excepciones en nombre del inter¨¦s del menor, que es lo que prima siempre. Pero no podemos arriesgarnos a que exista confusi¨®n. El acogimiento no puede ser la puerta falsa de la adopci¨®n', explica Rojo.
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