Dignidad del trabajo

En estos tiempos que corren, no parece muy sensato renunciar a un trabajo fijo sin tener una alternativa. Sin embargo, es lo que acabo de hacer. Despu¨¦s de tres a?os como funcionario de carrera, he llegado a estar harto de cierta administraci¨®n p¨²blica. Llegu¨¦ a la Diputaci¨®n de Castell¨® para poner en marcha un servicio de restauraci¨®n de libros, papeles y documentos, y, a la fecha de mi renuncia, a¨²n no dispon¨ªa de lugar ni equipo adecuados para trabajar.

Encontr¨¦, en cambio, un departamento que es una verdadera verg¨¹enza, aquejado de cuantos males derivan de la falta de ¨¦tica profesional. Sepa que, a veces, los chistes de funcionarios reflejan la realidad. La uni¨®n de ambas circunstancias hizo insoportable mi situaci¨®n. Ahora estoy dispuesto a empezar de nuevo. De trabajar con eficacia es de lo que tengo ganas. Lo malo es que no s¨¦ qu¨¦ puede hacer un licenciado en geograf¨ªa e historia, pero ya le digo que salgo de todo esto con ganas de trabajar y de reencontrar la dignidad del trabajo. Que no basta con un empleo fijo y un buen sueldo. Termino con un ruego: por favor, facilite mis datos si alguien est¨¢ interesado.