Un hombre mata en Canarias a su mujer y su suegra ante sus dos hijos y se suicida

A las 6.20 de la ma?ana de ayer, Jos¨¦ Manuel Cabrera Lorenzo, de 39 a?os, se acerc¨® al n¨²mero 7 de la calle del Chirche, en el barrio de Los Alisios (Santa Cruz de Tenerife.) para cumplir su amenaza de muerte. All¨ª, frente al garaje esper¨® a que se abriese la puerta e inmediatamente despu¨¦s empez¨® a disparar con su escopeta de caza. En pocos minutos y delante de sus hijos (8 y 10 a?os) mat¨® a su mujer ?ngeles ?lvarez, de 44 a?os, y a su suegra, Dolores G. C., de 67. Luego subi¨® la escalera y en su antigua habitaci¨®n se suicid¨®. De nada hab¨ªa servido que un juez hubiese ordenado tres meses antes su alejamiento cautelar de ?ngeles por haberla amenazado de muerte.

Jos¨¦ Manuel Cabrera ceg¨® ayer su ira con cuatro disparos. Dos acabaron con ?ngeles, otro mat¨® a su suegra y el cuarto termin¨® con su propia vida. Un ba?o de sangre del que los hijos de la pareja salieron a la calle corriendo y gritando. Numerosos vecinos han declarado que Cabrera hab¨ªa comentado en varias ocasiones sus intenciones asesinas, tras hacerse efectiva la separaci¨®n. De hecho, ?ngeles, funcionaria de la Consejer¨ªa de Trabajo del Cabildo Insular de Tenerife, viv¨ªa por razones de seguridad con su madre.

Los dos menores han quedado bajo la custodia del abuelo materno, quien se los ha llevado al pueblo pesquero de San Andr¨¦s, un n¨²cleo totalmente conmocionado por este suceso, ya que las dos fallecidas proced¨ªan de all¨ª. Un equipo de psic¨®logos de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife atendi¨® durante casi dos horas a los menores, ¨²nicos testigos de la tragedia.

'En ni?os que sufren estas situaciones, el impacto emocional puede dejar secuelas que s¨®lo se evidencian a muy largo plazo', comentaron expertos de la Direcci¨®n General del Menor del Gobierno de Canarias. 'No olvidemos que todo ha quedado grabado en su cerebro', a?adieron.

?ngeles ya hab¨ªa sufrido agresiones e incluso una vez fue evacuada en ambulancia, seg¨²n los vecinos que la conocieron. Sin embargo, y pese a que este a?o hab¨ªa presentado dos denuncias ante la Polic¨ªa Nacional (una retirada al poco tiempo y la otra que activ¨® el proceso judicial de alejamiento) ni los servicios sociales de la capital, ni el Instituto Canario de la Mujer tuvo conocimiento previo de su situaci¨®n.

Hac¨ªa s¨®lo dos semanas que su compa?ero, sin antecedentes penales, hab¨ªa comentado a conocidos de ambos sus intenciones. El presunto asesino dispon¨ªa de licencia de armas desde 1991.

El arma homicida hizo un particular recorrido. Antes de que el juez decretara la separaci¨®n temporal de la pareja tras la segunda denuncia a finales del verano pasado, Cabrera traspas¨® la escopeta a su hermano. Cuando la polic¨ªa atendi¨® a la mujer y comprob¨® que, efectivamente, su compa?ero dispon¨ªa de licencia de armas, se interes¨® por el paradero de la escopeta de cazador. En ese momento, se constat¨® que no ten¨ªa el arma en su poder, ya que se la hab¨ªa entregado a su hermano. Pese a que cualquier compra posterior deber¨ªa haber levantado sospechas al expedirse la pertinente gu¨ªa de pertenencia (una especie de matr¨ªcula que identifica el arma con su propietario) hace apenas unas semanas, Cabrera reclam¨® el arma a su hermano y volvi¨® a adquirirla, como consta en los respectivos expedientes. Nadie actu¨®.

Distintas fuentes policiales reconocieron como 'muy com¨²n' la apertura de informes para certificar el traspaso de armas, especialmente entre cazadores, bien porque no se ajustan a lo que su primer propietario busca o porque se han cansado de ellas. Las mismas fuentes confirmaron que la revocaci¨®n de licencia de armas es 'un hecho frecuente' cuando se detectan usos inadecuados o comportamientos peligrosos. Sin embargo, la polic¨ªa no consider¨® que Cabrera, pese a sus amenazas y la orden de alejamiento, pudiese darle a la escopeta un uso peligroso.

El suceso ha conmocionado a Canarias. El Foro Contra la Violencia de G¨¦nero ha convocado una concentraci¨®n a las 19 horas de hoy, en la Plaza de Candelaria de Santa Cruz de Tenerife. 'Era una muerte anunciada', reconoci¨® consternada Rosario Pino, concejal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz. 'Hay que seguir denunciando por todos los medios estas situaciones y reflexionar mucho, porque la violencia de g¨¦nero no ocurre por casualidad', sentenci¨®. Pino entiende que 'la justicia no est¨¢ actuando con la radicalidad que estos casos requieren'.

'El ¨²nico responsable de hechos como ¨¦ste es el agresor, ?qu¨¦ tiene en la cabeza alguien que hace esto?', se pregunt¨® Rosa D¨¢vila, directora del Instituto Canario de la Mujer.

'Si una mujer denuncia amenazas de muerte como en este caso, hay que preguntarse por qu¨¦ no se han activado medidas de vigilancia policial o de teleasistencia', manifest¨® Dolores Padr¨®n, portavoz de Asuntos Sociales y Pol¨ªtica de Mujer del grupo parlamentario socialista canario. 'Tendr¨ªa que hab¨¦rsele garantizado una protecci¨®n seria tanto a ella como a su familia', a?adi¨®.