?rboles con etiqueta
4.000 chopos y encinas de Fuenlabrada llevan, desde ayer, el nombre de sus plantadores
M¨¢s de 3.000 habitantes de Fuenlabrada tienen desde ayer un nuevo pariente al que visitar de vez en cuando: un ¨¢rbol. Un mont¨®n de parejas con ni?o, escolares, veteranos concienciados y j¨®venes con cara de reci¨¦n levantados plantaron 4.000 ejemplares de encinas, sauces, chopos y almendros en el barrio de Loranca ayer por la ma?ana. Todos se armaron de esp¨ªritu ecologista, ropa de abrigo y una buena dosis de arrojo, porque el term¨®metro no invitaba al paseo por libre: apenas un grado cent¨ªgrado de temperatura al mediod¨ªa.
El sol luminoso y los detalles de los organizadores fueron decisivos en el ¨¦xito final de la convocatoria. Para empezar, el Ayuntamiento reparti¨® etiquetas entre los plantadores, con el fin de que cada participante dejara patente su paternidad arb¨®rea. Adem¨¢s, varios operarios hab¨ªan dejado los agujeros listos para que los visitantes s¨®lo tuvieran que colocar el escueto ¨¢rbol y taparlo con arena, ayudados por un azad¨®n. Y, como remate, el Consistorio prepar¨® una parrillada en medio del campo para premiar el esfuerzo.
El Gobierno fuenlabre?o (PSOE e IU) pretende plantar 500.000 ejemplares en los pr¨®ximos diez a?os. Si lo consigue, incluso el lema de ayer, Pon un ¨¢rbol en tu vida, se le quedar¨¢ peque?o, porque entonces podr¨¢ presumir de lucir 2,3 ¨¢rboles por habitante. Cristina ya tiene el suyo, y su madre, tambi¨¦n. Las dos acudieron ayer a las afueras de Loranca, avisadas por el colegio de la ni?a y un cartel colocado en el portal de la vivienda familiar. 'Mi hija es una ecologista convencida y en casa me tiene loca con el reciclaje', coment¨® la mujer. La chica a?adi¨® ayer una nueva preocupaci¨®n a la de la recogida selectiva de residuos: el fr¨¢gil arbolito. 'Mam¨¢, habr¨¢ que venir a verlo todas las semanas', dijo, protectora, la chica. 'Bueno, una vez al mes', le tranquiliz¨® la madre.
Diferentes especies
A pocos metros, Miguel ?ngel aplastaba la arena con los pies para afianzar su flamante chopo y esquivaba a duras penas el traj¨ªn de la hija con el rastrillo. 'Est¨¢bamos en casa viendo la televisi¨®n y o¨ªmos m¨²sica en la calle. Al asomarnos hemos visto lo que hab¨ªa aqu¨ª y hemos bajado, en vez de estar toda la ma?ana pegados a la tele', explic¨®. Algunos, animados por los privilegios crecientes de la paternidad moderna, quisieron elegir la especie que iban a plantar. Por ejemplo, un tipo talludo que rechaz¨® el chopo que le brindaban. 'No, yo quiero una encina como la que le hab¨¦is dado al alcalde', remarc¨®, quisquilloso. 'Pues ya no hay m¨¢s', confes¨® Pablo, uno de los empleados municipales. 'Claro, el alcalde es un enchufado', critic¨®, y perdi¨® de s¨²bito todo el fervor ecologista.
El regidor, Jos¨¦ Quintana, ajeno a la jugada del azar, anunciaba que Fuenlabrada dispondr¨¢ de ocho millones de metros cuadrados de zona verde dentro de unos diez a?os. 'Queremos mejorar el ecosistema y la calidad del aire, contando con los vecinos, y a ver si, de paso, combatimos la contaminaci¨®n ac¨²stica, para hacer de Fuenlabrada una ciudad algo m¨¢s silenciosa', explic¨®.
El experto en asuntos medioambientales Joaqu¨ªn Ara¨²jo, que colabora con el municipio desde que pusieron su nombre a un instituto, propuso alfombrar la localidad con un mill¨®n de ¨¢rboles, pero los t¨¦cnicos le frenaron, 'porque no hab¨ªa superficie suficiente'.
En cuanto a los 4.000 plantados ayer, Ara¨²jo conf¨ªa en que no perezca m¨¢s del 15%. 'Es un paraje accesible para el riego y los responsables municipales no los pueden descuidar porque llevan los nombres de los vecinos', argument¨®. En un par de a?os, 3.000 fuenlabre?os tendr¨¢n un v¨¢stago campestre bastante crecidito.

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