El PSOE y el habla andaluza

Leo sorprendido una noticia en EL PA?S Andaluc¨ªa relativa a la presentaci¨®n de una proposici¨®n no de ley en apoyo al habla andaluza.

La iniciativa insta 'en especial a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n a que impulse medidas para profundizar en la investigaci¨®n, conocimiento, difusi¨®n y dignificaci¨®n p¨²blica del habla andaluza', as¨ª como muestra 'la preocupaci¨®n del Parlamento de Andaluc¨ªa por las carencias que a su juicio quedan puestas de manifiesto en la 22? edici¨®n del Diccionario de la Real Academia Espa?ola'.

Mi sorpresa se acrecienta cuando observo que le iniciativa procede no de un partido aldeano, sino de uno con representaci¨®n en el Parlamento espa?ol (PSOE) y que va m¨¢s all¨¢ de lo dicho porque, seg¨²n explica el portavoz socialista en el Parlamento de Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Caballos, 'responde al malestar de un grupo amplio de expertos ante el trato que recibe el habla andaluza'.

Pues bien, ya tenemos todos los elementos del tinglado que tan buenos resultados electorales ha dado en otras latitudes: el idioma (y como no se puede hablar de idioma, pues 'el habla') como hecho diferencial, idiosincrasia o rancia identidad y abolengo originario, y, ?c¨®mo no?, con unas buenas gotas de victimismo que no pueden faltar en el guiso.('el maltrato', 'las carencias').

Mientras tanto, los ciudadanos asistimos at¨®nitos a que en un libro de texto para ni?os de 10 a?os (supongo que con el placet de una Consejer¨ªa de Cultura que ahora se insta para que se dedique a estas cuestiones de urgencia) y que lleva el t¨ªtulo de Conocimiento del Medio. Andaluc¨ªa, se dedique m¨¢s de su mitad a la descripci¨®n de los r¨ªos de Andaluc¨ªa (el r¨ªo Guadalfeo, por ejemplo, y eso a un ni?o que no sabe lo que es ?frica, ni el Amazonas, ni el Nilo), a las fiestas de Andaluc¨ªa, a los platos t¨ªpicos (?el gazpacho? ?el ajo no se qu¨¦ ?), al Estatuto de Andaluc¨ªa (?y la ONU y la Uni¨®n Europea?). Pero, eso s¨ª, la Consejer¨ªa de Cultura tiene que dedicarse al alto menester de impulsar medidas para profundizar en la investigaci¨®n del habla andaluza, que como todas las b¨²squedas de identidades en el armario de la abuela no ser¨¢ otra cosa que la puesta al d¨ªa de los hermanos ?lvarez Quintero.

Pues qu¨¦ bien, se?or Caballos, ha dado en el clavo: si prospera su proposici¨®n no de ley, ma?ana tendremos unos j¨®venes con una identidad andaluza homologable a la de los vascos, los catalanes y los gallegos, que tan buenos resultados est¨¢ dando en orden a la cultura y la tolerancia. Eso s¨ª, m¨¢s pueblerinos y, consecuentemente, m¨¢s nacionalistas y m¨¢s racistas, lo que choca de frente con los valores y las actitudes que han atra¨ªdo de esta tierra desde Washington Irving a Gerard Brenan: la universalidad que elevaron sus artistas universales, la rotundidad de su cante profundo..., y m¨¢s que chocar se da de bruces tambi¨¦n con las voces de alarma que se est¨¢n dando sobre el crecimiento de los sentimientos racistas y xen¨®fobos entre los j¨®venes y el poco esfuerzo de las Administraciones p¨²blicas en corregirlo (Defensor del Pueblo Andaluz dixit).

Esfuerzo que se pretende de las Administraciones p¨²blicas y que deber¨ªa ser la preocupaci¨®n del Parlamento andaluz, que es todo lo contrario de fomentar identidades e idiosincrasias en este mundo cada vez m¨¢s universal, cada vez m¨¢s lejos de esos sabores que quiere resucitar el guiso del se?or Caballos: la ?o?er¨ªa insulsa y cursi del se?orito andaluz, llena de idiosincrasias y de identidades, eso s¨ª.-