Elecciones en Portugal

No es sorprendente el descalabro electoral del partido gobernante en Portugal en las recientes elecciones municipales y que ha dado lugar a la dimisi¨®n del primer ministro, el socialista Guterres. La situaci¨®n econ¨®mica y social del pa¨ªs vecino se ve reflejada en este resultado electoral. El fuerte aumento de la carest¨ªa de la vida, las graves carencias de infraestructuras, una presi¨®n fiscal al alza y unos indicadores econ¨®micos y sociales a la cola (junto a Grecia) de cualquier comparaci¨®n con Europa son el resultado de una pol¨ªtica desacertada. A ello se une la falta de fondos para abordar aquellos proyectos de obra p¨²blica ya aprobados y que podr¨ªan acercar a Portugal a la convergencia real con Europa, verdadero reto de cualquier Gobierno, del signo pol¨ªtico que sea. Proyectos como el AVE, infraestructuras aeroportuarias, una red hospitalaria moderna, carreteras m¨¢s seguras, se paralizan, aplazan o incluso se abandonan, a pesar de los fondos que reciben de la Uni¨®n Europea y los importantes ingresos procedentes de las privatizaciones. En definitiva, como alg¨²n columnista portugu¨¦s denunci¨® recientemente, 'la modernidad superficial no tapa la pobreza estructural'.

En consecuencia, no deber¨ªa sorprendernos tanto esta realidad y el nuevo marco pol¨ªtico que se abre en Portugal, si se prestara una mayor atenci¨®n por los medios de comunicaci¨®n, dadas las importantes relaciones que Espa?a mantiene con este pa¨ªs; basta recordar que nuestras exportaciones al pa¨ªs vecino son superiores a las que realizamos a toda Latinoam¨¦rica.

La lecci¨®n para nuestro Gobierno, tan arrogante, es obvia con s¨®lo recordar el popular refranero: 'Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...'. Pues eso.