Derroches de libertad y astucia
Poco a poco, a?o tras a?o, en el goteo lento pero imparable de su arranque y su desarrollo, el movimiento dan¨¦s Dogma, que en 1995 se sacaron de su bocamanga de prestidigitadores ir¨®nicos Lars von Trier y Thomas Vinterberg, va d¨¢ndonos su aut¨¦ntico rostro de enrevesada treta, de sofisticada teolog¨ªa cin¨¦fila que en realidad se limita a encubrir con nobleza ret¨®rica una ladina, astuta, magn¨ªfica estrategia de producci¨®n de pel¨ªculas baratas que ambicionan dar con los harapos bien puestos la vuelta al mundo, y por ello se buscan la manera de hacerlo a codazos y a zancadillas, con la incuestionable legitimidad que el arte del enga?o tiene para el enga?ado.
La ecuaci¨®n de Dogma es as¨ª de luminosa y de simple: si el cine artesanal, el que est¨¢ hecho c¨¢mara de v¨ªdeo en mano, por cuatro cineastas entre cuatro paredes y con cuatro euros, no tiene cabida en las adocenadas redes de la distribuci¨®n internacional, que s¨®lo admiten cine caro, por malo e incluso est¨²pido que sea, hay por fuerza que abrirle a la pobreza grietas a trav¨¦s de las que pueda colarse casi clandestinamente en las pantallas del mundo. Pero, y ah¨ª radica la legitimidad de este esplendoroso gato por liebre, lograr ¨¦sto s¨®lo es posible a condici¨®n de que la pobreza de medios se convierta en un nido de riqueza de ideas. Y la bella exaltaci¨®n de Jerzy Grotowsky al teatro pobre obtiene aqu¨ª una irrefutable r¨¦plica cinematogr¨¢fica: la pobreza material puede convertirse en fuente de riqueza imaginativa.
ITALIANO PARA PRINCIPIANTES
Direcci¨®n y gui¨®n: Lone Sherfig. Int¨¦rpretesa: Anders Berthelsen, Anette Stovelbaek, Peter Gantzler, Ann Eleonora Jorgensen, Lars Kaalund, Sara Indrio Jensen. G¨¦nero: comedia. Dinamarca, 2001. Duraci¨®n: 118 minutos.
Italiano para principiantes es la primera pel¨ªcula de esta estirpe que dirige una mujer, la casi novata Lone Scherfig, directora en Copenhague de teatro, de televisi¨®n y de cortometrajes. Cuenta la pel¨ªcula, en clave de rigurosa comedia, de pura y exacta comedia, un peripecia argumental lev¨ªsima, hecha con cruces de historias igualmente ¨¢giles y livianas, llenas de una prodigiosa ligereza y en estado de un no menos prodigioso juego al engarce rec¨ªproco. Con este bordado de tipos, tiempos e im¨¢genes logradas con sorprendente, para una casi principante, solvencia y soltura, Lone Sherfin gan¨® a primeros de a?o el Oso de Oro al mejor gui¨®n en la Berlinale y hace un par de meses volvi¨® a triunfar en el festival de Valladolid.
Hecha con un presupuesto de casi c¨®mica austeridad, parco y sever¨ªsimo, esta medid¨ªsima y notable comedia ya ha cruzado casi todas las fronteras de Europa, aunque no ha hecho m¨¢s que comenzar su cosecha de sonrisas en un itinerario comercial que la llevar¨¢ por la mitad del planeta, lo que obviamente, a tenor de su fastuosa ecuaci¨®n entre costes y ganancias, abrumadoramente favorables a ¨¦stas, la convierte en una de las pel¨ªculas m¨¢s rentables del a?o, un contundente modelo de producci¨®n derivado de un envidiable enjuage entre libertad y astucia.
La parad¨®jica solidez que despide la ligereza de Italiano para principiantes proviene de la destilaci¨®n de paciencia e inteligencia que hay en su elaboraci¨®n b¨¢sica, estructural, es decir, en su escritura. Lone Scherfig, consciente de que un filme de este tipo s¨®lo prospera cuando sus, evidentemente toscas y pobres, im¨¢genes tienen dentro un gui¨®n cargado con una explosiva mezcla de osad¨ªa y cautela, desarroll¨® la trama durante largos ensayos con los int¨¦rpretes, que se convirtieron en coautores de los giros y los di¨¢logos, a lo largo de una serie de improvisaciones hechas en el filo de cruces y m¨¢s cruces de situaciones, que se afinaron poco a poco y encajaron unas con otras sobre la marcha.
El resultado es un gozoso y raro caso de cine artesanal lleno de esplendor profesional, que es lo que dejan ver los severos y rigurosos aires libres de los recorridos de todos y cada uno de los personajes alrededor de s¨ª mismos y de quienes les dan la r¨¦plica. Y de ah¨ª la precisi¨®n y viveza con que -por encima de balbuceos de secuencia y de imagen, que los hay, y muchos- los ocho excelentes y desconocidos int¨¦rpretes se adue?an de la creaci¨®n del hilo de una comedia a la que tejen como si cada idea, cada frase y cada r¨¦plica fueran vivencias, ocurrencias suyas, lo que en parte es as¨ª.
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