La ineptocracia argentina
Argentina est¨¢ en estado de sitio. (...) El pa¨ªs ha entrado en su cuarto a?o de recesi¨®n y no puede pagar su deuda p¨²blica. El FMI le ha negado su ayuda porque el Gobierno no fue capaz de presentar un presupuesto equilibrado y cre¨ªble. Muy pocas veces se ha producido una situaci¨®n econ¨®mica y social tan inextricable. (...) En los a?os ochenta, la hiperinflaci¨®n devast¨® a un pa¨ªs que hab¨ªa sido, antes de la Segunda Guerra Mundial, uno de los m¨¢s ricos del mundo. Los tumultos populares condujeron a la ca¨ªda del presidente Ra¨²l Alfons¨ªn. Nombrado ministro de Econom¨ªa, Domingo Cavallo atac¨® el mal afianzando la paridad del peso con el d¨®lar. Al mismo tiempo, y de acuerdo con el FMI, inici¨® un proceso de privatizaci¨®n a gran velocidad. (...) Pero Cavallo nunca logr¨® obtener suficiente autoridad pol¨ªtica para instaurar el rigor en las cuentas p¨²blicas. El FMI acord¨® ayudar a Buenos Aires en diciembre de 2000 con un cr¨¦dito de 40.000 millones de d¨®lares con la condici¨®n de que el Estado argentino cesara de vivir por encima de sus posibilidades. (...) S¨®lo un retorno al crecimiento econ¨®mico podr¨ªa devolver la esperanza. Y para conseguirlo es necesario abandonar la paridad con el d¨®lar, es decir, una fuerte devaluaci¨®n. (...) Como tambi¨¦n es necesario un Gobierno de unidad nacional capaz de imponer reformas, empezando por el pago de los impuestos, y capaz, sobre todo, de repartir de manera igualitaria a nivel social los muy dolorosos e inevitables sacrificios. Sin duda alguna, esto no ser¨¢ lo m¨¢s f¨¢cil de llevar a cabo.
Par¨ªs, 21 de diciembre
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