Las nieves de anta?o
Aznar cuenta, en una importante entrevista hecha a la direcci¨®n de El Mundo, que no s¨®lo dejar¨¢ la presidencia como hab¨ªa prometido, sino tambi¨¦n su lugar en el partido cuando lleguen las elecciones. '?Tan largo me lo fi¨¢is!', se dec¨ªa en los tiempos de oro. Si lo hiciera ya, ser¨ªa algo que le podr¨ªamos agradecer los espa?oles. La vuelta sobre sus huellas, sobre el olor que dej¨® en el camino recorrido desde la ni?ez y aun antes de nacer (¨¦ste es un pa¨ªs de r¨¦gimen hereditario), nos est¨¢ llevando mal. Temo, adem¨¢s, que va entrando en un periodo donde no se controla a s¨ª mismo. Su manera de instar oficialmente a que el mundo ayude a Argentina, su decisi¨®n de enviar unos soldados para Afganist¨¢n que nadie quiere -por fin le han dejado que vayan 400: pero sin que molesten-, sus altaner¨ªas, hacen sospechar un sue?o de grandezas que quiz¨¢ no correspondan a la realidad espa?ola. Tiene una especie de pardismo, de 'por el imperio hacia Dios', pero sin aquellos recursos: Franco era m¨¢s listo y sab¨ªa salir de sus propias fanfarronadas.
Quiz¨¢ de aqu¨ª a las elecciones el partido socialista mejore su camino. La dimisi¨®n de Redondo es el segundo s¨ªntoma bueno; el primero ha sido el viaje a Marruecos. Sobre todo, por lo que significan de dar la espalda a Aznar. Redondo y Mayor Oreja deb¨ªan haber dimitido al d¨ªa siguiente de las elecciones vascas. El recuerdo de la foto del apret¨®n de manos me asalta a veces como una pesadilla. Me dicen, y ya lo he contado estremecido, que el tapado -como llamaban en M¨¦xico al candidato que ten¨ªa preparado el PRI para suceder al presidente saliente- es Mayor Oreja. Creo que lo dicen s¨®lo para aumentar mis pesadillas pol¨ªticas (prefiero las existenciales). La maniobra actual de aislar a Ibarretxe para que termine convocando unas nuevas elecciones es tan peligrosa que se ve c¨®mo tropiezan otra vez con la misma piedra. Creo que la pol¨ªtica vasca sin Mayor Oreja, sin Redondo, sin Arzalluz, podr¨ªa empezar a producir un pa¨ªs sin ETA.
(El Diablo Cojuelo asoma tambi¨¦n desde su Siglo de Oro, abre mi tejado y me dice que Nicol¨¢s Redondo II volver¨¢ y ganar¨¢, que Mayor Oreja sustituir¨¢ a Aznar en sus reflejos pardiscos: y ganar¨¢).
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