Una sustancia usada en ?frica contra la malaria se revela como antitumoral
Cient¨ªficos espa?oles descubren nuevas propiedades de la quinina de Ghana
El an¨¢lisis avanzado de una sustancia utilizada tradicionalmente como remedio contra la malaria ha permitido a un equipo descubrir en ella unas interesantes propiedades antitumorales. Se trata del extracto amargo de ra¨ªces de una liana, y su caracterizaci¨®n molecular la sit¨²a en un conjunto de agentes terap¨¦uticos que interfieren con el ADN.
Nadie hasta ahora hab¨ªa analizado los principios activos del f¨¢rmaco tradicional
Al final del camino, que puede durar cinco a?os, se sabr¨¢ si la mol¨¦cula es ¨²til
La farmacopea moderna est¨¢ repleta de medicamentos obtenidos a partir de sustancias tradicionales para los que se ha descrito un nuevo uso. ?ste podr¨ªa ser el caso de la quinina de Ghana, un extracto de ra¨ªces que ha venido utiliz¨¢ndose de forma habitual contra la malaria en buena parte de ?frica central y oriental, y que ahora podr¨ªa ver ampliada su lista de aplicaciones como nuevo agente antitumoral. El hallazgo, liderado por investigadores espa?oles, se publica en el n¨²mero de enero de la prestigiosa revista cient¨ªfica Nature Structural Biology.
El uso de la quinina de Ghana se pierde pr¨¢cticamente en la memoria. Descrita para el mundo occidental en pleno dominio colonial de las potencias europeas en ?frica como un extracto de las ra¨ªces de una liana com¨²n en la zona subsahariana, la Cryptolepsis sanguinolenta, siempre se le atribuy¨® un cierto potencial como agente antimal¨¢rico, as¨ª como de utilidad para la ¨²lcera estomacal o el c¨®lico. La malaria causa cada a?o entre 2,7 y tres millones de muertes en el mundo y se calcula que afecta a unos 500 millones de personas.
Pero nadie, al menos hasta el momento, se hab¨ªa tomado el tiempo necesario como para analizar los principios activos de la quinina de Ghana, este extracto amargo de ra¨ªces, ni, por supuesto, determinar su mecanismo de acci¨®n.
Esto, en esencia, es lo que ha hecho un equipo internacional de investigadores liderado por Juan Aymam¨ª, del departamento de Ingenier¨ªa Qu¨ªmica de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, y Miquel Coll, del Instituto de Biolog¨ªa Molecular de Barcelona (del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas). El uso de t¨¦cnicas avanzadas de an¨¢lisis les ha permitido determinar la estructura tridimensional de la criptolepina, el principio activo de la quinina de Ghana, y parte de su mecanismo de acci¨®n a nivel celular. Ambas determinaciones han permitido situar a esta mol¨¦cula en el seno de la familia de los llamados intercaladores, conjunto de agentes terap¨¦uticos capaces de interferir en la acci¨®n del ADN y con probada eficacia como f¨¢rmacos antitumorales.
'Todav¨ªa es pronto para saber si la criptolepina va a ser ¨²til contra el c¨¢ncer', se?alan Aymam¨ª y Coll. Por el momento, agregan, lo ¨²nico que puede afirmarse es que re¨²ne unas 'condiciones m¨ªnimas' derivadas precisamente de su estructura y del modo en que interfiere con la doble h¨¦lice del ADN.
La criptolepina, de acuerdo con los resultados obtenidos en los laboratorios de radiaci¨®n sincrotr¨®n de Grenoble (Francia) y Hamburgo (Alemania), es una mol¨¦cula plana y asim¨¦trica que, como ocurre con los m¨¢s de 90 intercaladores descritos hasta la fecha y analizados mediante cristalograf¨ªa de rayos X, mimetiza los pares de letras que dan forma al c¨®digo gen¨¦tico contenido en el ADN.
Dicha capacidad de mimetizar es la que permite a esta familia de compuestos intercalarse entre dos pares de letras e interferir en los mecanismos de replicaci¨®n y transcripci¨®n del ADN. Si la interferencia es suficientemente importante, puede llegar a evitar la duplicaci¨®n de la c¨¦lula y, por consiguiente, conseguir su eliminaci¨®n.
Es justamente esta capacidad de interferencia lo que interesa de los agentes intercaladores, ya que puede emplearse para eliminar o, al menos, limitar una producci¨®n excesiva o descontrolada de c¨¦lulas como ocurre en los procesos tumorales. La eficacia de los intercaladores, no obstante, depende en buena medida de que el ¨ªndice de destrucci¨®n de c¨¦lulas que se produce sea superior al de los mecanismos naturales de reparaci¨®n del ADN, algo que no siempre se consigue. Probablemente, razona Coll, porque el punto de anclaje de los intercaladores es, en general, inespec¨ªfico.
Parte del atractivo de la criptolepina, se?ala Aymam¨ª, es precisamente su mayor especificidad. Seg¨²n ha podido determinarse, se trata del ¨²nico intercalador capaz de meterse literalmente en medio de dos letras bioqu¨ªmicas iguales. En concreto, entre dos citosinas (C) o entre dos guaninas (G). El resto de intercaladores pueden anclarse en medio de cualquiera de las cuatro letras (C, G, A, T) que definen el c¨®digo gen¨¦tico de todo ser vivo.
Resultados preliminares aportados por los investigadores brit¨¢nicos que participan en esta investigaci¨®n, cient¨ªficos de las universidades de Londres y de Bradford, han permitido comprobar c¨®mo esta mayor especificidad se traduce tambi¨¦n en una mayor actividad terap¨¦utica de la sustancia. Los an¨¢lisis in vitro efectuados con l¨ªneas celulares cancerosas han evidenciado que la administraci¨®n de criptolepina consigue su eliminaci¨®n.
Las pruebas de laboratorioque han obtenido son interesantes pero en ning¨²n caso, admiten los dos investigadores espa?oles, son suficientes como para lanzar las campanas al vuelo. 'Son s¨®lo una primera evidencia', aseguran, que les ha permitido, por otra parte conectar dos grupos de enfermedades aparentemente tan distantes como la oncol¨®gica y la malaria con un agente terap¨¦utico ¨²nico.
La raz¨®n de ello, especula Coll, podr¨ªa deberse a que en ambos casos prima el alto metabolismo celular, es decir, se da una velocidad de duplicaci¨®n de las c¨¦lulas muy superior a la normal. La criptolepina ser¨ªa en este caso suficientemente eficaz como para impedir que la replicaci¨®n y trasncripci¨®n del ADN se viera alterada. 'El intercalador provoca que la doble h¨¦lice del ADN se rompa', indica. Los investigadores han observado el mismo fen¨®meno en los kinetoplastos del tripanosoma, el microorganismo que desencadena la enfermedad del sue?o.
Los pasos a seguir a partir de ahora consisten en refinar la mol¨¦cula, intentar construir intercladores m¨²ltiples y verificar su eficacia tanto para distintas formas de c¨¢ncer como para la malaria o la enfermedad del sue?o. Este proceso, del que ya se han derivado una patente y conversaciones con representantes de la industria farmac¨¦utica, debe conducir a estudios precl¨ªnicos y, eventualmente, a ensayos con humanos. Al final de un camino que puede tardar un m¨ªnimo de cinco a?os en recorrerse, se sabr¨¢ si la nueva mol¨¦cula en cuesti¨®n es ¨²til para el c¨¢ncer, la malaria o para ambos.
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