Pasen y vean
El Cirko Milagro une en un solo espacio teatro, arte gr¨¢fico, m¨²sica en vivo y actuaciones circenses
Viernes, medianoche. En el horizonte se alza, como un aislado centinela, una carpa. Es el Cirko Milagro. Para encontrarlo hay que acudir a Terrassa, calle de la Llibertat s/n, sector Montserrat y, una vez cerca, seguir una m¨²sica que se adivina.
La gente llega en procesi¨®n desde distintos puntos de Barcelona, pero nadie sabe bien qu¨¦ se oculta bajo la carpa. ' Vengo a la aventura. Me apetece la idea de poder bailar en una carpa de circo' dice Liliana Antich de Santa Perp¨¨tua de Mogoda. El deseo de Liliana se ve satisfecho nada m¨¢s entrar. Casi todos los presentes se concentran bailando en el centro de la carpa mientras un pinchadiscos descarga sobre ellos m¨²sica electr¨®nica.
Sin embargo, esto es s¨®lo el principio porque el Cirko Milagro no es una simple discoteca alternativa. Esta carpa creada por Faktor¨ªa d'Arts y que cuenta con el apoyo y la participaci¨®n del m¨²sico Manu Chao, pretende ser, adem¨¢s de un espacio l¨²dico, un foro multicultural donde tienen cabida desde performances de teatro y de arte gr¨¢fico hasta conciertos de rock, pasando por los m¨¢s variados espect¨¢culos circenses. Durante el d¨ªa, en este espacio se imparten talleres art¨ªsticos para ni?os y adultos.
Aunque tradicionalmente la norma dicta que en los espect¨¢culos el p¨²blico est¨¦ separado de los int¨¦rpretes, el Cirko Milagro plantea unas reglas de juego diferentes.
Mientras el p¨²blico baila, sin previo aviso cambia la m¨²sica y comienzan las actuaciones que se desarrollan entre los asistentes. Cuatro bailarinas ataviadas con velos orientales bailan la danza del vientre. Los espectadores se echan a un lado y siguen el baile con la mirada. Los espect¨¢culos se suceden hasta las 2.30 horas, desde un titiritero que hace malabares con nueve bolas luminiscentes, hasta un bailar¨ªn de claqu¨¦ que golpea sus talones y hace botar dos pelotas creando distintos ritmos de m¨²sica ska o de salsa. Tambi¨¦n son frecuentes las batucadas de timbales en las que el p¨²blico acaba bailando alrededor de los m¨²sicos. Aparte de entretener, estas actuaciones pretenden ser, seg¨²n sus organizadores, un taller en activo. 'Queremos atraer a actores o personas amateurs del p¨²blico para que act¨²en proponiendo lo que sepan hacer con el objetivo de dar color a la globalidad del espect¨¢culo' cuenta Oriol Carbonell, responsable de promoci¨®n
Aunque tambi¨¦n participan artistas consagrados, la mayor¨ªa de ellos son noveles o poco conocidos. 'Como regla general pretendemos dar una oportunidad a aquellos que, no por falta de calidad, todav¨ªa no han conseguido hacerse un sitio entre los grandes' explica Carbonell.
A la hora de tomar una copa se puede ir a la barra Teatro, la barra M¨²sica, la del circo o la de lo audiovisual, cada una de ellas decoradas tem¨¢ticamente. Y es que el objetivo es que en este espacio estas cuatro artes vivan en simbiosis. La carpa est¨¢ decorada en empat¨ªa con los espect¨¢culos programados. Mientras se desarrolla la actuaci¨®n, las paredes se llenan de proyecciones de im¨¢genes y fotos.
'Hemos creado el punto de partida. Ahora, invitamos a cualquier artista a que nos proponga nuevas ideas. Ya sea improvisar un graffiti o redecorar las barras' explica el artista visual Weren's, responsable del equipo de dise?o del Cirko Milagro.
En los dos puestos de comida, uno de cr¨ºpes y otro de pizzas, con los que cuenta la carpa, la mayor¨ªa de los cocineros son m¨²sicos. Por eso no es extra?o que tambi¨¦n all¨ª surja el espect¨¢culo en un ataque de improvisaci¨®n. Manu Chao es uno de los incitadores, llega con su bombo a la barra del chiringuito y marca un ritmo. Todos los cocineros le siguen y hacen una acompasada batucada golpeando cacerolas, bandejas de metal o latas vac¨ªas de tomate con cuchillos o cualquier utensilio de cocina que tengan al alcance. ' Las pizzas salen con swing' cuenta Javier, uno de los cocineros, en mitad del bullicio.
A las cuatro de la madrugada, la fiesta contin¨²a a¨²n de la mano de los pinchadiscos. Manu Chao es a veces uno de ellos y algunas noches cierra la sesi¨®n. Haciendo gala de su eclecticismo, alterna por ejemplo, jazz fusi¨®n con m¨²sica salsa o reggae, hasta que la carpa cierra sus puertas.
Pero el Cirko Milagro no acaba. Cada viernes y s¨¢bado se reinventa con nuevas aportaciones. S¨®lo hay que hacer proposiciones. Manu Chao ya ha hecho la suya ' lo ¨²nico que falta aqu¨ª es un futbol¨ªn' dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.