Europa vista desde fuera

La idea de Europa, concebida a menudo como una cultura superior y, en consecuencia, pura y ajena a las influencias del exterior, ha dominado el mundo durante generaciones, pr¨¢cticamente desde que en el siglo XVI el Viejo Continente impuso su superioridad econ¨®mica, pol¨ªtica y, consecuentemente, cultural.

Tratando de invertir estos principios, y sobre todo haciendo un llamamiento a la reflexi¨®n, el Museo Boijmans van Beuningen de Rotterdam invit¨® a 18 artistas no europeos a plasmar su imagen sobre Occidente. El resultado es Unpacking Europe (Desenvolver Europa), una muestra multimedia que aborda el eurocentrismo y la hegemon¨ªa europea desde fuera, a trav¨¦s de los ojos de 'los otros'.

'A menudo se olvida que la cultura europea hunde sus ra¨ªces en otras civilizaciones, desde ?frica hasta Rusia y desde Centroam¨¦rica hasta China', asegura el comisario de la exposici¨®n, el sudan¨¦s Salah Hassan, que parafraseando al pensador palestino Edward Said recuerda que 'el modernismo europeo tiene muchos padres'.

Los trabajos de los artistas, procedentes de los cuatro continentes, aspiran a demostrar que la identidad cultural europea no es 'dada' sino 'construida' en otras palabras, la Europa multicultural debe ser entendida no como una composici¨®n claramente delimitada de comunidades, sino como un lugar donde se cruzan y solapan culturas, donde las identidades h¨ªbridas y las nuevas etnias est¨¢n en formaci¨®n continua.

Con este objetivo trabaj¨® la cubana Coco Fusco (1960) que plasm¨® en v¨ªdeo con ojos de espectadora 'desprovista de traumas pol¨ªticos recientes' -como ella misma explica- su preocupaci¨®n por la exclusi¨®n de 'el otro' en Catalu?a, un fen¨®meno que, de una y otra manera, se manifiesta en casi toda Europa.

Los protagonistas de sus 22 minutos de cinta -voluntarios encontrados a trav¨¦s de un anuncio en el peri¨®dico nacidos en Catalu?a, aunque de origen extranjero- muestran las frustraciones que les produce el rechazo de los aut¨®ctonos mientras tratan de entonar con perfecto acento y bastante poco ¨¦xito Els segadors, el himno catal¨¢n que por decisi¨®n de la Generalitat deber¨¢n aprender obligatoriamente todos los ni?os en el colegio.

Aproxim¨¢ndose a Europa con una crudeza que deja al descubierto las contradicciones existentes entre la historia oficial y la realidad de la vida diaria, donde la heterogeneidad y las cada vez mayores diferencias culturales son determinantes, los artistas de Unpacking Europe, desenvuelven Europa y desmoronan la imagen de un continente dominante y aislado del resto de las culturas. Sus trabajos, al igual que la compilaci¨®n de ensayos que se publica junto al cat¨¢logo de la exposici¨®n, demuestran, a poco que se reflexione, que la frontera cultural entre Occidente y 'los otros' es, y ha sido a lo largo de la historia, mucho m¨¢s vaga y porosa que lo que se imagina.

Para recordarlo, y ahondando en el colonialismo, el chino Ni Haifeng (1964) deja plasmado en sus fotograf¨ªas su propio cuerpo, desnudo y tatuado con los motivos de las porcelanas chinas que, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, se exportaban hacia Europa como codiciado objeto de lujo.

A trav¨¦s de sus v¨ªdeos, fotograf¨ªas, pinturas, esculturas e instalaciones multimedia, los artistas proponen elaborar un nuevo concepto de Europa como entidad cultural, econ¨®mica y pol¨ªtica fluida y din¨¢mica, que absorba las diferencias e impida, en el nuevo contexto creado tras el 11 de septiembre, el regreso de la lucha de las civilizaciones.

En una batalla que parece darse por perdida, la china Shi Yong (1963) muestra la cara m¨¢s desesperada de 'el otro', al concebir Europa como un castillo: un poder inamovible e impenetrable que ataca para luego replegarse y encerrarse en s¨ª mismo en un intento de protecci¨®n. 'El castillo se puede ver, pero no se puede entrar en ¨¦l', ha explicado la artista, sintetizando el pensar de muchos inmigrantes. Su trabajo, un c¨ªrculo negro proyectado en el suelo de una sala circular sobre el que se escribe la palabra 'bienvenido' en chino con luces rojas, dos veces, formando una cruz, el s¨ªmbolo de Occidente. Tan pronto como el espectador intenta aproximarse al c¨ªrculo se dispara una alarma que obliga a retroceder. 'Mi trabajo expresa la realidad pasiva. No hay m¨¢s alternativa que esperar un permiso especial que te permita acceder al castillo', se?ala desesperanzada la artista.