Joan Gomis, polifac¨¦tico
Dicen que las personas polifac¨¦ticas -es decir, aquellas que se caracterizan a lo largo de su vida por su capacidad para ser innovadores y destacar en diferentes artes y ¨¢mbitos- ya no se dan hoy en d¨ªa. No s¨¦ si ello es totalmente cierto, pero estoy seguro de que Joan Gomis, el que fue presidente de Just¨ªcia i Pau durante 25 a?os, fallecido recientemente, pertenece a dicha especie de hombres. Gomis, nacido en Barcelona en 1927, estudi¨® magisterio, sociolog¨ªa, bellas artes y, por encima de todo, fue periodista autodidacta. En 1957 fund¨® con su hermano la revista El Ciervo, publicaci¨®n que, desde una perspectiva cristiana y progresista, fue un referente para los dem¨®cratas durante el franquismo. Tambi¨¦n, en aquellos dif¨ªciles a?os de la dictadura, fue director de la Escuela Superior de Ciencias Sociales (ICESB), a la vez que se consolidaba como escultor y escritor en sus m¨²ltiples facetas de ensayista, novelista y poeta, y public¨® m¨¢s de una treintena de libros. Desde una posici¨®n de soci¨®logo y cristiano comprometido con las posturas del Concilio Vaticano II, expon¨ªa sus opiniones en El Correo Catal¨¢n y, con el general Franco ya muerto, pas¨® a colaborar en el resto de rotativos catalanes. Pero la faceta m¨¢s destacada de su vida fue la presidencia de Just¨ªcia i Pau, a la que accedi¨® en 1976 y que desempe?¨® hasta su muerte.
'Gomis segu¨ªa defendiendo cuestiones necesarias como el di¨¢logo interreligioso y de civilizaciones'
Just¨ªcia i Pau hab¨ªa surgido en el seno de la Iglesia cat¨®lica despu¨¦s del Concilio y de los aires de renovaci¨®n y compromiso de la enc¨ªclica Populorum progresio. Y gracias a este compromiso ten¨ªa -y tiene- un importante peso y valor ¨¦tico m¨¢s all¨¢ de las conveniencias pol¨ªticas. Just¨ªcia i Pau se opuso a la pena de muerte y la tortura en el franquismo, pero tambi¨¦n se opuso a los casos de malos tratos que se daban al amparo de la legislaci¨®n antiterrorista una o dos d¨¦cadas despu¨¦s. Con Gomis al frente exig¨ªa el cumplimiento de la promesa de dar el 0,7% al Tercer Mundo o a ser solidario con los inmigrantes pese a que aqu¨ª tuvi¨¦ramos paro. Se opuso al ingreso de Espa?a en la OTAN en tiempos de UCD, pero tambi¨¦n cuando gobern¨® el PSOE. Apoy¨® a los objetores en las d¨¦cadas de 1970 y 1980, pero tambi¨¦n a los insumisos en la de 1990. Hac¨ªa propuestas realistas de condonaci¨®n de la deuda externa al Tercer Mundo o denunciaba que los cr¨¦ditos de ayuda al desarrollo en ocasiones eran trampas que s¨®lo ayudaban a las empresas exportadoras espa?olas. Pese a ser una entidad ligada a la Iglesia, como lo son todas sus secciones en otros pa¨ªses, gozaba de una plena libertad de acci¨®n y decisi¨®n. Ese era el temple de Joan Gomis, que sab¨ªa convencer en nombre de los principios de la sustantividad de los derechos humanos y de la solidaridad, que no deb¨ªan verse afectados por las conveniencias y las coyunturas pol¨ªticas.
Pese a que su salud se fue debilitando en los ¨²ltimos a?os, Gomis segu¨ªa defendiendo cuestiones cada d¨ªa m¨¢s necesarias, como el di¨¢logo interreligioso y de civilizaciones, basado en el respeto al otro, y realizaba una cr¨ªtica razonada sobre las consecuencias negativas de la globalizaci¨®n para los pa¨ªses pobres. Posiblemente no siempre los manifiestos de Just¨ªcia i Pau o los argumentos de sus art¨ªculos en la prensa eran compartidos por la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, pero nunca se le desautoriz¨® en p¨²blico. Por ello sorprendi¨® que en el multitudinario funeral que se le ofreci¨® en Sarri¨¤, concelebrado por una veintena de sacerdotes y al que acudi¨® una amplia representaci¨®n de la clase pol¨ªtica y del mundo cultural y period¨ªstico, no estuviera presente ning¨²n obispo. Estaban el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y los tenientes de alcalde Imma Mayol, Jordi Portabella y N¨²ria de Carrera; estaba presente el concejal de Solidaridad y Participaci¨®n Ciudadana, Pere Alcover. Debido a que a esa hora se celebraba en el Parlament el debate de pol¨ªtica general, la Generalitatestuvo representada por la consejera N¨²ria de Gispert, el director de Asuntos Religiosos, Ignasi Garc¨ªa Clavel, y el director de Cooperaci¨®n, Jaume Gin¨¦. El obispo de La Seu, responsable de Just¨ªcia i Pau, excus¨® su asistencia por motivos de agenda; el cardenal Ricard Maria Carles y el resto de obispos tampoco asistieron. Alcalde, consejeros, directores generales, diputados y concejales se desplazaron y modificaron sus agendas, pero la jerarqu¨ªa de la instituci¨®n a la que pertenec¨ªa Joan Gomis no asisti¨®. Algo que choca con las habituales normas de protocolo y representaci¨®n. Algo que cada uno puede interpretar como le parezca en estos momentos en que los aires renovadores del Concilio que desde tantos ¨¢mbitos siempre defendi¨®, parece que se alejan de la jerarqu¨ªa de la iglesia catalana, pero que choca debido al car¨¢cter siempre dialogante y conciliador de Joan Gomis.
Xavier Rius-Sant es periodista.
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