Manila intramuros
As¨ª que busc¨® en Manila las huellas de su bisabuelo.
La verdad es que me llev¨® all¨¢ mi trabajo como abogado, pero luego no quise volverme sin conocer los lugares por donde hab¨ªa caminado mi bisabuelo. La Manila espa?ola, que all¨ª llaman Intramuros.
El nombre es novelesco. ?Tambi¨¦n lo es el lugar?
Es un lugar inh¨®spito; una megal¨®poli desordenada donde no paran de construir rascacielos d¨ªa y noche. Edificios alt¨ªsimos sin orden ni concierto, que recuerdan la est¨¦tica de Blade Runner. Pero lo que queda de la ciudad colonial es muy poco, y para llegar tard¨¦ cuatro horas en coche, tal es el caos de las calles.
?Qu¨¦ encontr¨® de nuestros antepasados?
La catedral, de un barroco serio, poco lucido; el fuerte Santiago; la casa Manila, de estilo colonial, y poco m¨¢s.
Le imagino evocando las haza?as de los primeros espa?oles.
Sobre todo de los que llegaron all¨ª en el siglo XVII, despu¨¦s de una traves¨ªa en barco que duraba un a?o entero. Para encontrarse con un clima tropical agobiante. Tanto, que me contaron que a las ni?as les llega la menstruaci¨®n a los nueve a?os...
?Le recibieron con el recelo que se reserva al antiguo colono?
No, ellos simpatizan con lo espa?ol. Reconocen que est¨¢n muy marcados por nuestra influencia, aunque apenas los mayores de 50 a?os hablan el idioma. Pero les hemos dejado la huella de la religi¨®n, y son m¨¢s golfos, m¨¢s jugadores que el resto de los asi¨¢ticos.
Ese tambi¨¦n es un sello de la madre patria.
Desde luego. Y adem¨¢s tienen un sentido del humor similar al nuestro. Hacen bromas y se r¨ªen con carcajadas estruendosas.
Pero se han entregado al idioma ingl¨¦s.
Claro, son pr¨¢cticos. Pero es curioso porque cuando hablan en tagalo tienen palabras del castellano. Por ejemplo, plato, vaso o revoluci¨®n. Ellos dicen que nosotros enviamos sacerdotes y los americanos maestros, as¨ª que al final pes¨® m¨¢s el ingl¨¦s.
?Qu¨¦ sabor de boca le dej¨® su viaje?
Una sensaci¨®n de profunda melancol¨ªa, porque aquel pa¨ªs fue la perla de Asia, pero la arrasaron los japoneses en la Segunda Guerra Mundial. Creo que si volviera no me quedar¨ªa mucho tiempo. Lo justo para buscar su lado interesante.
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