?xito de alto riesgo

El ingl¨¦s Steve McManaman, convalesciente de una lesi¨®n de espalda desde hace tres semanas, hace d¨ªas que no se entrena con sus compa?eros. Esa distancia lo convierte en uno de los observadores m¨¢s objetivos y m¨¢s perplejos del estado de ¨¢nimo del Madrid actual. 'Con la atm¨®sfera que se respira en este vestuario ¨²ltimamente, yo dir¨ªa que al Deportivo le vamos a ganar con facilidad. Lo vamos a golear, seguro', dijo el viernes, antes de la victoria. Hoy, se puede decir que el partido ha marcado un punto de inflexi¨®n en la trayectoria del Madrid esta temporada. De jugar bien se ha pasado a lograr momentos m¨¢gicos.

Ya nadie discute a Zidane y apenas se tienen noticias de Del Bosque, el entrenador, que desde la sombra y la paciencia ha conseguido dise?ar un esquema t¨¢ctico poco ortodoxo en el que la estrella francesa se desenvuelve mejor que en su propia selecci¨®n. El logro de Del Bosque parec¨ªa remoto a comienzos de temporada. Sin embargo el 4-2-2-2 fue una de sus primeras apuestas. En este sistema, Iv¨¢n Helguera debe ayudar al Zidane a cubrir la banda izquierda, una zona que tiene a Roberto Carlos como ¨²nico habitante natural. La confianza de los jugadores ha crecido de manera geom¨¦trica en los ¨²ltimos d¨ªas. 'El estado de ¨¢nimo que muestran es ideal para competir', dice el director general deportivo, Jorge Valdano.

Hasta en los amistosos, el Madrid exhibe una voracidad extra?a. El d¨ªa del encuentro con el Atl¨¦tico los jugadores no se concentraron antes del partido. Ra¨²l apareci¨® momentos antes por el Bernab¨¦u y cuando le preguntaron por su predisposici¨®n ante lo que se supon¨ªa 'una pachanga', frunci¨® el ce?o. 'Esto no es una pachanga', aclar¨®. Sali¨® al campo,marc¨® un gol, y lo celebr¨® con un gesto rabioso. Como para no perder la tensi¨®n, no dej¨® de acosar al Mono Burgos, el portero rojiblanco, en cada saque de puerta.