Educaci¨®n y empleo

Hay una relaci¨®n directa entre el nivel de estudios y la facilidad para encontrar trabajo. Parece una obviedad, pero a veces se discute con el t¨®pico que presenta a la Universidad como f¨¢brica de parados. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) acaba de dar a la publicidad un estudio sobre esa relaci¨®n basado en datos de un colectivo de m¨¢s de tres millones de personas de entre 16 y 35 a?os que hab¨ªan abandonado, interrumpido o finalizado sus estudios en los 10 a?os anteriores.

Una conclusi¨®n neta es la correlaci¨®n positiva entre el nivel educativo y la rapidez con que se obtiene el primer empleo significativo. Si para el conjunto del colectivo, en promedio, transcurren casi 29 meses entre la salida del sistema educativo y el primer empleo, para los titulados superiores este periodo se reduce a 23, y para quienes s¨®lo han cursado la ense?anza primaria se alarga hasta m¨¢s de 40 meses.

A la vista de los datos, podr¨ªa concluirse que la Universidad es la mayor f¨¢brica de parados con excepci¨®n de todas las dem¨¢s. Las universidades tienen muchas deficiencias, pero no hay duda de que tener un t¨ªtulo universitario ayuda, y no perjudica, a la hora de encontrar empleo m¨¢s pronto y m¨¢s estable. De ah¨ª la responsabilidad de los poderes p¨²blicos en la mejora de un sistema universitario potente y de calidad, que es una de las m¨¢s seguras garant¨ªas de progreso social y econ¨®mico; y de ah¨ª tambi¨¦n la responsabilidad de los estudiantes para aprovechar al m¨¢ximo unos estudios financiados en m¨¢s de un 80% con fondos p¨²blicos y que les ponen en situaci¨®n de ventaja comparativa respecto de otros j¨®venes que no han podido o no han querido estudiar.

Del colectivo analizado, nada menos que el 43% est¨¢ en posesi¨®n de un diploma universitario, mientras que s¨®lo un 6% no ha pasado de la educaci¨®n primaria. Se trata de un gran cambio sociol¨®gico y cultural respecto de lo que era nuestro pa¨ªs hace no muchos a?os. Pero la distribuci¨®n de los titulados no es uniforme. El Pa¨ªs Vasco, Navarra y Madrid, por este orden, son las comunidades aut¨®nomas con m¨¢s titulados universitarios, con porcentajes que oscilan alrededor del 60% de los que acceden a la Universidad, mientras que en el otro extremo figuran Extremadura (con el 26%), Castilla-La Mancha, Andaluc¨ªa, Baleares y Canarias. Es clara la relaci¨®n entre nivel educativo y econ¨®mico, aunque Baleares rompe la simetr¨ªa.

Tambi¨¦n es evidente la relaci¨®n entre el nivel educativo de las personas del colectivo analizado y el de sus padres, que demuestra que la procedencia social y familiar es todav¨ªa un factor que influye en la formaci¨®n de los j¨®venes. Pero, al tiempo, el hecho de que hayan recibido educaci¨®n universitaria los j¨®venes procedentes del 37% de los hogares en los que los padres ten¨ªan ¨²nicamente formaci¨®n primaria es una muestra de que, aun con dificultades, existe una cierta movilidad social gracias precisamente a la educaci¨®n.

Ya sab¨ªamos, pero conviene subrayarlo siempre que aparezca nueva evidencia emp¨ªrica, que la educaci¨®n es una de las m¨¢s poderosas herramientas de progreso social, a condici¨®n de que exista un sistema p¨²blico que tenga la suficiente extensi¨®n y calidad como para que todos lleguen hasta el l¨ªmite de sus posibilidades educativas, independientemente de su origen social.