Crisis, guerra e innovaci¨®n. Tendencias para 2002
SAN FRANCISCO, CALIFORNIA. Parad¨®jicamente el a?o 2001 termin¨® mejor de lo que comenz¨®. En enero pasado, todo iba para abajo. Despidos y quiebras se multiplicaban y la salida no estaba a la vista. En estos primeros d¨ªas de 2002, la crisis no ha terminado pero la mayor¨ªa de los analistas parecen pensar que no estamos lejos de haber tocado fondo: las cosas podr¨ªan empezar a mejorar... en alg¨²n momento del a?o.
La reducci¨®n del n¨²mero de despidos mensuales registrada en diciembre (con relaci¨®n a meses anteriores), la mejor¨ªa en el indicio de confianza de los consumidores y las compras record de casas alimentan esa visi¨®n.
La modernizaci¨®n de la econom¨ªa, la importancia creciente de los servicios y un mejor manejo de los inventarios 'en tiempo real' contribuyen a que la crisis no sea tan grave como se pudo temer. Lo m¨¢s probable, sin embargo, es que el nuevo despegue sea lento.
Gracias a Bin Laden, la inform¨¢tica, que entr¨® en crisis antes que otros sectores y fue afectada m¨¢s profundamente, podr¨ªa salir de la misma relativamente pronto
En este contexto, el sector de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n tiene motivos para sentirse relativamente optimista. Gracias a Bin Laden, la inform¨¢tica, que entr¨® en crisis antes que otros sectores y fue afectada m¨¢s profundamente, podr¨ªa salir relativamente pronto. Est¨¢ claro para todo lo que tiene que ver son seguridad: los sistemas de control y vigilancia (particularmente en los aeropuertos), la detecci¨®n de amenazas bacteriol¨®gicas, los dispositivos de localizaci¨®n inal¨¢mbrica y todo lo referente a la miner¨ªa de datos y al an¨¢lisis de cantidades considerables de datos tales como los registrados por los servicios de escucha y/o espionaje. En breve, Silicon Valley se va a la guerra y el optimismo vuelve a manifestarse, despacio.
La otra cara de esta moneda esta hecha de nuevas amenazas contra la privacidad. Big Brother est¨¢ de vuelta, lo cual no quiere decir que ya no tengamos nada que temer de sus hermanitas: las empresas privadas que abusan de las informaci¨®nes que consiguen sobre nosotros.
Guerra y crisis alientan la innovaci¨®n. Para enfrentar las nuevas amenazas, muchas empresas (entre las cuales un n¨²mero alto de start-ups) se esfuerzan por brindar respuestas tecnol¨®gicas adecuadas. Tales proyectos, casi siempre exist¨ªan con dificultad antes del 11 de septiembre pero son ahora objeto de considerable inter¨¦s con lo que implica de atenci¨®n medi¨¢tica y de financiamiento adicional. In-Q-Tel, por ejemplo, la empresa de capital riesgo apoyada por la CIA, ha multiplicado sus inversiones despu¨¦s de septiembre.
De manera m¨¢s general, estamos presenciando una reorientaci¨®n de las energ¨ªas y de las inteligencias. La red ya es parte de la vida diaria de la gente y de las empresas pero ya nadie cree que se pueda, gracias a ella hacer una fortuna repentina. Las cartas ya han sido distribuidas y el sector est¨¢ a punto de completar su fase de reorganizaci¨®n. Ahora, los inversionistas se vuelcan hacia la biotecnolog¨ªa y la nanotecnolog¨ªa que han manifestado buen comportamiento durante la crisis. Ingenieros y medios de comunicaci¨®n les siguen el paso en la medida de sus posibilidades.
La lectura de los peri¨®dicos locales permite sentir el papel asumido por la innovaci¨®n. Se habla menos de inform¨¢tica y m¨¢s de gen¨®mica, un sector en el cual la Bah¨ªa de San Francisco alberga muchas esperanzas al considerarse una de las pocas regiones del mundo capaces de pasar de una a otra r¨¢pidamente y con un coste razonable.
Despu¨¦s de la expansi¨®n loca de Internet estamos presenciando el final de una limpieza sangrienta, indispensable a la consolidaci¨®n de los mejores proyectos. Talentos y recursos se concentran ahora en nuevos sectores en los cuales la innovaci¨®n puede todav¨ªa crear una diferencia. Estamos viendo como se escribe una p¨¢gina de la historia del capitalismo.
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