Los diab¨¦ticos se manifiestan contra la escasez de insulina
Los enfermos hacen cola en los ambulatorios para recibir su dosis semanal de la medicina
La emergencia sanitaria comenz¨® a regir ayer en Argentina. El presidente Duhalde firm¨® el decreto anunciado el d¨ªa anterior ante la 'falta de medicamentos y la necesidad de atender en forma urgente la situaci¨®n'. La devaluaci¨®n del peso y la crisis de la Seguridad Social han derivado en los ¨²ltimos d¨ªas en un desabastecimiento en las farmacias y en un aumento del precio de las medicinas importadas. Las protestas de los enfermos persisten.
El vicejefe del Gabinete de ministros y gestor provisional de la emergencia, Juan Pablo Cafiero, prometi¨® que ayer mismo la demanda de insulina iba a quedar 'perfectamente abastecida en todo el pa¨ªs'. El Gobierno de Brasil envi¨® un cargamento de 12 toneladas de esa medicina vital para los diab¨¦ticos, que fue recibida como un gesto de aut¨¦ntica solidaridad entre pa¨ªses vecinos.
El ministro de Exteriores argentino, Carlos Ruckauf, que se reuni¨® el mi¨¦rcoles con el presidente brasile?o, Fernando Henrique Cardoso, regres¨® al pa¨ªs con los f¨¢rmacos en su avi¨®n oficial. El Gobierno de Buenos Aires deber¨¢ pagar en un futuro 1,2 millones de d¨®lares al Gobierno de Brasilia, mientras que ayer negociaba con los laboratorios locales la donaci¨®n de m¨¢s dosis de insulina.
Las medicinas brasile?as llegaron ayer a las ocho de la ma?ana a Buenos Aires, pero las protestas de los enfermos continuaron. Organizaciones de diab¨¦ticos se manifestaron en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada en demanda de una soluci¨®n inmediata a la escasez de insulina. Tambi¨¦n acusaron de 'especuladores' a los laboratorios. La vicepresidenta de la Liga Argentina de Protecci¨®n al Diab¨¦tico, Mar¨ªa In¨¦s Ortiz, afirm¨® que los problemas de suministro comenzaron hace tres meses, cuando la Seguridad Social dej¨® de pagar a laboratorios y farmacias, pero se agrav¨® en la ¨²ltima semana, al desatarse la incertidumbre sobre los precios por la devaluaci¨®n del peso. 'Este problema debe resolverlo el Gobierno', dijo Ortiz. 'Hay una ley que nos protege y que dice que la insulina debe llegar a los enfermos. El Gobierno debe garantizar la distribuci¨®n', agreg¨®. En Argentina, unos 2,5 millones de personas sufren de diabetes y 300.000 dependen de la insulina para vivir. Ortiz consider¨® que el conflicto se origin¨® por el 'acaparamiento' de remedios y calific¨® de 'insuficiente' el cargamento llegado de Brasil. 'Una dosis dura una semana y nos sabemos c¨®mo el Gobierno la distribuir¨¢', se quej¨® en la Plaza de Mayo.
En diversos centros de salud de Argentina, los diab¨¦ticos formaban colas para conseguir gratuitamente su dosi. En algunas farmacias s¨®lo daban insulina a los clientes que pagaban el 100% de su valor, sin los descuentos de la Seguridad Social, seg¨²n fuentes de los laboratorios. Cafiero, mientras tanto, dijo que los fabricantes y comerciantes farmac¨¦uticos se hab¨ªan comprometido el domingo a asegurar la distribuci¨®n de todos los medicamentos.
No s¨®lo escasea la insulina. En Mar del Plata, balneario de veraneo y una de las siete ciudades m¨¢s grandes del pa¨ªs, un foro de profesionales y sindicalistas anunci¨® que el sistema de salud municipal se ha colapsado. El alcalde de Buenos Aires, An¨ªbal Ibarra, declar¨® que el suministro de f¨¢rmacos est¨¢ asegurado en sus hospitales para enero y febrero. No obstante, advirti¨® sobre la 'avalancha' de pacientes que provienen de los suburbios de su jurisdicci¨®n, en la provincia de Buenos Aires.
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