En busca de la utop¨ªa dom¨¦stica
El moderno dise?o sueco suma a su tradici¨®n de pragmatismo y belleza la imaginaci¨®n para aplicar la tecnolog¨ªa
En un mundo cada vez m¨¢s hostil, la utop¨ªa est¨¢ en el ¨¢mbito domestico. Terence Riley, conservador jefe de arquitectura y dise?o del MoMA neoyorquino, incluye esta reflexi¨®n en un ensayo sobre uno de los estudios de arquitectura m¨¢s famosos de Suecia: Claesson, Koivisto y Rune. Arquitectos, interioristas, dise?adores de muebles y profesores, Marten Claesson, Eero Koivisto y Ola Rune iniciaron su carrera con la Villa Wabi, una casa de 60 metros cuadrados cuyo nombre japon¨¦s encierra todas sus claves. El significado literal es 'tranquilidad sencilla', pero su sentido zen es: 'No tener propiedades es poseer el mundo'.
La Villa Wabi, en forma de contenedor rectangular, fue instalada en 1994 en la plaza Sergel de Estocolmo. Proyectada para una familia de cuatro miembros, aquel peque?o espacio puso a Claesson, Koivisto y Rune en el mapa de la arquitectura actual. 'La Villa Wabi', escribe Riley, 'no es tanto un retiro del mundo exterior como un entorno compensador, una m¨¢quina para regenerar la autoconciencia en un mundo cada vez m¨¢s cercano a la simulaci¨®n. En ella, el minimalismo no es un hecho estil¨ªstico, sino una estrategia para que los que vivan ah¨ª puedan renegar del yo consumista'.
Eero Koivisto, un finland¨¦s afincado en Estocolmo que 's¨®lo' se viste de negro, sujeta con su mano la maqueta de la casa que proyectan para un artista sueco cuyo nombre no quieren desvelar: es una casa-pasillo, larga y llena de luz. 'A su due?o le molestan unos vecinos cercanos. As¨ª que la casa es completamente cerrada por una lado y completamente abierta por el otro. La forma de pasillo facilita esta disposici¨®n. Nos gustan las maquetas, el ordenador nunca las podr¨¢ sustituir. Es bueno tocarlas y tenerlas cerca para mirarlas'.
Canonizados por la biblia de la est¨¦tica moderna -Wallpaper-, los muebles de Claesson, Koivisto y Rune han sido catapultados desde la Feria del Mueble de Mil¨¢n. Una feria -probablemente la m¨¢s importante del mundo- que ha visto c¨®mo en los ¨²ltimos a?os el dise?o sueco ganaba posiciones frente a su eterno compa?ero y rival, el dan¨¦s.
Obra tambi¨¦n de Koivisto, Claesson y Rune es la f¨¢brica No Picnic. Situada a las afueras de Estocolmo, en ella un equipo de 16 j¨®venes crea (en un entorno luminoso que incluye una terraza con barbacoa y un sal¨®n-cocina para comer y descansar) algunos de los prototipos m¨¢s modernos de Europa. Margarita Matiz, una colombiana de 27 a?os, ha dise?ado el refrigerador-congelador espacial, que pondr¨¢ en ¨®rbita en el 2004 la Estaci¨®n Espacial Europea. Fabricado por la propia estaci¨®n en colaboraci¨®n con Astrium (Alemania) y Ferrari (Italia), la nevera desaf¨ªa la gravedad y puede abrirse por cualquier parte: 'No se cae nada, su divisi¨®n en cajas lo impide. Los alimentos, divididos en bandejas, est¨¢n personalizados para cada tripulante. Uno teclea su nombre y el d¨ªa y obtiene el men¨² que le corresponde', se?ala la dise?adora.
La nevera Fr¨ªo es un ejemplo del trabajo que se hace hoy en Europa. En ¨¦l se une el dise?o sueco con la t¨¦cnica alemana y, finalmente, con la producci¨®n italiana. En No Picnic se hacen tambi¨¦n los ¨²ltimos m¨®viles de Ericsson o la silla-pantalla, que comercializar¨¢ una f¨¢brica italiana despu¨¦s del inter¨¦s que ha demostrado una televisi¨®n francesa para utilizarla. Se trata de una silla invisible: el asiento no se ve porque est¨¢ camuflado en una gran superficie de tela el¨¢stica.
De las cabezas de los 16 dise?adores de No Picnic han salido, entre otros, productos como el tel¨¦fono que utiliza Angelina Jolie en Tomb raider o las ¨²ltimas bicicletas Aprillia. 'Aqu¨ª nos dedicamos a objetos que pueden parecer imposibles, pero que finalmente no lo son', dicen. Como siempre, el sentido pr¨¢ctico del dise?o escandinavo aflora: 'El pragmatismo es una forma de belleza', sentencia Johan Huldt, director del centro de dise?o sueco Svensk Form.
Las ideas suecas se esconden detr¨¢s de nuestra rutina diaria. Est¨¢, sin ir m¨¢s lejos, en las m¨¢quinas rojas que dispensan los n¨²meros para la cola del mercado y tras del inevitable tetrabrick. La popularidad de los objetos dise?ados en los pa¨ªses escandinavos viene de su combinaci¨®n de modernidad y tradici¨®n. El peso del dan¨¦s Arne Jacobsen (1898-1976) y del finland¨¦s Alvar Aalto (1902-1971), dos de los grandes arquitectos del siglo XX, est¨¢ presente en cada objeto. Como lo est¨¢ el del maestro de Jacobsen y Aalto, el sueco Eric Gunnar Asplund (1885-1940). Ahora, adem¨¢s, Suecia reivindica el lugar de Bruno Mathsson (1907-1988), cuya silla Eva es ya un cl¨¢sico.
'Lo bueno del estilo sueco es que carece de estilo', dice la joven dise?adora Agneta Pettersson, 'as¨ª que no es f¨¢cil decir qu¨¦ es el dise?o sueco. Lo f¨¢cil es decir lo que no es: no es extravangante ni ostentoso. La naturaleza igualitaria de nuestro pa¨ªs es muy profunda'.
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