Revoluci¨®n en la secundaria

Si la pol¨ªtica educativa del Gobierno ha sido uno de los temas m¨¢s pol¨¦micos de la actualidad espa?ola en 2001, este aspecto no va a ser menos controvertido en el a?o que acaba de empezar. La reforma de la educaci¨®n no universitaria, con la denominada Ley de Calidad, encabeza la reci¨¦n estrenada agenda de 2002 de la ministra de Educaci¨®n, Pilar del Castillo, y los cambios anunciados hasta el momento en la etapa de la educaci¨®n secundaria (de 12 a 18 a?os) previsiblemente levantar¨¢n por el camino ampollas entre organizaciones de profesores, estudiantes, sindicatos, padres y pol¨ªticos de la oposici¨®n. Centrar¨¢ presumiblemente las quejas la situaci¨®n de dejadez (en cuanto medios materiales, apoyo a los docentes y financiaci¨®n) en la que encuentra sumida la educaci¨®n p¨²blica, como han venido denunciando los colectivos en defensa de la educaci¨®n p¨²blica en los ¨²ltimos a?os.

Este a?o, en el que Espa?a estrena presidencia europea, tampoco estar¨¢ exento de movilizaciones de estudiantes de educaci¨®n secundaria. De hecho, una organizaci¨®n estudiantil, el Sindicato de Estudiantes, ya organiz¨® en los ¨²ltimos meses de 2001 dos movilizaciones en todo el Estado contra esta reforma, entre otras cuestiones. Diversos colectivos de estudiantes y de profesores ya est¨¢n preparando las primeras iniciativas para finales de febrero o principios de marzo, justo despu¨¦s de los primero ex¨¢menes del a?o, para protestar por algunas medidas que se introducir¨¢n con la Ley de Calidad, como la probable recuperaci¨®n de la prueba de rev¨¢lida al final del bachillerato y la separaci¨®n de alumnos a partir de los 14 a?os seg¨²n su rendimiento.

Pilar del Castillo se ha comprometido a presentar el primer borrador de la Ley de Calidad en la pr¨®xima reuni¨®n de la Conferencia Sectorial de Educaci¨®n, que probablemente se celebrar¨¢ dentro de unas semanas. Este ¨®rgano de coordinaci¨®n, sin capacidad de decisi¨®n, est¨¢ formado por el Gobierno y los consejeros de Educaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas.

?stas son las cuestiones que m¨¢s dar¨¢n que hablar en los pr¨®ximos meses:

- Recuperaci¨®n de la rev¨¢lida. El ministerio no lo ha confirmado, pero todo hace pensar que es ya inevitable, al quitar la ¨²nica prueba de homologaci¨®n de conocimientos que hab¨ªa en la educaci¨®n espa?ola, la selectividad.

- Separaci¨®n de los alumnos por rendimiento. El objetivo del Gobierno es separar en distintas clases dentro de un mismo centro a los estudiantes con los alumnos destinados al bachillerato, a la FP y a los que dejaran de estudiar al acabar la ESO (a los 16 a?os).

-Graduado de educaci¨®n secundaria. Pilar del Castillo ha asegurado, a pesar de la separaci¨®n por rendimiento, todos los estudiantes que acaben la ESO recibir¨¢n el mismo t¨ªtulo. Sin embargo, esto parece dif¨ªcil y habr¨¢ que ver c¨®mo lo resuelve el Gobierno.

-Aumento de las repeticiones de curso permitidas y fin de la promoci¨®n autom¨¢tica (el pasar de curso aunque no se hayan superado la mayor¨ªa de las materias). Ahora se puede repetir curso una vez en primaria y otras dos en cada ciclo de dos cursos de la ESO.

- Elecci¨®n de los directores de los centros. Es posible que el Gobierno establezca que los responsables de las administraciones sean los que los elijan y no los consejos escolares de los institutos y colegios, una medida que muchos consideran que va en detrimento del sistema democr¨¢tico introducido en los centros con las funciones del consejo escolar.

-Incorporaci¨®n de las minor¨ªas a la red concertada. Muchos profesores consideran que si se deber¨ªa distribuir al alumnado que necesita un mayor apoyo entre todos los centros financiados con fondos p¨²blicos. Los colegios concertados apenas escolarizan inmigrantes, alumnos con necesidades especiales y estudiantes conflictivos.