Desidia total en Vallecas
Los suplentes del Madrid y del Rayo pasan de puntillas en un partido sopor¨ªfero
La primera conclusi¨®n de panchanguitas como la celebrada ayer en Vallecas siempre suele ser la misma: los suplentes reivindican dicha condici¨®n. Ni siquiera el fr¨ªo, como el que azotaba anoche en Madrid, les anima m¨¢s de la cuenta. En los partidos con may¨²sculas se sienten desterrados y en citas como la de ayer muchos se sienten castigados. Esa impresi¨®n dieron muchos en el rondito copero de anoche, un engorro del que nadie sac¨® provecho. Los reservas del Madrid pasaron la jornada contando ovejas, sin que los m¨¢s voluntariosos suplentes del Rayo les exigieran otra cosa. La distancia entre el segundo equipo de uno y otro es tan sideral como la existente entre los dos primeros, los que han aupado al Madrid hasta el liderazgo de la Liga y los que han enterrado al Rayo en la cola. Por si fuera poco, el 4-0 de la ida era una cuesta demasiado empinada para los locales, angustiados por la amenaza del descenso.
RAYO VALLECANO 1| REAL MADRID 0
Rayo Vallecano: Lopetegui; Cota, Mainz, Corino, Graff; Mauro (Iv¨¢n Iglesias, m. 73), Azkoitia, Roy, Arteaga; Glaucio y Bolo (Perag¨®n, m. 75). Real Madrid: Casillas; Salgado (Mi?ambres, m. 50), Pav¨®n, Karanka, Roberto Carlos (Ra¨²l Bravo, m.65); McManaman, Flavio Concei?ao, Makelele (Borja, m. 83), Solari; Guti y Munitis. Goles: 1-0. M. 90. Perag¨®n se escapa solo tras coger la espalda a la defensa madridista y cruza el bal¨®n ante la salida de Casillas para marcar. ?rbitro: Medina Cantalejo. Amonest¨® con tarjeta amarilla a McManaman, del Real Madrid, y a Mauro y Perag¨®n, del Rayo Vallecano. Unos 9.000 espectadores en el estadio Teresa Rivero. El Madrid jugar¨¢ el partido de ida de las semifinales el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
Sin tensi¨®n alguna en el marcador, la noche pod¨ªa servir de laboratorio para auscultar el estado de Flavio, McManaman o Karanka, alejados del escaparate desde hace tiempo. Pero ninguno dej¨® huella en medio de la desidia general. Los futbolistas sienten que estos partidos no ofrecen un gramo de gloria y se quitan del medio hasta mejor ocasi¨®n. Dado el nivel que hoy mantienen los primeros espadas del Madrid los reservas pueden excusarse en que en la pizarra de Del Bosque no hay una rendija. ?Qui¨¦n puede aparcar actualmente a Figo, Zidane, Ra¨²l, Roberto Carlos, Hierro....? Una coartada como otra cualquiera para justificar tanto acomodo. Cabr¨ªa la posibilidad de que algunos rentabilizaran partidos as¨ª para revalorizarse en el mercado, pero esa es tarea de los agentes intermediarios.
Con tantos condicionantes, s¨®lo Guti y Munitis aliviaron el sopor con alguna que otra jugada. Una en el primer tiempo, cuando un pase soberbio del c¨¢ntabro dej¨® a Guti a un pelda?o del gol, pero su vaselina a Lopetegui fue muy blanda. Tras el descanso, Munitis desaprovech¨® un servicio magn¨ªfico del madrile?o. No hubo m¨¢s, salvo alg¨²n empe?o final del Rayo que le dio la victoria. L¨®gico tras un duelo que todos hubieran pasado por alto y del que s¨®lo la Federaci¨®n sac¨® provecho: el Rayo jugar¨¢ el mi¨¦rcoles, d¨ªa de semifinales coperas, frente al Alav¨¦s su partido aplazado de Liga. Los pitonisos federativos habr¨¢n respirado.
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