Para huir qued¨¢ndose
'No hay yo que posea la escritura porque la escritura es algo que est¨¢ ah¨ª fuera, es algo que, curiosamente, se objetiva para intentar construir el yo'. As¨ª define Juan Carlos Rodr¨ªguez, en el pr¨®logo, la esencia de la opci¨®n l¨ªrica de ?ngeles Mora (Rute, C¨®rdoba, 1952) en Contradicciones, p¨¢jaros, el poemario con el que el pasado a?o gan¨® el Premio Ciudad de Melilla. Y de este modo lo explicita la propia autora: 'La tierra es un lugar para vivir / pero los versos son la propia vida', o 'son las veredas / que me llevan a m¨ª'. Teor¨ªa y poema se conjuntan para expresar la pugna que Mora establece con la realidad y con la memoria. Ya desde el t¨ªtulo, con algo de paradigma marxiano, el sujeto l¨ªrico marca el territorio por donde avanzar¨¢n los versos: la vida es una sucesi¨®n dial¨¦ctica de contradicciones casi nunca resueltas en t¨¦rminos de realidad, pero de las que s¨®lo puede uno (una) sobreponerse en el espacio de lo imaginario, en el ¨¢mbito del poema, en los p¨¢jaros de la conciencia. Esa voluntad de interrelacionar lo colectivo y lo ¨ªntimo se traduce en una colecci¨®n de poemas austeros, equilibrados, de palabra exacta y sugerente. En ellos respira la memoria (y su impresionismo) y en ellos se refleja, depurada, la experiencia cotidiana. Tambi¨¦n tamizada por una permanente reflexi¨®n sobre el sentido y la utilidad de la propia poes¨ªa. El amor, un sentimiento que crece al calor de la evocaci¨®n de lo vivido, de Para hablar contigo, la primera parte, se convierte en aproximaci¨®n a la muerte y a la ausencia, en D¨ªas enteros en las ramas, en meditaci¨®n sobre el extra?amiento en los dos poemas neoyorquinos de Luna a lo lejos y en reflexi¨®n metapo¨¦tica traspasada por la decepci¨®n ante las resistencias de la realidad en M¨¢s all¨¢ de la literatura, que clausura el poemario.
CONTRADICCIONES, P?JAROS
?ngeles Mora Visor. Madrid, 2001 82 p¨¢ginas. 6,01 euros
La poes¨ªa de ?ngeles Mora, hija del hervidero de impulsos colectivos de la Granada de la transici¨®n pol¨ªtica, muestra en este libro algunos rasgos de la evoluci¨®n vivida en los ¨²ltimos veinte a?os por las po¨¦ticas cercanas a la 'otra sentimentalidad': se ha desprendido de gran parte de la mitolog¨ªa (el cine, los referentes literarios y culturales de su generaci¨®n) que la aliment¨® en sus or¨ªgenes, ha esencializado el erotismo, antes omnipresente, y ha incorporado una voluntad meditativa en la que est¨¢n presentes la sombra de la muerte y la melancol¨ªa provocada por la lucidez decepcionada ante el destino de los sue?os de juventud (aconsejo a este respecto la lectura del poema El porvenir tarda demasiado). Sin embargo, el lenguaje no ha perdido el tono conversacional de libros anteriores, ni la veta ir¨®nica que enlazaba su poes¨ªa, desde Pensando que el camino iba derecho (1982), su primer libro, con la iron¨ªa de ciertos poetas del 50, ni la m¨²sica del poema, basada en el uso de versos de la familia endecasil¨¢bica. Tampoco su conexi¨®n con el mundo: 'Las contradicciones parecen insufribles / en nuestro mundo. / Pero uno intenta / huir de ellas / como los p¨¢jaros: / huir qued¨¢ndose'.
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