Antonio M¨¢rquez conquista Par¨ªs

Tras cosechar buenas cr¨ªticas con las danzas de la ¨®pera Carmen en la temporada pasada en Garnier, ahora viene el bailar¨ªn sevillano con su compa?¨ªa al desangenlado anfiteatro de La Bastilla, consiguiendo meterse al p¨²blico que lo abarrotaba en un bolsillo con su tono caluroso y casi excesivo en la expresi¨®n.

A pesar de un deficiente programa de mano, los espectadores saben vibrar con el virtuosismo y con los bailes m¨¢s raciales. M¨¢rquez presenta la coreograf¨ªa de Granero como demostraci¨®n de la buena forma y el talento de los j¨®venes de su plantilla; despu¨¦s se marca su propia versi¨®n del Zapateado de Sarasate, discutible en lo estil¨ªstico, pero con garra y entrega. Las grabaciones empleadas, tanto la de Diego (donde hay evidentes ecos y hasta frases de la partitura de Bodas de sangre) como la orquestal de Sarasate, poco ayudan a la danza espa?ola de tradici¨®n. Este solo de zapateado es otra cosa si se hace con viol¨ªn y piano, su formato de c¨¢mara id¨®neo. La ac¨²stica mortecina a veces y excesivamente reverberante otras del anfiteatro no ayud¨® a redondear la actuaci¨®n del artista, que se afan¨® en la entrega y en los gui?os de seducci¨®n que a veces son acertados y en otras suenan a postal tur¨ªstica. Justo decir que conecta con el p¨²blico y se despoja de cualquier jondura en busca del efecto.

En Movimiento flamenco hay una cuidada elaboraci¨®n en grupo de las danzas, los trajes de Moreno son lujosos y lucen una hechura artesana admirable, as¨ª como las luces de fuerte paleta de Osuna, muy acertadas para los contrastes. M¨¢rquez aparece primero de negro con sombrero y por fin de blanco criollo, como Joaqu¨ªn Cort¨¦s en Soul. Es como si ning¨²n bailar¨ªn espa?ol de m¨¦rito se pudiera sustraer al influjo de la fusi¨®n latina, y es as¨ª que usa, con acierto, percusi¨®n cubana junto a la caja de toque. La cantaora Johana Jim¨¦nez fue muy aplaudida, lo mismo que los bailarines Jos¨¦ Porcel, Jairo Rodr¨ªguez y Juan Carrillo en su farruca, un dif¨ªcil tr¨ªo de nervio y comp¨¢s. La sole¨¢ de Antonio M¨¢rquez fue muy exteriorizada, complaciente y extensa, y la dotada bailarina Trinidad Art¨ªguez le dio en los tientos una contrapartida noble y amante.