Naufragios culturales
En el mundo de la gesti¨®n empresarial si alguien, ya sea por incompetencia, falta de ambici¨®n, temeridad, o las tres cosas a la vez, permitiera que una rama de negocio especialmente rentable fuera a menos, ser¨ªa despedido sin demasiadas contemplaciones. Pues bien, esta deriva, la de ir a menos, es la que parece seguir el proyecto cultural del IVAM al prescindir del envidiable capital art¨ªstico aportado por una de sus sedes, el Centre del Carme, un brazo tendido, por lo dem¨¢s, por esta instituci¨®n al barrio que la acoge. Cuesta entender que su actual direcci¨®n renuncie a un espacio especialmente apreciado a nivel internacional y, al mismo tiempo, acometa una costosa ampliaci¨®n del Centro Julio Gonz¨¢lez, arrancando, con ello, de sus casas y de su entorno vital a 54 familias y mermando, de paso, al barrio de El Carme de una parte significativa de su poblaci¨®n, justamente cuando lo que ¨¦ste necesita es m¨¢s vecinos para contener su actual degradaci¨®n. Nos parece inadmisible que ni los responsables del IVAM ni los de la Consejer¨ªa de Cultura y Educaci¨®n se hayan interesado porque los vecinos afectados encuentren un realojo digno en el barrio. ?Qu¨¦ significado tiene para ellos la palabra cultura?
Por otra parte, sin entrar a valorar la idoneidad de crear un museo del XIX -doctores tiene la Iglesia-, parece un contrasentido que su instalaci¨®n conlleve desmontar los restos arquitect¨®nicos del antiguo palacio del embajador Vich situados en la sala del mismo nombre del Centre del Carme, ya que su emplazamiento actual es fruto de una actuaci¨®n realizada por el arquitecto Luis Ferreres en el entonces Museo de la Academia de Bellas Artes y ha sido juzgada por muchos expertos como una muestra especialmente brillante de los criterios museogr¨¢ficos propios del XIX. Con el mantenimiento de este vestigio de los criterios de restauraci¨®n de esa ¨¦poca, se enriquecer¨ªa el proyectado museo del XIX y, se preservar¨ªa la memoria de la Academia y antiguo museo de Bellas Artes, que tuvo su sede en esta parte de la ciudad.
La subsecretaria de Cultura, Consuelo Ciscar, ha arg¨¹ido que el desmontaje de estas piezas, adem¨¢s de permitir la reconstrucci¨®n del antiguo patio renacentista del Palacio del Embajador Vich, contribuir¨ªa a configurar una imagen m¨¢s 'unitaria' del conjunto de El Carme. Pero lo cierto es que la actual disposici¨®n de las mismas no distorsiona el espacio del antiguo refectorio del convento ni, por consiguiente, su apreciaci¨®n como ejemplo del estilo g¨®tico ya que fueron colocadas no con fines arquitect¨®nicos, sino para que sirvieran a su funci¨®n de piezas de museo. Es m¨¢s, sirven perfectamente como elemento de uni¨®n entre el claustro tambi¨¦n renacentista adjunto al citado refectorio.
Esto no significa que estemos en contra de la reconstrucci¨®n del patio del Palacio del Embajador Vich en el Museo San P¨ªo V. Nos parece muy acertado que se reagrupen las piezas del antiguo palacio almacenadas en este museo para configurar el patio o cortile renacentista, pero, ya que se trata de una reconstrucci¨®n de car¨¢cter did¨¢ctico y museogr¨¢fico, y no de una restauraci¨®n en su lugar de origen, proponemos que ¨¦ste se complete con r¨¦plicas de las que est¨¢n ubicadas en El Carme, evitando as¨ª gastos y riesgos innecesarios ya que en su d¨ªa no se previ¨® que la actuaci¨®n fuera reversible. Cabe recordar que la propuesta de mantener los elementos arquitect¨®nicos en el Centre del Carme, adem¨¢s de por nuestra asociaci¨®n, ha sido defendida por miembros del Consell Valenci¨¤ de Cultura, historiadores del arte, como Maota Soldevilla, y arquitectos restauradores como Esteban Chapapr¨ªa y Rafael Soler,
La importancia de los proyectos culturales ubicados en el barrio de El Carme requiere una visi¨®n coordinada y de conjunto, que tenga en cuenta las opiniones de todos los implicados, desde los gestores culturales a los vecinos. S¨®lo as¨ª evitar¨ªamos que la soberbia o las citas electorales los malogren.
Miguel ?ngel Piqueras es presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos y comerciantes Amics del Carme.
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