Tiempo de silencio
El silencio ha penetrado por los resquicios de nuestro paisaje como una pegajosa niebla; se ha colado en los ambientes de trabajo, en las cuadrillas de amigos y en el interior de las familias. '?Qu¨¦ tal?'. 'Ondo, ondo...'. Y en tu mente el soliloquio del personaje de Mart¨ªn-Santos durante la oprobiosa: 'Porqu¨¦ desesperarse si uno sigue amojam¨¢ndose silenciosamente y las rosas siguen siendo las rosas...?'
El ¨²ltimo cap¨ªtulo empez¨® por un acto de compasi¨®n hacia una viuda. Y por una conjunci¨®n de casualidades. Durante el pleno de diciembre de 1999 en el Ayuntamiento de Zum¨¢rraga, se consumaba la renuncia de un concejal del Partido Popular, y de los tres siguientes candidatos de la lista electoral, y tomaba posesi¨®n el candidato Manuel Indiano. Adem¨¢s, Uxue Busca, concejal nacionalista era nombrada vocal del Centro Geri¨¢trico. A partir de entonces, estos dos nombres -Manuel y Uxue- orbitar¨¢n juntos en la galaxia de Internet. El acta de esta sesi¨®n sigue apareciendo en la Red en la ¨²ltima actualizaci¨®n de la p¨¢gina municipal. Como si aquel 21 de diciembre se hubiera encasquillado el tiempo municipal en la villa. El tiempo de Manuel, sin embargo, se aceler¨®. En enero supo que ser¨ªa padre. En marzo ocup¨® el cargo de concejal. En abril renunci¨® a la escolta que le hab¨ªan asignado y abri¨® una tienda de golosinas. Su tiempo se precipitaba ya en una cascada. El 29 de agosto, Uxue, casualmente en funciones de alcalde, se encontr¨® entre sus brazos el cuerpo de Manuel acribillado por trece balazos junto a sus chucher¨ªas y juguetes. Uxue se abraza a la viuda y dos meses despu¨¦s se convierte en madrina de su hija. Por estos hechos Uxue es condenada por los tribunales militares invisibles. Y de poco le sirve ser nacionalista, porque ahora se ha convertido en una traidora.
De poco le sirve a Uxue Busca ser nacionalista, porque se ha convertido en una traidora
En Zum¨¢rraga se ha instalado el silencio de los corderos tras pasar el ¨¢ngel exterminador
En tiempos de silencio, la amistad entre montescos y capuletos es inequ¨ªvoco signo de traici¨®n. Con su dimisi¨®n, Uxue ha dejado de ser una concejal acosada por los amigos de quienes asesinaron a Manuel. La Bestia ha cobrado, de nuevo, las rentas del matadero. Pero el infierno de Uxue ?habr¨¢ terminado?
En Zum¨¢rraga he comprobado la fuerza de la compasi¨®n frente al terror. El primer enemigo de un sicario es el sentimiento de compasi¨®n. Quien se forja para ser un asesino debe erradicar el instinto que le lleva a conmoverse con el sufrimiento ajeno. El joven borrokalari que busca convertirse en instrumento eficaz de destrucci¨®n no puede permitirse tales lujos. Quienes tutorizan la carrera en la violencia de estos j¨®venes se saben arruinados si los pupilos percibieran al concejal del PP como pr¨®jimo y, m¨¢s a¨²n, como pr¨®ximo en el afecto. Lo s¨¦ por mi primo Ram¨®n, que fracas¨® en su intento de llegar a ser buen terrorista.
Una vez arrancada la propia capacidad de compasi¨®n, es cuesti¨®n de tiempo y de coherencia empezar a erradicar la compasi¨®n de los dem¨¢s. La compasi¨®n por la hu¨¦rfana de un enemigo ha convertido a Uxue en traidora, tanto m¨¢s por ser nacionalista. Claro que con estas premisas tiene que haber mucho traidor en Euskadi.
Pues no lo crean. No hay tantos. La gente se cuida. Sin ir m¨¢s lejos, iba yo el otro d¨ªa por la Gran V¨ªa de Bilbao cuando me sacudi¨® el bombazo. Y all¨ª, sobre aquella alfombra de cascotes y cristales, la gente pasaba en todo el sentido de la palabra. Que lo nuestro es pasar. Pasar sin hacer camino e incluso sin pisar. Porque aqu¨ª hay mucha mina enterrada a flor de piel.
Si no fuera por los socialistas, que tienen la consideraci¨®n de exhibirnos una foto del pa¨ªs mostr¨¢ndonos lo que pasa en su partido, una podr¨ªa pensar que aqu¨ª no pasa nada. Y en Zum¨¢rraga, menos que nada. All¨ª se ha instalado el silencio de los corderos tras el paso del ¨¢ngel exterminador. ?Seremos capaces los espa?oles o vascos o europeos, seremos capaces de ver, lo que nos est¨¢ sucediendo a todos en Zum¨¢rraga?
Ahora que anda Ram¨®n J¨¢uregui buscando soluci¨®n para su partido, ?por qu¨¦ no piensan un poco en el problema antes que en la soluci¨®n? ?Por qu¨¦ no piensan en Zum¨¢rraga? No es tan dif¨ªcil. Imaginemos que se re¨²ne la ejecutiva federal o la gestora y alguien dice: '?Qu¨¦ hacemos con Zumarraga?'. Si entendieran este problema, puede que empezasen a entender lo que sucede en Euskadi y lo que se juega en Espa?a y en Europa. Porque a¨²n no han ca¨ªdo en cuenta que se la est¨¢n jugando.
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