Chispas de ingenio
He aqu¨ª lo que ya llamar¨ªa un tipo de libro simp¨¢tico. Se trata de un conjunto de cuentos reunidos en torno al amor, sobre todo al amor adolescente o juvenil, pues casi todos responden a ello con la excepci¨®n del muy ingenioso y divertido titulado La conversi¨®n de Casanova. En general, responden a un esquema que unifica la figura del amante masculino con una imagen constante de indecisi¨®n, sofoco y titubeo mientras que el car¨¢cter de las mujeres ofrece un abanico m¨¢s variado y, desde luego, una presencia de ¨¢nimo m¨¢s madura, aun en los casos de mayor ingenuidad. Est¨¢n narrados en primera persona o por medio de un narrador confianzudo y dispuesto a actuar como comentarista de modos y costumbres, adem¨¢s de aparecer como un tanto moralizante y ejemplificador. No deja de ser curioso que estos cuentos, escritos a la manera tradicional, los publicase Hesse a principios de un siglo cuyo primer tercio vio eclosionar las vanguardias contempor¨¢neas y durante el cual Hesse firm¨® sus obras m¨¢s celebradas -y nada vanguardistas, formalmente-, como El lobo estepario o Siddharta.
NUEVOS CUENTOS DE AMOR
Hermann Hesse Traducci¨®n de Berta Farenberg Freire RBA. Barcelona, 2001 274 p¨¢ginas. 19,53 euros
As¨ª pues, asuntos amables y con aire de relatos de media tarde ante un auditorio de conocidos y un t¨¦ o una copa de jerez. No digo esto con mala intenci¨®n sino con la de advertir al lector el tipo de literatura con el que se va a encontrar. ?Hay algo de malo en pasar una agradable velada espoleados por la curiosidad de ver c¨®mo se desliza por una superficie tranquila ese asunto tan universal llamado el amor de los j¨®venes? Los relatos coinciden, adem¨¢s, en otorgar gran importancia al escenario natural; hay un indudable pante¨ªsmo en el modo con que Hesse arrastra a la Naturaleza a compartir los momentos de exultaci¨®n -y tambi¨¦n los des¨¢nimos- de sus personajes. Y otra coincidencia es que suelen moverse en el entorno de una burgues¨ªa, ciudadana o rural, confortable; son mundos que quedan rotos por los encontrados sentimientos de los amantes, las presiones familiares y hasta el destino, pero cuyas heridas el autor las acaba suturando de un modo u otro, bien con melancol¨ªa, bien con cierto dramatismo, con humor en alg¨²n caso y con un mayoritario: ?qu¨¦ cosas tiene la vida!
Vean un modo de escritura caracter¨ªstico: 'Lleg¨® la primavera, con sus narcisos amarillos sobre suaves matas verdes, con el profundo azul de lejanas monta?as boscosas, con los finos velos de las hojas nuevas de la arboleda y el retorno de las aves migratorias. Las amas de casa plantaban jacintos y geranios en las jardineras y las colocaban delante de las ventanas. Los hombres descansaban a mediod¨ªa en las puertas de las casas, en mangas de camisa y por las tardes pod¨ªan jugar a los bolos al aire libre. Los j¨®venes estaban inquietos, se apasionaban y se enamoraban'. Hay relatos de mayor fuste, como Julio -que introduce en la familia de turno y en la historia amorosa de una pareja a un preceptor cuya presencia dinamiza y carga de misterio el relato- o La marmoler¨ªa, que contiene una historia de mayor calado dram¨¢tico. Tambi¨¦n destacan el ya mencionado en primer lugar sobre una curiosa aventura del caballero Casanova o el titulado Tedium vitae, que introduce el ennnui decimon¨®nico en un personaje casi yacente al que una bella muchacha hace levantar los ojos y el ¨¢nimo por unos d¨ªas. Pero la mayor¨ªa de los cuentos tiende a primar la an¨¦cdota y la descripci¨®n. Por eso digo que se trata de una literatura amable, pero muy entretenida y a la que nunca le falta una chispa de ingenio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.