Un ejercicio te¨®rico para una globalizaci¨®n mejor
La globalizaci¨®n forma parte ya del vocabulario de casi cualquier persona, y qui¨¦n m¨¢s qui¨¦n menos tiene una opini¨®n formada sobre el nuevo modelo econ¨®mico, imparable y beneficioso seg¨²n algunos y objeto de las iras de otros. Lo que intenta esta obra es explicar c¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª y, sobre todo, hacer una propuesta te¨®rica de hacia d¨®nde deber¨ªamos ir para que la globalizaci¨®n fuera un proceso m¨¢s democr¨¢tico y m¨¢s justo.
Para ello, los autores dan un peque?o paso atr¨¢s, hasta la gestaci¨®n del Estado Social europeo a partir de los primeros sistemas de seguridad social de finales del siglo XIX y, sobre todo, principios del XX, y la azarosa construcci¨®n de los sistemas de protecci¨®n social en Estados Unidos y Am¨¦rica Latina.
La globalizaci¨®n gobernada. Estado, sociedad y mercado en el siglo XXI
Daniel Mart¨ªnez y Mar¨ªa Luz Vega Ruiz Editorial Tecnos ISBN 84-309-3744-7
La ecuaci¨®n que combinaba democracia pol¨ªtica, econom¨ªa de mercado y protecci¨®n social, indiscutible en Europa durante cincuenta a?os, se empez¨® a erosionar en los a?os ochenta. Los ultraliberales Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido son el ejemplo extremo, seg¨²n los autores, de lo que ellos llaman 'asalto' al Estado Social y que ha desembocado en lo que hoy llamamos globalizaci¨®n, que esta obra considera irreversible. Y en sus problemas: de participaci¨®n pol¨ªtica y de reparto de la riqueza, sobre todo.
Este proceso no s¨®lo se caracteriza por un aumento de las transacciones internacionales de bienes, servicios y capitales, una desregulaci¨®n de los mercados y una revoluci¨®n tecnol¨®gica que ha tenido consecuencias directas en la productividad de muchos pa¨ªses -Estados Unidos es el ejemplo m¨¢s evidente-, sino tambi¨¦n por la limitaci¨®n de las migraciones o la erosi¨®n de la protecci¨®n social de amplios colectivos.'Para el nuevo modelo el capital es global, pero el trabajo, local', resumen los autores. Es decir, que se tiende a desregular todo lo relacionado con los movimientos comerciales y monetarios mientras se endurecen las normas relacionadas con la inmigraci¨®n. Se constata, adem¨¢s, dicen, la aparici¨®n de distintas clases de trabajadores, con grados de protecci¨®n muy diferentes -fijos, temporales e informales- y una tendencia a dejar bajo m¨ªnimos la protecci¨®n social.
Son estas circunstancias las que llevan a los autores a hablar de globalizaci¨®n desgobernada o de la era de la inseguridad y a reclamar un nuevo contrato social que ponga orden entre el mercado, el Estado y la sociedad. Un acuerdo 'indispensable' para que la globalizaci¨®n se convierta en un proceso del que no queden excluidas naciones enteras -?frica- ni salgan perjudicados los colectivos m¨¢s d¨¦biles de una sociedad o acabe por mermar la participaci¨®n pol¨ªtica de los ciudadanos.
Los autores no enarbolan la bandera de la antiglobalizaci¨®n. Su alternativa es menos radical y mucho menos real, pues se trata de un mero ejercicio te¨®rico. Se trata de aprovechar las oportunidades que ofrece el proceso para paliar algunos de sus efectos, como que las organizaciones internacionales se encarguen de garantizar los derechos humanos, incluidos los laborales, la reconstrucci¨®n del Estado Social para garantizar unos m¨ªnimos de protecci¨®n m¨¢s elevados o que la actuaci¨®n del mercado est¨¦ siempre supeditada al bien com¨²n.
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