'En el flamenco siempre existieron las variaciones, la espontaneidad'
El segundo disco del pianista flamenco David Pe?a Dorantes ver¨¢ la luz pr¨®ximamente en una producci¨®n de Emi Ode¨®n. Dorantes se confiesa m¨¢s maduro y m¨¢s libre a la hora de abordar este trabajo que cuando sac¨® a la calle su primer disco.
Los reajustes econ¨®micos de la casa editora que se han simbolizado en la rescisi¨®n del contrato a Mariah Carey no parecen haber llegado hasta Dorantes ya que, en este caso, se ha doblado la inversi¨®n con respecto al primero -los ocho millones de entonces se han convertido ahora en una cifra cercana a los 15- y no ha existido cicater¨ªa en los medios para hacer de la grabaci¨®n un producto de prestigio. De las 10 composiciones que incluye, cinco han sido grabadas en Par¨ªs, tres en la capital b¨²lgara, Sof¨ªa, y s¨®lo dos en Utrera (Sevilla). La estancia en estas dos ciudades y el contacto con sus m¨²sicos han dado a Dorantes visiones nuevas. ?l se confiesa mas maduro y m¨¢s libre a la hora de abordar los temas que cuando se vio en la misma tesitura ante su ¨®pera prima.
'Los instrumentos orientales se adaptan muy bien a la l¨ªnea mel¨®dica flamenca'
Adem¨¢s de El Sur, compuesta casi inmediatamente despu¨¦s de la aparici¨®n del primer disco y que ya ha sido escuchada por los asistentes a muchos de sus conciertos, conforman la producci¨®n Danza de las sombras, unos raros tanguillos llenos de polirritmia; Caravana de los z¨ªncali, Ni?ez; llena de fragmentos de nostalgia y soleares; Barrio Latino, una rumba pasada por la fiesta en el Sena; Batir de alas, que contiene retazos de cadencias b¨²lgaras; las buler¨ªas en falseta A ritmo de berza; el romance Di, di Ana, que canta Esperanza Fern¨¢ndez; El Mentidero, movi¨¦ndose entre el tanguillo y la habanera con melod¨ªa de su hermano Pedro; y la balada De pan y miel, una composici¨®n que se distancia de la estructra flamenca.
Por los intermedios de Danza de las sombras o en los de Barrio Latino se permite introducir variaciones que saben a jazz, pero tambi¨¦n el lujo de contestar a la pregunta sobre las relaciones entre el arte de El Fillo y el de Miriam Mackeba que ¨¦l no sabe hasta que punto usa el jazz y que, en esos casos, se siente m¨¢s cercano a Bach. 'En el flamenco siempre existieron las variaciones, la espontaneidad'.
Puede ser. Bach compuso una c¨¦lebre pieza, su Chacona, algo de lo que sab¨ªan entonces mucho los gitanos espa?oles y de lo que siguen sabiendo los gitanos del Sacromonte granadino que, inevitablemente, la incluyen en sus zambras. 'En realidad, a?ade, lo que s¨ª me ha dado el jazz es el n¨²mero de compases a los que llegar en las variaciones para dar paso a la entrada de los instrumentos', comenta. Nacho Gil, el saxo, ha debido tomar buena nota de todo porque con estas maneras ejecuta un magn¨ªfico solo en Barrio Latino.
En Caravana de los z¨ªncali y Batir de alas interviene la Orquesta Sinf¨®nica de Radio Sof¨ªa, dirigida por el maestro Tomas Gubisch, y el m¨²sico m¨¢s famoso de toda Bulgaria, Teodossis Spassov, un virtuoso del cavac, una extra?a flauta sin embocadura que permite fragmentar muchas veces las notas. Tambi¨¦n interviene en esta pieza un coro de voces blancas. 'Creo que estos instrumentos le vienen muy bien al flamenco porque pueden emitir cuartos de tonos o a¨²n menos', dice Dorantes, 'o sea, lo que ha hecho el cantaor siempre'. 'Los instrumentos orientales, en general, se adaptan muy bien a la l¨ªnea mel¨®dica flamenca y yo le doy m¨¢s importancia a la forma de expresar las cosas que a la armon¨ªa. Me gustan los compases raros, como a Bela Bart¨®k', dice.
El sentimiento de la sole¨¢ sale a flote en Di, di Ana, construida sobre un romance compuesto por su padre, Pedro Pe?a, hace ya muchos a?os y que Morente interpret¨® en uno de sus primeros discos. Ahora la canci¨®n vuelve -en la voz c¨¢lida y triste de Esperanza Fern¨¢ndez- a contar con instrumentaci¨®n expresionista la historia de la mujer que esper¨® contra toda esperanza a su marido -fusilado por los sublevados- durante el resto de su vida.
Para la Bienal de Flamenco de Sevilla s¨®lo quedan meses y su nombre ha ido a Fitur entre los que estar¨ªan entre septiembre y octubre en los grandes escenarios del nuevo flamenco. 'En la Bienal quisiera estar con m¨¢s m¨²sica que espect¨¢culo, pero me gustar¨ªa que el romance estuviera dentro de mi concierto', concluye.
El romance. Puede ser que en el romance est¨¦ el principio de algo que despu¨¦s parece no haberlo tenido: el flamenco, siempre a punto de morirse y siempre nuevo. Como una boda.
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