Pujol llama 'pacto contra natura' a la oferta del PP para entrar en el Gobierno

La puerta para participar en el Ejecutivo central nunca se ha cerrado y as¨ª continuar¨¢. Pero CiU opina que ahora no toca. Espa?a se halla inmersa en un proceso de 'involuci¨®n' auton¨®mica en la que el PP pretende 'adoptar nuevas facultades para los gobiernos centrales', seg¨²n la carta remitida por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a Jordi Pujol. Y para el l¨ªder de CiU, la oferta es un 'pacto de gesti¨®n, a cambio de una gran renuncia pol¨ªtica. Una adhesi¨®n incondicional y, contra natura'.

En una conferencia convocada expresamente para que el presidente catal¨¢n expresara las razones de su rechazo a la oferta de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Pujol invit¨® al PP a dar por concluido este debate porque, dijo, deber¨¢ 'reabrirse alg¨²n d¨ªa'. ?Cu¨¢ndo? Cuando el Partido Popular no disponga de mayor¨ªa absoluta, necesite los votos de CiU y Jordi Pujol ya est¨¦ fuera de la escena pol¨ªtica.

El presidente, arropado por la plana mayor de la federaci¨®n nacionalista y por un amplio abanico del empresariado catal¨¢n, volvi¨® a repetir ayer su ya conocida l¨ªnea argumental sobre las relaciones entre Catalu?a y Espa?a: cuanto m¨¢s ofrezca Madrid, m¨¢s imbricado estar¨¢ el Gobierno catal¨¢n en la pol¨ªtica espa?ola. Cualquier colaboraci¨®n, incluida la posibilidad de que haya ministros catalanes, tiene un precio, y en esta ocasi¨®n Pujol lo fij¨® en un sustancial incremento del poder pol¨ªtico de Catalu?a.

Solucionado el problema de la financiaci¨®n auton¨®mica, y con excelentes resultados, seg¨²n el presidente de la Generalitat, ahora toca el autogobierno catal¨¢n porque en Catalu?a, afirm¨®: 'Primero queremos ser catalanes, y como catalanes nos queremos realizar... Si no lo somos, no seremos nada'.

Pero el viento sopla en contra de los intereses de CiU. Pujol revel¨® el contenido de la carta en la que Aznar le ofreci¨® entrar en el Gobierno. En la misiva, enviada el pasado 9 de enero, el presidente del Ejecutivo central comenta adem¨¢s la necesidad de reforzar las estructuras de poder estatal e incrementar la colaboraci¨®n auton¨®mica. A juicio de Pujol, la carta revela la verdadera intenci¨®n del PP de 'rebajar el poder pol¨ªtico de la Generalitat y convertirla en una especie de gran Diputaci¨®n'. 'Para que las autonom¨ªas', agreg¨®, 'vuelvan a ser una provincia espa?ola'. El l¨ªder de CiU opin¨® que mientras los resultados de la colaboraci¨®n con el PP en asuntos econ¨®micos y sociales han sido positivos, en materia de autogobierno se est¨¢ produciendo un 'reflujo negativo'.

?Significa que CiU se negar¨¢ en el futuro a integrarse en el Gobierno central? En absoluto. El presidente de la Generalitat dej¨® la puerta abierta a esta posibilidad, pero siempre y cuando las demandas de CiU se vean cumplidas. Y los nacionalistas piden, seg¨²n enumer¨® Pujol: las competencias pendientes recogidas en el Estatuto; la aplicaci¨®n m¨¢s proautonomista de la Constituci¨®n y el Estatuto; y la transferencia de competencias reservadas a la Administracion central mediante la aplicaci¨®n del art¨ªculo 150.2 de la Constituci¨®n.

S¨®lo entonces 'la idea de que alg¨²n d¨ªa desaparecer¨¢ el elemento reivindicativo del escenario pol¨ªtico, o disminuir¨¢ mucho, es v¨¢lida... y ser¨¢ posible que el nacionalismo catal¨¢n participe en el Gobierno espa?ol'.

Alcanzar esta meta s¨®lo se conseguir¨¢ 'mientras en Catalu?a gobiernen fuerzas pol¨ªticas no dependientes de Madrid', lo cual excluye al Partido Popular y a los socialistas, y mediante una negociaci¨®n bilateral entre CiU y el Gobierno central. 'Hay una cuesti¨®n recurrente, que es si la negociaci¨®n con Madrid tiene que hacerse desde un planteamiento unitario [de todas o casi todas las fuerzas pol¨ªticas catalanas]. La experiencia que hemos acumulado', manifest¨®, 'no nos aconseja hacerlo'.

A pesar de las reiteradas negativas a entrar en el Gobierno, Pujol expres¨® la voluntad de CiU de seguir colaborando en la gobernabilidad de Espa?a. 'A partir del momento en que nuestro nacionalismo opt¨® mayoritariamente por resolver nuestro problema nacional dentro del marco del Estado espa?ol se impon¨ªa tener tambi¨¦n una pol¨ªtica espa?ola. Y el nacionalismo catal¨¢n ha procurado siempre que eso se hiciera en positivo', manifest¨®.

De ese empe?o puso numerosos ejemplos. Record¨® cuando el entonces portavoz de CiU en el Congreso, Miquel Roca, le llam¨® tras la noche de insomnio del 23-F. 'Yo le dije, sin darle tiempo a hablar, que hiciera lo que ten¨ªa en la cabeza. Y eso era cambiar el sentido del voto a la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo; hab¨ªamos votado que no y ahora ¨ªbamos a votar que s¨ª', explic¨® Pujol. Pero le dijo: 'Vete al micr¨®fono m¨¢s cercano y hazlo de inmediato -¨¦l acababa de salir del Congreso- porque de otra manera creer¨¢n que nos han dado algo a cambio'.

El pr¨®logo de Duran

Pujol habl¨® en tono tranquilo, poco crispado. Lejos de las formas y ademanes utilizados el pasado 20 de enero en el mitin de entronizaci¨®n de Artur Mas como sucesor. El presidente catal¨¢n tuvo como telonero a un Josep Antoni Duran Lleida, secretario general de la federaci¨®n de CiU, que con el discurso del l¨ªder bien aprendido hizo, m¨¢s que un pr¨®logo, una s¨ªntesis. Duran defendi¨® la necesidad de mantener la tradici¨®n genuinamente nacionalista de CiU e imbricarse en la gobernabilidad de Espa?a.

Tan s¨®lo hubo una sombra de discrepancia entre Jordi Pujol y el l¨ªder democristiano, y es que Duran cuantific¨® en cuatro los ministerios ofrecidos a CiU por el Gobierno del Partido Popular. A ello Pujol puntualiz¨®: 'Lo de los cuatro ministerios tal vez obedece a una t¨¢ctica [apareci¨® en algunas informaciones period¨ªsticas]; el Gobierno no lo ha dicho nunca'.