El gen del lenguaje
Entre los descubrimientos cient¨ªficos del a?o 2001 hay uno, publicado en octubre, que pienso que merece el adjetivo de 'hist¨®rico', aunque no ha figurado en varios balances de fin de a?o que he tenido la oportunidad de leer. Se trata de la identificaci¨®n por un equipo encabezado por Cecilia S.L. Lai y Simon E. Fisher, de un gen concreto, en el cromosoma 7, que produce en los miembros de una familia serias dificultades ling¨¹¨ªsticas. Y no se trata de simples defectos de dicci¨®n, sino de problemas graves a la hora de construir las frases y de entenderlas, de aplicar la l¨®gica del lenguaje en definitiva. Esas personas investigadas no eran, por otro lado, inferiores en inteligencia general a las personas normales. En consecuencia, el lenguaje parece ser una cosa diferente e independiente de lo que se considera la inteligencia general, que es medida por los psic¨®logos por medio de tests.
En contraste con las dificultades de los adultos portadores de ese gen para hablar correctamente, los ni?os normales nos sorprenden siempre por su asombrosa destreza a la hora de manejar el idioma materno.
Por eso nos hacen gracia, porque resulta chocante que un mocoso que apenas levanta un metro del suelo hable como un gram¨¢tico. Los errores que cometen los cr¨ªos al hablar, y que tanto nos divierten, se deben a que se pasan de listos y aplican la regla sin excepci¨®n, convirtiendo en regulares los verbos irregulares, por ejemplo. De una manera inconsciente parecen tener muy clara la estructura interna del idioma. Otras destrezas como la aritm¨¦tica, aparentemente menos dif¨ªciles que aprender un idioma, las adquieren los ni?os m¨¢s tarde, con mucho esfuerzo y un profesor. Hablar es algo natural en los ni?os; multiplicar no.
El ling¨¹ista Noam Chomsky lleg¨® hace 40 a?os a la convicci¨®n de que, efectivamente, los ni?os vienen al mundo con estructuras neuronales que los capacitan para aprender un idioma; en cierto modo, disponen de un '¨®rgano para el lenguaje'. Debe de haber algo com¨²n, un conjunto de reglas, en todas las lenguas a pesar de su enorme diversidad; por eso es posible la traducci¨®n, el trasvase entre idiomas. Esa base com¨²n, ser¨ªa, seg¨²n Chomsky, innata.
El gen an¨®malo que presenta la familia investigada s¨®lo se diferencia de su forma normal en una base de la cadena de nucle¨®tidos (adenina en lugar de guanina) en una sola hebra de la doble h¨¦lice del ADN. Ese cambio modifica un s¨®lo amino¨¢cido en la cadena de la prote¨ªna para la que codifica el gen. El resultado de una variaci¨®n tan min¨²scula en una mol¨¦cula es sorprendente: un grave problema ling¨¹¨ªstico.
?Debe deducirse de lo descubierto que existe algo as¨ª como un 'gen para el lenguaje'? Nada de eso. El que un cambio de base impida formar bien las frases no significa que ese gen concreto sea el responsable del lenguaje. Pero s¨ª parece querer decir que hay una base gen¨¦tica para el lenguaje, reivindicando al ling¨¹ista Chomsky. Y si el lenguaje, que es tan importante, tan humano, y tan complejo, tiene una base biol¨®gica ?cu¨¢ntos otros aspectos de nuestra humanidad la tienen? Hay todo un abanico de opiniones al respecto, desde los que piensan, como dec¨ªa tajantemente Ortega y Gasset, que el ser humano no tiene naturaleza y todo en ¨¦l es cultura, hasta los convencidos de un determinismo gen¨¦tico estricto de la personalidad, llegando casi hasta la ecuaci¨®n 'un gen, un rasgo del car¨¢cter'. Entre medias se encuentran los que imaginan que los genes establecen predisposiciones muy generales, amplias avenidas que recorremos en nuestra infancia y a lo largo de las cuales se va formando la mente del adulto en di¨¢logo constante con el ambiente cultural en el que se produce el desarrollo.
El descubrimiento del gen citado en el cromosoma 7 no soluciona nuestras dudas, pero puede ser un primer paso, una primera aportaci¨®n del Proyecto Genoma Humano al conocimiento de las bases biol¨®gicas del comportamiento. Y tambi¨¦n representa quiz¨¢s el nacimiento de una nueva disciplina cient¨ªfica: la gen¨¦tica cognitiva.
Juan Luis Arsuaga es catedr¨¢tico de Paleontolog¨ªa. Universidad Complutense.
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