Grandes firmas financieras se van de Manhattan

Pas¨® lo que la alcald¨ªa de Nueva York m¨¢s tem¨ªa. Dos grandes firmas financieras que ocupaban oficinas en las Torres Gemelas, Morgan Stanley y Goldman Sachs, han decidido mudarse definitivamente de Manhattan, llev¨¢ndose de la ciudad 4.700 empleos. The New York Times estimaba ayer que el distrito financiero se ha quedado sin 23.000 empleos desde los atentados y se arriesga a perder otros 144.000 en los pr¨®ximos meses. Las dos empresas trasladar¨¢n parte de sus operaciones a los suburbios de Westchester y Nueva Jersey, respectivamente, por econom¨ªa y por seguridad. La perspectiva de un nuevo atentado est¨¢ impulsando a muchas empresas a desertar de la Gran Manzana.

Morgan Stanley era el mayor inquilino del World Trade Center (30 pisos en la torre sur). Su decisi¨®n es altamente simb¨®lica. Gracias a los avances tecnol¨®gicos, muchas firmas financieras ya estaban en proceso de descentralizaci¨®n, pero la alcald¨ªa esperaba al menos conservarlas en el coraz¨®n de la ciudad, porque representan el 20% de los impuestos municipales. El 11 de septiembre de 2001 ha acelerado y agravado el proceso. Ahora Morgan Stanley ocupar¨¢ el edificio de Texaco en el tranquilo y discreto suburbio de Harrison (Nueva York). A¨²n m¨¢s significativa ha sido la decisi¨®n de Goldman Sachs de trasladar sus operaciones burs¨¢tiles, el n¨²cleo duro de Wall Street, a la vecina ciudad de Nueva Jersey en 2004. Otra firma, Marsh&McLeannan, est¨¢ ultimando un trato para trasladar su sede a Nueva Jersey, donde gozar¨¢ de una vista incomparable y mucho m¨¢s segura que el perfil neoyorquino.

Esta fuga organizada se debe en parte a la b¨²squeda de alquileres m¨¢s baratos, pero sobre todo a la preocupaci¨®n por un posible nuevo ataque contra Nueva York. La mayor¨ªa de las firmas que se quedaron literalmente en la nada al derrumbarse las torres no quieren arriesgarse a quedarse paralizadas durante d¨ªas y perder de nuevo millones de d¨®lares. Los incentivos fiscales propuestos por la alcald¨ªa no fueron suficientes para convencerlas de quedarse en la ciudad, algo que podr¨ªa influir negativamente en los proyectos que ya se barajan para construir rascacielos de oficinas en el nivel cero.