Nueva York tiene miedo de las protestas antiglobalizaci¨®n

Nueva York se prepara a vivir sus primeras manifestaciones desde los atentados del 11 de septiembre. Desde hoy, y hasta el lunes, el Foro Econ¨®mico Mundial reunir¨¢ a unos 3.000 l¨ªderes planetarios en una convocatoria informal a la que se teme que tambi¨¦n asistan, en la calle, miles de manifestantes antiglobalizaci¨®n. Manhattan, que aspira a la normalidad, vuelve a estar tomada por el mayor despliegue de seguridad de los ¨²ltimos meses.

Polic¨ªas y manifestantes saben que enfrentarse en una ciudad todav¨ªa marcada por la tragedia no es bueno para su imagen. El predicador iluminado y barbudo que todas las ma?anas anuncia en los parterres de Park Avenue la llegada inminente del apocalipsis bajo la mirada indiferente de los oficinistas se encontr¨® ayer con un p¨²blico inesperado: algunos de los casi 4.000 polic¨ªas desplegados en las inmediaciones del hotel Waldorf Astoria, donde se celebrar¨¢n las reuniones del foro, ahora un aut¨¦ntico b¨²nker.

Vallas de cemento bloquean las calles, tramos enteros han sido cortados a la circulaci¨®n. Nadie puede pasar sin documento de identidad o credencial especial. Los camiones de arena que antes custodiaban el edificio de la ONU han sido trasladados cerca del hotel. La polic¨ªa de esta cuidad siempre hace las cosas a lo grande. Nadie quiere ver incidentes como los de Seattle o G¨¦nova.

La lista de participantes incluye un sinf¨ªn de pol¨ªticos, empresarios, intelectuales y artistas. Estar¨¢n, entre otros, aunque no en los mismos debates, el presidente de Microsoft, Bill Gates; el l¨ªder afgano, Hamid Karzai; el presidente surcoreano, Kim Dae Jung; el secretario de Estado, Colin Powell; el secretario general de la ONU, Kofi Annan; el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani; el actor Alec Baldwin; el fil¨®sofo Francis Fukuyama; el reverendo Desmond Tutu, y el compositor Quincy Jones, por s¨®lo citar a algunos. Por parte espa?ola asistir¨¢n el vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato; la comisaria Loyola de Palacio; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Hablar¨¢n de temas tan variados como la econom¨ªa mundial, el poder de la arquitectura, el gobierno global, la inteligencia artificial, el di¨¢logo entre civilizaciones o los problemas de medio ambiente.

El foro se celebra normalmente en Davos (Suiza), pero, tras el 11-S, los organizadores decidieron trasladar el evento a Manhattan. Lo que empez¨® siendo un gesto de solidaridad se ha convertido en un quebradero de cabeza para todos, empezando por los asistentes, que han pagado 25.000 d¨®lares por cabeza por franquear interminables controles policiales, y los neoyorquinos, que soportar¨¢n de nuevo las pesadillas del tr¨¢fico. Ya ni el metro es seguro. Los conductores tienen consignas de saltarse las estaciones de la zona si la cosa se pone fea.

Para tener una idea de c¨®mo est¨¢ el ambiente, uno de los responsables de la polic¨ªa, Joseph Esposito, anunci¨® hace unos d¨ªas que aplicar¨¢ al pie de la letra una ley de 1845 que proh¨ªbe a m¨¢s de dos manifestantes llevar la cara oculta. 'Si tres o m¨¢s personas llevan m¨¢scaras y se manifiestan, los detendremos', dijo Esposito. Nueva York ya utiliz¨® esta anticualla legal en 1999 para autorizar, sin capuchas, una marcha del Ku Klux Klan.

La medida concierne sobre todo a los posibles infiltrados del Black Bloc, los manifestantes vestidos de negro que causaron los mayores destrozos en Seattle y G¨¦nova. Starbucks, que tiene ocho cafeter¨ªas en la zona y la tienda Gap de la Quinta Avenida, s¨ªmbolos de la globalizaci¨®n que fueron objeto de ataques anteriores, gozar¨¢n de una protecci¨®n reforzada para evitar desbordamientos. Citicorp, cuya sede est¨¢ cerca del Waldorf, ha sacado perros especializados en detectar explosivos.

Los diversos grupos que organizan actos alternativos ya han anunciado que no habr¨¢ violencia y todo se desarrollar¨¢ pac¨ªficamente. 'Tenemos en cuenta el ¨¢nimo de la ciudad, que ya ha pasado por mucho. Queremos evitar las confrontaciones porque ¨¦ste no es el mejor momento', asegura Eric Larsen, portavoz de Another World is Possible (Otro Mundo es Posible), que reagrupa varias asociaciones antiglobalizaci¨®n. Marionetas gigantes y pancartas multicolores est¨¢n listas para desfilar. Larsen piensa, sin embargo, que la ciudad est¨¢ lista para reanudar con su tradici¨®n de protesta. 'Desde que ha empezado la guerra, hay un gran ambiente de conformismo en EE UU. Todo lo que hace Bush est¨¢ bien. Y muchos no estamos de acuerdo ni con el esfuerzo de guerra ni con el Gobierno'.

La polic¨ªa espera lo peor. La semana pasada ensay¨® sus t¨¢cticas antidisturbios en el estadio de b¨¦isbol de los Yanquees, en una demostraci¨®n de fuerza. Han llegado asesores de la CIA y de los marines, dedicados en un principio al esfuerzo antiterrorista. Se han habilitado hangares en caso de detenciones masivas. Que el predicador iluminado de Park Avenue se vaya preparando.