Los l¨ªderes mundiales analizan la crisis en un Nueva York en estado de sitio
Los miembros m¨¢s poderosos del mundo se re¨²nen para debatir la globalizaci¨®n
M¨¢s desempleo, m¨¢s incertidumbre y m¨¢s riesgo. Eso es lo que ver¨¢ el mundo en 2002, en opini¨®n de los expertos del Foro Econ¨®mico Mundial. La reuni¨®n que desde hace tres d¨¦cadas congrega a las ¨¦lites financieras, pol¨ªticas y sociales se celebra este a?o en Nueva York, una ciudad a¨²n traumatizada por los atentados del 11 de septiembre, bajo el lema 'El liderazgo en tiempos de fragilidad'. Y a juzgar por lo escuchado en las primeras reuniones, los miembros m¨¢s poderosos de la comunidad internacional prev¨¦n un futuro extremadamente fr¨¢gil y azaroso.
Un futuro marcado por una globalizaci¨®n que acent¨²a las diferencias entre ricos y pobres y sometido a una doble amenaza: el terrorismo y las armas de destrucci¨®n masiva.
El Foro Econ¨®mico Mundial se identifica con Davos, la peque?a localidad alpina en Suiza donde se han celebrado las 30 anteriores ediciones. En esta ocasi¨®n, y como muestra de apoyo a la ciudad de los casi 3.000 muertos de los atentados del 11-S, las 2.500 personas que m¨¢s o menos conforman lo m¨¢s representativo de la clase dirigente se han dado cita en el Waldorf Astoria, un hotel neoyorquino convertido en fortaleza.
El ambiente claustrof¨®bico, la llovizna fr¨ªa y la omnipresencia de la polic¨ªa aportan un contexto radicalmente distinto a la placidez nevada de Davos, y encaja con la nueva era definida por los gur¨²s de las finanzas. 'No veo que la recuperaci¨®n de la econom¨ªa estadounidense sea factible este a?o, o incluso m¨¢s adelante; el mundo tendr¨¢ que buscar otra locomotora y otras v¨ªas para remontar la crisis', opin¨® Stephen Roach, el economista-jefe de Morgan Stanley.
Optimismo
Klaus Zimmermann, el presidente del Instituto de Investigaci¨®n Econ¨®mica de Berl¨ªn, s¨®lo fue marginalmente m¨¢s optimista: 'La situaci¨®n se parece a la m¨²sica de Wagner; en realidad, no es tan mala como puede parecer', dijo, 'pero no tan buena como para que recuperemos la prosperidad de a?os pasados'.
Gail Fosler, vicepresidenta de Conference Board, uno de los observatorios econ¨®micos m¨¢s respetados, s¨ª pronostic¨® un r¨¢pido rebrote del crecimiento: 'A finales de este a?o, el PIB de Estados Unidos se expandir¨¢ a un ritmo del 4%', afirm¨®.
Todos los gur¨²s coincidieron, sin embargo, en que la recuperaci¨®n de la mayor econom¨ªa mundial llegar¨ªa, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde, de la mano de un incremento de la productividad: 'Menos trabajadores, m¨¢s productivos', en definici¨®n de Samuel DiPiazza, presidente de la consultora PricewaterhouseCoopers.
Tradicionalmente, se estima que el crecimiento debe ser del 3%, o superior, para que no aumente el desempleo; cuanta m¨¢s productividad, mayor debe ser el crecimiento para absorber trabajadores. Con las tasas actuales (entre el cero y el 1% en Estados Unidos), el aumento del paro est¨¢ asegurado.Y no puede esperarse que las cosas sean muy distintas en Europa, o en otras regiones econ¨®micas.
Movimientos recesivos
'La globalizaci¨®n ha sincronizado los movimientos recesivos; eso se not¨® ya antes del 11 de septiembre, cuando el crecimiento se redujo simult¨¢neamente en todas partes, y despu¨¦s de los atentados en Nueva York y Washington, cuando la reacci¨®n de temor en los mercados fue tambi¨¦n internacional', explic¨® Zimmermann.
El panorama geoestrat¨¦gico tampoco se presenta risue?o. Un debate sobre la seguridad mundial arroj¨® un consenso a las promesas del presidente George W. Bush, en el sentido de que el terrorismo y los reg¨ªmenes 'malvados' pueden ser definitivamente vencidos. 'Siempre habr¨¢ movimientos terroristas, porque siempre habr¨¢ excluidos econ¨®micos, pol¨ªticos y culturales. Y, aunque se acabara con Sadam Husein [el presidente de Irak], siempre existir¨¢n reg¨ªmenes como el iraqu¨ª, dispuestos a cualquier enfrentamiento', se dijo en una de las conclusiones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.