Otra miel en los labios
Gran contrariedad para el balonmano espa?ol, precisamente cuando a¨²n saboreaba la gran victoria contra Francia. La derrota dej¨® a Espa?a fuera de la lucha por las medallas, transmiti¨® una imagen de falta de consistencia y, para colmo, ante Yugoslavia, que ya no ten¨ªa nada que hacer.
Y eso que el partido empez¨® bien. El ataque funcion¨® con variedad y eficacia. La primera l¨ªnea, con O`Callaghan en el puesto de mando, Garralda y un eficaz Entrerr¨ªos, no tuvo problemas para superar la defensa 6-0 yugoslava. S¨®lo varios errores en el tiro de Col¨®n pod¨ªan hacer presagiar lo que se nos ven¨ªa encima. El problema estuvo atr¨¢s, en la defensa. Los recursos fundamentales en el juego de equipo, el rendimiento defensivo y en la porter¨ªa, no funcionaron. No se ajustaron las distancias, se cometieron errores en los cambios de oponentes y, adem¨¢s, Barrufet no alcanz¨® sus n¨²meros. Lo parad¨®jico es que Espa?a mandaba 15-12 a falta de 2 minutos para el descanso. A partir de ah¨ª, se encaden¨® la peor racha del campeonato: una exclusi¨®n de Entrerr¨ªos, una serie de paradas de Peric, descoordinaci¨®n defensiva, errores en las superioridades num¨¦ricas y, a los pocos minutos de la segunda parte, una losa de 4 goles en contra (18-22). Ya nada funcion¨®. Tiempo muerto de C¨¦sar, cambio de sistema defensivo, rotaciones en los pivotes y laterales, cambio de Barrufet, todo in¨²til. El resultado se abri¨® hasta un 20-26 imposible de levantar.
Es pronto para establecer un balance, pero caben algunas consideraciones. Las ausencias de Duishebaiev y Masip (junto a la retirada voluntaria de Chepkin) han mermado la personalidad, la consistencia y el liderazgo del equipo en alguna fase del campeonato. No s¨®lo por el peso espec¨ªfico de ambos, sino porque los dos realizan las funciones de direcci¨®n del juego (imprescindibles y no suficientemente valoradas en balonmano) y el equipo s¨®lo pudo contar con O'Callaghan como especialista. ?se pudo ser uno de los errores de Argil¨¦s: la no selecci¨®n de centrales especialistas (O`Callaghan fue a ¨²ltima hora por lesi¨®n de Mu?oz) pensando que Entrerr¨ªos puede dirigir al equipo. Es dif¨ªcil adaptar a los jugadores a nuevas funciones en el equipo nacional, sobre todo por la falta de tiempo.
El relevo generacional est¨¢ siendo mejor de lo que cabr¨ªa esperar. Entrerr¨ªos es ya un valor importante, aunque le falta un punto de continuidad y necesita, en mi opini¨®n, que se le deje jugar en su puesto; Urdiales tiene calidad, coraje y capacidades para continuar con la tradici¨®n familiar; Prieto ha sido la gran sorpresa sobre todo en defensa e Iker Romero precisa equilibrar su juego y encontrar su sitio progresivamente. Ser¨¢ el lanzador a distancia que sustituya a Garralda, pero delante tiene a Entrerr¨ªos y a Lozano. La gran laguna est¨¢ en el director de juego y en la concepci¨®n t¨¢ctica y estrat¨¦gica en ataque.
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