Una 'testigo protegida' permite desarticular una red de proxenetas rumanos

Las declaraciones de una mujer de nacionalidad rumana, acogida al estatuto de testigo protegida, han permitido a los agentes de la Brigada de Extranjer¨ªa la desarticulaci¨®n de una banda organizada que reclutaba a mujeres en Rumania para luego obligarlas a ejercer la prostituci¨®n en la Casa de Campo de Madrid.

Las investigaciones comenzaron tras el relato de la mujer efectuado el pasado 15 de diciembre. La testigo relat¨® a los agentes c¨®mo fue captada en su pa¨ªs con falsas ofertas de trabajo en el campo de Almer¨ªa, introducida en Espa?a con documentaci¨®n falsa y obligada, tras su llegada a Madrid, a prostituirse en la Casa de Campo.

El testimonio de esta mujer sirvi¨® para conocer las identidades de los componentes del grupo y sus atribuciones dentro de la banda. Con esos datos, la vigilancia policial ha permitido la detenci¨®n de Vasile G., de 41 a?os, m¨¢ximo responsable de la red, encargado de la captaci¨®n y elecci¨®n de las mujeres; Danut V., de 25 e hijo del anterior, que se encargaba de controlarlas en la Casa de Campo y de recaudar el dinero que obten¨ªan; Rada M., de 32, que gestionaba las ganancias y enviaba parte de las mismas a sus colaboradores en Rumania, y Marcel V., de 31, que controlaba a las mujeres y la flota de veh¨ªculos que utilizaba el grupo. Adem¨¢s, tambi¨¦n han sido arrestadas Michaela Elena P., de 21 a?os, Elena P., de 26, Ionela L., de 21, y Stanita M., de 20, que actuaban como encargadas directas de las chicas en los pisos donde pernoctaban. La polic¨ªa descubri¨® un piso que utilizaban los integrantes de la banda en la calle de Fuenlabrada n¨²mero 82, en Legan¨¦s. En el posterior registro intervino cinco armas blancas, katanas, bates de b¨¦isbol, pasaportes y permisos de trabajo falsos, seg¨²n fuentes policiales.

La testigo protegida intent¨® escapar de la red, pero fue descubierta y castigada 'con una brutal paliza', de forma 'ejemplarizante para las otras chicas', seg¨²n fuentes policiales. A partir de entonces, tambi¨¦n fue obligada a ejercer la prostituci¨®n desde las 7 de la ma?ana hasta las 7 de la tarde, tan s¨®lo con ropa interior, a pesar del fr¨ªo del invierno. Fue obligada a recaudar un promedio de 60.000 pesetas en d¨ªas laborales y en torno a las 100.000 durante los fines de semana.