Tiburones en Barcelona
Un lunes por la ma?ana nos plantamos en el Aqu¨¤rium de Barcelona para saludar a sus dos nuevos inquilinos. Se trata de un par de tiburones toro hembra (Solraig de Sorra en catal¨¢n) llegados de Sur¨¢frica. Los llevaron a Holanda en avi¨®n y desde all¨ª a Barcelona en cami¨®n. No es de extra?ar que uno de ellos se estresara un poco m¨¢s de la cuenta. Lo tienen aparte, con anemia y lega?as, pero mejor cuidado que usted y que yo, querido lector. En dos d¨ªas, el alta y a trabajar.
La otra tiburona se ve gorda, rolliza, de buen a?o. Mide tres metros y se pasea en medio del oceanario como si la cosa no fuera con ella. Es la reina y lo sabe. Seg¨²n Patrici Bult¨®, director de biolog¨ªa del centro, si se le da de comer regularmente, el animal no tiene necesidad de depredar porque sigue la ley del m¨ªnimo esfuerzo. De vez en cuando el instinto la lleva a cazar, y entonces tanto el se?or Bult¨® como los gerentes del acuario rezan para que no se zampe alguna especie ¨²nica.
El gran tibur¨®n financiero blanco es el mayor de los estrictamente financieros y se distribuye por todos los para¨ªsos fiscales del mundo
Ese lunes nos dedicamos a seguir de cerca un tropel de gorritas rojas que se desplazaban por la moqueta del acuario a un metro del suelo. Se quedaron fascinados por el pedazo de tibur¨®n. Y entonces, viendo como absorb¨ªan la informaci¨®n que tan pedag¨®gicamente les iban soltando los especialistas del Aqu¨¤rium, se nos ocurri¨® que podr¨ªa haber otro tipo de oceanarios con otro tipo de tiburones mucho m¨¢s peligrosos, los tiburones humanos. A los ni?os tambi¨¦n se les debe esa explicaci¨®n ?Se imaginan un tanque gigante de agua lleno de, por ejemplo, tiburones financieros? Los chavales podr¨ªan observar a ejecutivos con corbata, m¨®vil, gescartera y reloj de marca nadando gr¨¢cilmente en medio de un mar proceloso lleno de polic¨ªas, jueces, o killers. ?Se imaginan a un ejemplar de tibur¨®n-ec¨®nomo reci¨¦n pescado en el Pisuerga, nadando beat¨ªficamente con su tonsura y su vestido de puntillas?
Se dir¨ªa a los ni?os que, de todas maneras, el gran tibur¨®n financiero blanco (o m¨¢s que blanco, blanqueador) es el mayor de los tiburones estrictamente financieros y se distribuye por todos los para¨ªsos fiscales tropicales y templados de todo el mundo. Y que, como sus cong¨¦neres del reino animal, no s¨®lo utiliza sus sentidos del o¨ªdo, el olfato la vista, el gusto, el tacto (que les permiten detectar un billete de cinco euros en 10.000.000 de kilos de papel), sino tambi¨¦n su percepci¨®n el¨¦ctrica para localizar a sus presas o para orientarse durante las migraciones. Esto del sexto sentido no es una met¨¢fora. El se?or Bult¨® nos lo explic¨®: Los tiburones poseen unas c¨¦lulas llamadas de Lorenzoni, capaces de captar campos el¨¦ctricos y electromagn¨¦ticos.
No es de extra?ar que los tiburones financieros sean tan escurridizos, sus c¨¦lulas fotoel¨¦ctricas no descansan ni un segundo.Tambi¨¦n nos explic¨® el director de biolog¨ªa que los tiburones s¨®lo son feroces por reacci¨®n, si los molestas. Ser¨ªa la diferencia b¨¢sica con los humanos porque ¨¦stos atacan sin descanso, por lo cual quiz¨¢, para pod¨¦rselo ense?ar bien a los ni?os, ser¨ªa necesario aislarlos, como a las pira?as. Se tratar¨ªa de crear un tanque de agua para ellos solos que simulara su ambiente natural. Por ejemplo, un chiringuito financiero subacu¨¢tico donde los impositores, futuros estafados, fueran aportando capital, tal como las plantas acu¨¢ticas aportan en los acuarios el ox¨ªgeno necesario para los peces. Luego estar¨ªa tambi¨¦n el equivalente al dispositivo complementario de aireaci¨®n para suministrar una mayor cantidad de ox¨ªgeno, ser¨ªa una especie de ventanilla con comunicaci¨®n directa con los cargos p¨²blicos. Los par¨¢sitos se controlan aplicando una temperatura adecuada.
El se?or Bult¨® nos explic¨® que mantienen el agua del tanque a 18 grados. Si aumenta la temperatura, tambi¨¦n sube el metabolismo de los peces, que son de sangre fr¨ªa, y aquello es un caos. Toda la actividad aumenta, desde la sexual a la social, todo el mundo o se quiere comer a todo el mundo o quiere fornicar con ¨¦l. Pero adem¨¢s empiezan a proliferar los par¨¢sitos. En nuestro tanque lleno de tiburones financieros, imag¨ªnense c¨®mo se pondr¨ªan los par¨¢sitos, los tiburoncitos medradores que tan bien conocemos, se multiplicar¨ªan por cientos. Para mantenerlos poco activos, tendr¨ªa que ponerse el agua por lo menos a temperatura de la Ant¨¢rtida.
Los grandes oceanarios se pueden mantener en condiciones gracias a los sistemas de filtraci¨®n desarrollados durante la d¨¦cada de 1980. Los grandes tiburones financieros se mantienen en condiciones gracias a las filtraciones de informaci¨®n desarrolladas y perfeccionadas durante d¨¦cadas... En fin, nos hemos ido del tema. Pero es que el Aqu¨¤rium de Barcelona, sobre todo gracias a su labor pedag¨®gica, desata la imaginaci¨®n. Los peque?ajos, con sus gorritas rojas y sus medallones identificativos colgando del pecho, asist¨ªan embobados a las explicaciones de un actor disfrazado de capit¨¢n Akhab. Les dec¨ªa que el pez grande se come al chico. Luego se los llevaban a la Cala del Capit¨¤ Aqu¨¤rium y les distribu¨ªan unas fichas did¨¢cticas. En una de ellas se ven distintos peces y los ni?os tienen que dibujar flechas que indiquen cu¨¢l es el que se come a los dem¨¢s. Que se fijen bien, m¨¢s les vale. Vayan a ver los nuevos tiburones (los del Aqu¨¤rium, claro). Vale la pena.
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