El fuerte temporal de viento causa dos muertos en Getaria y hace volcar ocho veh¨ªculos en Tarragona

El fuerte temporal de viento que afecta a diez comunidades y a la ciudad de Melilla caus¨® ayer la muerte a dos pescadores -un padre y su hija- en Getaria (Guip¨²zcoa) y el vuelco de ocho veh¨ªculos en Tarragona. Protecci¨®n Civil mantiene la alerta en Asturias, Cantabria, Pa¨ªs Vasco, Comunidad Valenciana, Navarra, Catalu?a, Madrid, Andaluc¨ªa, Baleares y Castilla-La Mancha. En Melilla, donde las comunicaciones a¨¦reas con la Pen¨ªnsula estuvieron interrumpidas por la ma?ana, se ampli¨® el horario, que normalmente finaliza a las 18.30, para permitir la reanudaci¨®n de los vuelos, una vez que amain¨® el viento.

En la provincia de Tarragona, informa Lali Cambra, al menos ocho veh¨ªculos, la mayor¨ªa camiones y caravanas, volcaron ayer a causa del fuerte viento que afect¨® a esta demarcaci¨®n, que sufri¨® rachas huracanadas de hasta 162 kil¨®metros por hora. No obstante, s¨®lo hubo un herido leve.

El mar destroz¨® ayer a una familia de pescadores de Getaria, informa Maribel Mar¨ªn. Benito Gil, de 65 a?os, y su hija I. G., de 30, murieron al volcar el barco en el que faenaban junto a otros dos miembros de la familia, cuando trataban de regresar al puerto de la localidad por el temporal. No eran ningunos aficionados. Benito Gil y sus tres hijos -dos mujeres y un hombre- han desafiado durante a?os al mar en busca de verdel y otras capturas. La tragedia sucedi¨® sobre las 11.15. El viento y la lluvia azotaban con fuerza la costa guipuzcoana, tras d¨ªas de un tiempo casi primaveral. La familia, que hab¨ªa salido a faenar en el San Antonio, un peque?o palangrero, se encontraba muy cerca de la costa y trat¨® de regresar a tierra para resguardarse del temporal cuando advirti¨® el peligro. Pero no lo logr¨®. El barco volc¨® y Gil y una de sus hijas fallecieron en el accidente.

Los otros dos miembros de la familia lograron salvarse, parad¨®jicamente, gracias a un golpe de suerte. El patr¨®n del barco Mater, que conduc¨ªa por la carretera de la costa, avist¨® el barco cuando volcaba y se desplaz¨® a Getaria. Una docena de pescadores se embarcaron en el Castillo Anaiak para tratar de auxiliar a los tripulantes del San Antonio. No lograron avistar el palangrero, ya hundido. Pero sobre el agua vieron a dos de los hermanos en perfecto estado y dos cuerpos flotando, el de Benito Gil y el de una de sus hijas.