EE UU es incapaz de identificar a muchos presos de Guant¨¢namo

A ninguno se le considera prisionero de guerra y s¨®lo los talibanes -no los miembros de Al Qaeda- tienen derecho a las protecciones de la Convenci¨®n de Ginebra. Pero EE UU ni siquiera sabe con seguridad cu¨¢ntos de los 220 detenidos en Guant¨¢namo son soldados talibanes y cu¨¢les son presuntos terroristas. Muchos podr¨ªan no ser ni lo uno ni lo otro. Algunos han sido interrogados hasta cuatro veces y, en cada ocasi¨®n, han dado un nombre distinto.

El Pent¨¢gono ha reconocido el desconcierto que reina en la base cubana. La Cruz Roja Internacional insiste en que las normas establecen claramente que, en caso de duda sobre la identidad, cualquier detenido debe ser considerado prisionero de guerra.

En la madrugada del s¨¢bado al domingo, un avi¨®n de carga C-141 traslad¨® a Guant¨¢namo desde Kandahar a otros 34 detenidos; ya hay 220 en la base, aunque todav¨ªa quedan 80 celdas vac¨ªas.

Un grupo ocurrente de marines que esperaba en la pista el aterrizaje del avi¨®n entonaba a voz en grito la canci¨®n de Queen We will rock you, una frase que tiene m¨²ltiples traducciones, aunque entre ellas una se corresponde con algo as¨ª como 'Os vamos a sacudir'.

Los marines estaban armados con ametralladoras, lanzagranadas, botes pulverizadores de pimienta y porras. Uno de ellos, Michael Pfadenhauer, declar¨® a una periodista de Associated Press: 'Disfruto poni¨¦ndoles mi mano encima. ?sta es la gente realmente responsable de la destrucci¨®n de Nueva York y Washington. Me gusta verlos dentro de estas jaulitas. Est¨¢n donde deben estar'.

Al margen de estas muestras de ardor guerrero, el militar encargado de controlar la situaci¨®n de los detenidos insisti¨® en que todos ellos ser¨¢n tratados de manera humanitaria. Seg¨²n el general Mike Lehnert, existe la posibilidad de construir una prisi¨®n semipermanente en la base, aunque eso requerir¨ªa la aprobaci¨®n del Congreso.

Parad¨®jicamente, ahora que George W. Bush ha decidido garantizar las protecciones de la Convenci¨®n de Ginerba a los soldados talibanes y neg¨¢rselas a los presuntos miembros de Al Qaeda, el Pent¨¢gono reconoce que es casi imposible separar a los detenidos en esos dos grupos.

'Muchos de ellos dicen ser talibanes, a otros los hemos confirmado como miembros de Al Qaeda, pero no podemos determinar la situaci¨®n de otro grupo bastante numeroso', asegur¨® el militar. Seg¨²n Lehnert, muchos de los detenidos 'no colaboran; a muchos los hemos interrogado hasta cuatro veces y cada vez nos han dado nombres e informaciones diferentes', dijo el general.

Como cabe imaginar, aquellos que sean clasificados como miembros de Al Qaeda no adquieren esa condici¨®n por confesi¨®n o por su propia identificaci¨®n como tales, sino por informaciones de los servicios de esponaje.

'De lo ¨²nico que estamos seguros', reconoci¨® Lehnert, 'es de que ninguno de ellos est¨¢ de nuestro lado'. Un consejero espiritual que atiende a los detenidos asegura que algunos de ellos han mostrado remordimientos por los ataques del 11 de septiembre. El consejero en cuesti¨®n pertenece a la Marina de EE UU.

El Pent¨¢gono todav¨ªa intenta identificar las nacionalidades de los detenidos. Parece confirmado que entre ellos hay desde ciudadanos de Arabia Saud¨ª, Yemen y Pakist¨¢n, hasta egipcios, australianos, franceses, rusos, brit¨¢nicos, belgas, suecos y posiblemente espa?oles. El ministro del Interior de Arabia Saud¨ª declar¨® ayer que las autoridades saud¨ªes est¨¢n dispuestas a interrogar a los prisioneros de su nacionalidad siempre y cuando sean transferidos a su pa¨ªs.

La Cruz Roja Internacional ha insistido de nuevo en que la incertidumbre sobre la nacionalidad y la condici¨®n de los detenidos exige que sean considerados provisionalmente prisioneros de guerra hasta que un tribunal decida lo contrario.