'Mi psic¨®logo es el gimnasio'

'Mi psic¨®logo es el gimnasio', dice Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal y lanza un gui?o a tantos grandes golfistas que han superado sus crisis de juego gracias al apoyo de psicol¨®gos. 'Me entreno o juego una tarde y despu¨¦s, a la ca¨ªda del sol, me voy al gimnasio. Me tiro hora y media haciendo pesas. Eso, los d¨ªas normales. Pero los d¨ªas en que no mando la bola donde he visualizado que deb¨ªa ir me castigo: raci¨®n doble de gimnasio', explica.

Es la ¨¦tica de Olaz¨¢bal, vasco, de 36 a?os, que gan¨® el domingo el torneo Buick Invitational, en San Diego (California) -su sexto triunfo en el circuito norteamericano, incluidos dos Masters de Augusta, desde 1990-, que va el tercero en ese tour y el cuarto en el europeo, que es 28? del mundo y que despierta tanta admiraci¨®n que ya hay voces que reclaman una excepci¨®n para que juegue la pr¨®xima Copa Ryder, la aplazada de 2001 a 2002 por los ataques terroristas del 11-S, en la que no tiene plaza, ya que los equipos se cerraron de acuerdo con los resultados del curso pasado.

Olaz¨¢bal est¨¢ en la luna, a donde ha llegado desde uno de los momentos m¨¢s bajos de su carrera, el que sigui¨® a su decepcionante actuaci¨®n en el Abierto Brit¨¢nico de julio pasado. Un gran salto que, seg¨²n ¨¦l, tiene tres claves: 'Trabajo, trabajo y trabajo. Desde el Brit¨¢nico, es lo ¨²nico a lo que me he dedicado, a trabajar'. Y a cuidarse.

A privarse. El domingo celebr¨® su victoria californiana pidi¨¦ndose de postre un helado, dos bolas de vainilla y una de chocolate. Un vicio. Un pecado. Era el primero que se tomaba desde que est¨¢ en Estados Unidos quien acompa?a el trabajo en busca de m¨²sculo con un extremo cuidado en la alimentaci¨®n, de la que pr¨¢cticamente ha suprimido las grasas.

'Jos¨¦ Mar¨ªa no se pesa, pero nota las espaldas m¨¢s fuertes y altas, los pectorales m¨¢s tensos. Se nota sin grasa, se ve bien', dice por tel¨¦fono, desde Hollywood, donde juega esta semana, su m¨¢nager, Sergio G¨®mez; 'sabe que el golf no es como hace 15 a?os, que para luchar con los j¨®venes que llegan ya no vale s¨®lo la habilidad. Hace falta fuerza, y con la fuerza de salida logras estar m¨¢s cerca del green y puedes llegar luego con un hierro 8 o 9 en vez de con un 5. Y con el 8 la puedes parar en el green. Y ¨¦sa es la clave. ?sa es la diferencia que hab¨ªa antes entre Tiger Woods y los dem¨¢s'. O para usar un lob wedge, como el golpe de 80 metros en el hoyo 18 que, backswing incluido y casi emboque, le permiti¨® dejar la bola a un metro del birdie.

De un a?o para otro Olaz¨¢bal ha ganado 30 metros con el driver, una barbaridad que le ha permitido terminar el segundo y el primero en los dos torneos del circuito europeo de 2002 que jug¨® en Asia en noviembre pasado, y el 45?, el quinto y el primero en los tres que ha jugado desde enero en Estados Unidos.

Material, claro, para plantearse grandes metas. ?Qu¨¦ tal, por ejemplo, terminar el primero en el circuito norteamericano y en el europeo, como dijo Sergio Garc¨ªa tras ganar en Hawai?: 'Me vale con ganar esta semana. Ni siquiera pienso en otra cosa. Ya no soy tan joven. Tengo que ir despacio, paso a paso'. O para volver a la carga con la posibilidad de jugar la Ryder: 'Es un tema cerrado. S¨¦ que no voy a jugarla este a?o, pero habr¨¢ m¨¢s. Es in¨²til hablar de ella'.