El v¨ªa crucis de las discogr¨¢ficas
Los CD del concurso de TVE se han 'comido' el resto de lanzamientos
El mundo discogr¨¢fico espa?ol tambi¨¦n sufre la resaca de Operaci¨®n Triunfo. Existe una compleja sensaci¨®n de asombro y envidia: hasta el disquero m¨¢s exquisito sue?a con el gran pelotazo que llene de oro las arcas y que, por muy infame que sea la m¨²sica vendida, permita financiar otros proyectos m¨¢s respetables. No parece que ¨¦sta sea la intenci¨®n de los principales beneficiarios del fen¨®meno, la compa?¨ªa catalana Vale Music.
Junto a la admiraci¨®n por la habilidad con que Vale Music y la productora televisiva Gestmusic han hallado nuevas maneras de vender canciones mil veces despachadas, se siente desolaci¨®n. No es cierto, como machacan algunas informaciones, que Operaci¨®n Triunfo haya salvado los resultados de la industria discogr¨¢fica espa?ola; puede que eso tenga sentido en t¨¦rminos macroecon¨®micos, pero los hiperpublicitados lanzamientos del concurso de TVE han arrinconado el resto de las ofertas musicales. Aqu¨ª duele, y duele profundamente: unos discos que contienen esencialmente karaoke han enterrado obras m¨¢s creativas y trabajadas. El modo habitual de crear m¨²sica y artistas, afianzado a lo largo del siglo XX, se ha revelado ingenuo y arcaico.
El negocio musical no es ciertamente inocente en semejante desastre est¨¦tico: desde hace a?os, su principal argumento publicitario para atraer el inter¨¦s hacia un disco son las ventas. Vale Music y sus asociados han desarrollado ese argumento hasta su l¨®gica conclusi¨®n: mil millones de moscas no pueden estar equivocadas.
Aun as¨ª, muchos disqueros experimentados se han ruborizado ante lo que denominan 'el obsceno reparto de adelantos y contratos discogr¨¢ficos' con que se ha coronado la presente etapa de Operaci¨®n Triunfo. El c¨¦lebre consejo de M¨®nica Naranjo -'buscaos un abogado'- era el ¨²nico razonable y el ¨²nico que los concursantes, atados por un acuerdo f¨¦rreo, no pod¨ªan atender. Moralmente, ese reparto de destinos y fortunas retrotrae a la industria a tiempos prehist¨®ricos, cuando el ansia de los aspirantes era la principal baza para atarlos a contratos leoninos.
Desbordada Vale Music por las dimensiones del impacto de Operaci¨®n Triunfo y con 16 carreras por desarrollar, ha acudido a las compa?¨ªas establecidas. Ofrece acuerdos irresistibles: por una tajada considerable de los beneficios, traspasa artistas que ya son inmensamente populares, pero a los que hay que rellenar de contenido musical (aqu¨ª s¨ª que sirven la experiencia y los dineros de las multinacionales). Tendremos disco de Rosa en BMG Ariola, curiosamente la disquera que presum¨ªa de tener el mejor cat¨¢logo nacional. Por el contrario, la todopoderosa Warner ha renunciado a los servicios de Chenoa y acaba de fichar a un grupo, M¨¢rtires del Comp¨¢s, que hubiera sido detenido de aparecer por los alrededores de la famosa Academia, pero que, sin embargo, tiene obra, experiencia internacional y estilo inconfundible. Justo lo que ahora ya no est¨¢ de moda.
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