La plantilla de L'Alian?a teme por el empleo y la viabilidad de la mutua
Cr¨ªticas sindicales a la gesti¨®n de Carranza
El enfrentamiento entre L'Alian?a y el Gobierno catal¨¢n, que le ha abierto una inspecci¨®n por supuestas anomal¨ªas en su facturaci¨®n, ha generado 'malestar' e 'inquietud' en la plantilla de la primera mutua de Catalu?a (tiene m¨¢s de 2.000 empleados), seg¨²n los sindicatos. Por su parte, el comit¨¦ intercentros del grupo L'Alian?a reclam¨® ayer un 'plan de empresa cre¨ªble que garantice el empleo'.
La relaci¨®n entre la mutua y el Gobierno de la Generalitat, que a ra¨ªz de la inspecci¨®n extraordinaria le ha impuesto nuevamente medidas cautelares, como la tutela de cualquier movimiento de activos, toma cada vez m¨¢s un cariz de lucha de poder.
El Consejo de Administraci¨®n de L'Alian?a acord¨® el pasado martes llevar al Gobierno catal¨¢n a los tribunales por supuesto intento de control de sus ¨®rganos de gobierno, cuando Sanidad considera que el director general de la entidad, Ramon Carranza, ya se ha hecho con todo. Econom¨ªa eludi¨® ayer elevar el tono de la afrenta, al menos en p¨²blico. 'Hay que esperar a que termine la inspecci¨®n antes de pronunciarse sobre la situaci¨®n de la mutua o sobre las acciones de su director general'. El pasado martes, Carranza denunci¨® por escrito en el Parlament la supuesta intenci¨®n de la Generalitat de apropiarse de la mutua.
Las espadas en alto han pillado en medio a los empleados, que, al margen de la inspecci¨®n por indicios de facturaci¨®n irregular, est¨¢n pendientes de un nuevo convenio. La vigencia del anterior termin¨® a finales de 2000.
La direcci¨®n de L'Alian?a quiere negociar un convenio con cada uno de sus centros asistenciales. En este sentido, las condiciones econ¨®micas del pacto de eficacia limitada que en el hospital m¨¢s emblem¨¢tico de la mutua, el Sagrat Cor de Barcelona, ya han acordado la direcci¨®n de la mutua y el sindicato UGT (con un respaldo abrumador del 96% de la plantilla) han causado fricciones claras en la estrategia de unidad sindical.
Tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, el comit¨¦ intercentros del Grupo L'Alian?a, donde est¨¢n representados AMIC, CC OO, UGT (no de Barcelona) y USOC, subraya que la direcci¨®n debe sentarse a negociar con los representantes de todos los centros. El comit¨¦ critic¨® la 'mala gesti¨®n' de Carranza y exigi¨® un plan de empresa 'cre¨ªble y consensuado con todas las partes que garantice el empleo y la mejora de las condiciones laborales'.
Los empleados ven ahora 'c¨®mo se agrava la incertidumbre' con un pulso entre el Gobierno de la Generalitat y la direcci¨®n de la mutua cuyas aut¨¦nticas claves no acaban de comprender. 'M¨¢s que qui¨¦n controle o deje de controlar la mutua, lo que importa es aclarar la gesti¨®n y que ¨¦sta aporte seguridad', se?alaron fuentes de CC OO. 'Existe una gran preocupaci¨®n por los puestos de trabajo por todo lo que ocurre', corroboraron fuentes de UGT.
L'Alian?a cuenta con m¨¢s de 2.000 trabajadores en el conjunto de sus centros. El hospital del Sagrat Cor de Barcelona, con cerca de 800, es el que aporta el grueso de la plantilla.
La mutua cerr¨® el ejercicio del a?o 2000 con un beneficio de 1,2 millones de euros (unos 200 millones de pesetas). El a?o anterior se cerr¨® con n¨²meros rojos superiores a 20 millones de euros. L'Alian?a considera que la reclamaci¨®n por Sanidad de 9,6 millones de euros entregados a cuenta correspondientes a las liquidaciones de los a?os 1997 y 1998 pone en apuros la viabilidad de la entidad.
El consejero de Econom¨ªa, Francesc Homs, ha subrayado que har¨¢ 'todo lo necesario para garantizar la continuidad de L'Alian?a'.
'No entiendo el pulso'
Una de las voces inquietas que se han dejado o¨ªr sobre el futuro de la mutua es la de Miquel Esquirol, militante hist¨®rico de CiU que presidi¨® L'Alian?a entre el 24 de octubre de 1993 y el 28 de febrero de 1999. Es decir, le estall¨® en las manos la entrada en crisis de la entidad y vivi¨® en primera l¨ªnea el r¨¦gimen de intervenci¨®n que dur¨® entre marzo de 1997 y el mismo mes de 1999. 'La entidad puede salir muy perjudicada de todo esto, pero no podemos hablar tanto de temor a una fuga de mutualistas, ya que de los m¨¢s de 200.000 socios, el 40% son jubilados y ?a d¨®nde van a ir?', se?al¨® ayer a este diario. Esquirol expres¨® su 'extra?eza' por el hecho de que ahora Sanidad reclame a L'Alian?a 9,6 millones de euros por las liquidaciones de 1997 y 1998. La raz¨®n de su extra?eza, enfatiza, es que en esos a?os, de los 11 miembros del Consejo de Administraci¨®n, seis hab¨ªan sido nombrados por la Administraci¨®n (el resto se repart¨ªa entre dos representantes de los sindicatos y tres miembros de la antigua junta de la mutua). 'La documentaci¨®n y las cuentas fueron aceptadas entonces'. Esquirol, al que el Gobierno catal¨¢n exigi¨® 'el inmediato relevo' de Ramon Carranza -a lo que se neg¨® porque la petici¨®n se basaba en 'la p¨¦rdida de confianza personal' en el director general-, asegura 'no entender el trasfondo del actual pulso' y que nunca ha habido doble facturaci¨®n. 'Si encuentran alguna anomal¨ªa, que le busquen otro nombre. Factura por paciente hay s¨®lo una'.
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