El islam es blanquiazul
Naybet, un s¨ªmbolo nacional en Marruecos, gana a los ¨¢rabes para la causa deportivista
Nourredine Naybet (Casablanca, 1970) sabe que es algo m¨¢s que un futbolista. Triunfador en Europa, jefe de la selecci¨®n de Marruecos y asiduo del fallecido rey Hassan II y de su hijo Mohamed VI -'tengo mucho que agradecerles', dice-, el defensa central del Deportivo asume orgulloso la condici¨®n de s¨ªmbolo para su pa¨ªs. Sus seis temporadas en A Coru?a han convertido a su club en el favorito de Marruecos y, seg¨²n afirma, 'de gran parte del mundo ¨¢rabe'. Para su t¨¦cnico, Javier Irureta, es el pilar m¨¢s firme de una defensa que no vive su mejor ¨¦poca. Sobre todo, tras la grave lesi¨®n de Donato.
'Este equipo necesita un par de cabrones', sentenci¨® John Toshack cuando entrenaba al Depor. Y, a continuaci¨®n, fich¨® a Naybet. Cinco a?os despu¨¦s, a pesar de unos borrascosos comienzos y de sendos amagos de traspaso al Real Madrid y al Manchester, el marroqu¨ª sigue aportando la cuota de car¨¢cter a un grupo con fama de blando. 'Cualquier equipo necesita tres o cuatro jugadores as¨ª', comenta a prop¨®sito de la frase de Toshack; 'no todos pueden tener mala leche y necesitas gente que empuje cuando las cosas se tuercen. Ahora bien, s¨®lo con car¨¢cter, sin calidad, tampoco vas a ninguna parte'.
En cada viaje del Depor se repite una escena a la puerta de los hoteles. En Espa?a o en el extranjero, un grupo de marroqu¨ªes o de otros pa¨ªses africanos acude a saludar a Naybet, que les dedica largas conversaciones. 'Es parte de mi trabajo', explica; 's¨¦ que soy un s¨ªmbolo y eso me impone mucha responsabilidad como persona y futbolista. Tengo que estar a la altura de lo que esperan de m¨ª. La gente me cuenta sus cosas...'.
Adem¨¢s de zurcir los desgarros de una defensa que lleva una temporada p¨¦sima, Naybet se ha distinguido ¨²ltimamente por sus s¨²bitas irrupciones en el ataque, que han dado a su cuadro m¨¢s de un gol. Un modo de probar ciertos placeres vedados a los defensas: 'El delantero disfruta m¨¢s porque tiene momentos de relajaci¨®n. Nosotros, en cambio, debemos mantener la m¨¢xima concentraci¨®n hasta el ¨²ltimo minuto'. Naybet sostiene que su actitud no es irresponsable, aunque excite los nervios del banquillo: 'En el f¨²tbol todos somos ego¨ªstas. Pero ya no tengo 20 a?os. La experiencia me permite ver que, en un determinado momento, si lo sabes escoger, puedes ayudar arriba'.
Naci¨® frente a la playa de Casablanca, donde se familiariz¨® con la pelota, y a los 18 a?os ya debut¨® en el Wac, el mejor equipo de ?frica en aquella ¨¦poca. Luego lleg¨® la aventura europea: el Nantes, el Sporting de Lisboa y el Depor. 'Lo fundamental es saber integrarse, aunque tus costumbres y tu religi¨®n permanezcan contigo', comenta. ?Le han insultado llam¨¢ndole moro?: 'S¨ª, incluso aqu¨ª mismo. Pero yo paso. Es gente sin cultura'.
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