Novilladas sin relieves

Lo mejor de la tarde lo hizo Roberto Mart¨ªn, Jarocho. A su primer novillo le dio tres tandas de naturales muy templados y ligados, aunque mejor estuvo a la hora de templar. Las dos tandas de derechazos fueron buenas, pero sin el temple de los naturales. En su segundo, un novillo complicado, complejo, con un pit¨®n derecho que era un pu?al, la faena la teji¨® a base de derechazos largos, algo tropezados, y as¨ª, hasta cuatro tandas. No lig¨® demasiado los pases. Sin embargo, como el animal ten¨ªa fuerza y sentido, la faena del muchacho cobr¨® la importancia que se merec¨ªa.

El novillero Seraf¨ªn Mar¨ªn, pese a que figura con un buen mont¨®n de novilladas hasta el d¨ªa de ayer, no acredit¨® suficientes garant¨ªas de torero hecho. Cierto que con el capote dej¨® buen sabor, porque torea con las manos bajas. Sin embargo, sus dos faenas estuvieron realizadas con pases que eran trapazos en muchas ocasiones y en otras iban demasiado r¨¢pido. Aun apunt¨¢ndole algunos derechazos con un cierto empaque, en general la suma de pases era demasiado larga, hasta el punto de que no emocionaba ni enganchaba al p¨²blico.

El tercero de la terna, Juan Andr¨¦s Gonz¨¢lez, no dej¨® buen sabor de boca, ya que la faena de su primer toro estuvo fabricada con tandas bastante vulgares. De vez en cuando sal¨ªa alg¨²n natural bueno, otro malo y, en general, sin demasiado relieve. Para colmo, el ¨²ltimo novillo, que no ten¨ªa fuerza, estuvo demasiado premioso. Le dio al animal demasiados pases, y eso que el p¨²blico percib¨ªa que el torero estaba ante un animal sin fuerza. Alguien dijo una frase un poco confusa, pero que hizo gracia: '?No tienes desconfi¨®metro!'. Nadie supo a qu¨¦ se refer¨ªa, aunque intu¨ªamos que la pesantez de torear a un mueble daba raz¨®n a la frase gritada desde el p¨²blico.