'Es el momento de la cooperaci¨®n entre cajas'
Braulio Medel (54 a?os) es el ¨²nico presidente de las cinco cajas andaluzas que renovaron sus estatutos y sus ¨®rganos de direcci¨®n que sigue en el cargo. Es tambi¨¦n presidente de la Federaci¨®n Andaluza Cajas de Ahorro. Sostiene que ha llegado el momento de crear una entidad financiera com¨²n que permita una intensa cooperaci¨®n entre las cajas de la comunidad aut¨®noma.
Pregunta. Hemos asistido en las ¨²ltimas semanas a una pol¨¦mica sobre si las cajas son empresas p¨²blicas o privadas, por la representaci¨®n de las instituciones p¨²blicas.
Respuesta. Hay reiteradas sentencias del Tribunal Supremo espa?ol de que las cajas son entidades privadas, aunque no son sociedades mercantiles, con unos propietarios. Las cajas tienen ya m¨¢s de dos siglos de historia y son sociedades privadas de inter¨¦s social o colectivo. Tan malo es que las deriven hacia la f¨®rmula de sociedades mercantiles, como que se conviertan en empresas p¨²blicas.
'Podemos poner las 2.150 oficinas de las seis cajas al servicio de un cliente como la Junta'
'Sigo pensando que lo que necesita Andaluc¨ªa es una caja con la mayor fortaleza posible'
P. ?Por qu¨¦ ser¨ªa malo?
R. Porque representan en Espa?a y en Andaluc¨ªa uno de los pocos casos en los que unas instituciones han sabido conjugar una alta eficiencia empresarial con la consecuci¨®n de objetivos sociales importantes, como el desarrollo regional, la distribuci¨®n de una obra social, el fomento de la competencia, o que toda la poblaci¨®n, hasta los pueblos m¨¢s rec¨®nditos, tenga unos servicios financieros a su disposici¨®n... La historia de las cajas de ahorro es la de un ¨¦xito empresarial. El m¨¢s puro pragmatismo recomienda que sigan as¨ª.
P. A la Junta no le ha gustado la propuesta de la ejecutiva federal del PSOE de situar por debajo del 50% la representaci¨®n p¨²blica en los ¨®rganos de las cajas. Quiz¨¢ para no reabrir la Ley de Cajas que se cerr¨® de manera algo forzada...
R. No ser¨ªa justo vincular esta cuesti¨®n exclusivamente con Andaluc¨ªa. Ser¨ªa un problema que afectar¨ªa a la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas espa?olas. La representaci¨®n p¨²blica en las cajas de ahorro oscila en Espa?a desde un 15% a un 75%. En el caso andaluz [56%] no estamos en la parte superior de la banda. Aqu¨ª se aprueba una ley nacional el a?o 85, la Ley de ?rganos Rectores de Cajas de Ahorro (LORCA), que confiere unos porcentajes de representaci¨®n a corporaciones locales (40%), impositores (44%), entidades fundadoras y empleados. Hay una serie de recursos al Tribunal Constitucional que concluye que todos esos colectivos tienen que estar representados en los ¨®rganos de gobierno, pero que las comunidades aut¨®nomas pueden a?adir otros a esa lista. En segundo lugar, el Tribunal dice que el legislador estatal no puede fijar r¨ªgidamente los porcentajes, pero s¨ª m¨¢ximos y m¨ªnimos. Hay una competencia estatal que podr¨ªa establecer una horquilla de representaci¨®n para los colectivos, y las comunidades aut¨®nomas fijar¨ªan los porcentajes u otra horquilla m¨¢s reducida.
P. La Ley andaluza dej¨® algunos flecos sueltos. Por ejemplo no se incluy¨® la propuesta de crear una entidad financiera com¨²n. Usted ha insinuado en alguna ocasi¨®n que las cajas podr¨ªan crear un banco propiedad de todas ellas, siguiendo el modelo alem¨¢n.
R. A m¨ª me parec¨ªa ¨²til la figura de la entidad financiera com¨²n. Porque habilitaba, no con car¨¢cter obligatorio, una caja de segundo grado, en la que podr¨ªa participar quien quisiera, en el grado que quisiera. La cooperaci¨®n se puede habilitar a trav¨¦s de un banco, pero parece l¨®gico que como somos cajas, esa entidad fuese tambi¨¦n una caja. En la Ley no prosper¨® finalmente la figura. El problema es que no s¨®lo en Andaluc¨ªa, sino en toda Espa?a, la cooperaci¨®n entre las cajas de una misma comunidad es muy escasa.
P. ?Esta entidad financiera es un suced¨¢neo de las fusiones?
R. Para los intereses de la econom¨ªa andaluza el instrumento m¨¢s eficaz es una amplia concentraci¨®n entre las cajas. Pero, si no es posible, un segundo mecanismo nada desde?able es el de articular la cooperaci¨®n a trav¨¦s de una entidad financiera com¨²n.
P. Ahora ?qui¨¦n debe tomar la iniciativa?
R. Estamos en una fase nueva. Acabamos de pasar p¨¢gina a una situaci¨®n institucional. La historia es maestra. Si nos vamos a cuando se aprob¨® la LORCA en el a?o 85, se tardaron dos a?os en adaptar los ¨®rganos de las cajas a esa nueva ley y en los a?os siguientes se culminaron proyectos de fusi¨®n, que se firmaron a finales de la d¨¦cada de los 80 y se sustanciaron a principios de la d¨¦cada de los noventa. Esto no tiene por qu¨¦ significar una repetici¨®n absolutamente mec¨¢nica. Pero la Ley andaluza se aprob¨® a finales del 99 y los ¨®rganos de gobierno se han terminado configurar a principios de 2002. Ahora es el momento de hablar de cooperaci¨®n. Ha habido alguna reuni¨®n, donde se han visto deseos de estrechar la colaboraci¨®n entre las cajas andaluzas.
P. De todas las iniciativas posibles, la entidad financiera com¨²n parece la m¨¢s f¨¢cil.
R. Cualquier colaboraci¨®n no necesita la existencia de una entidad financiera com¨²n. Lo que pasa es que hay otras de mayor calado. Por ejemplo, que todas las oficinas nuestras funcionaran como si fueran de una sola entidad al servicio de un cliente institucional.
P. Ese cliente institucional, ?podr¨ªa ser la Junta?
R. Podr¨ªa ser la Junta. Podr¨ªamos poner las casi 2.150 oficinas que tenemos las cajas bajo un solo paraguas. Eso s¨®lo se puede hacer con una entidad financiera conjunta, que tambi¨¦n servir¨ªa para operar unitariamente en mercados de capitales, o contratar y desarrollar programas inform¨¢ticos. Pero otras cosas no necesitan esta instituci¨®n. Por ejemplo, un programa ya acordado de financiaci¨®n de viviendas sociales de mayor envergadura del que se ven¨ªa haciendo. Estoy seguro de que a lo largo de 2002 cristalizar¨¢n algunas iniciativas como ¨¦sta.
P. ?Eso significa que los presidentes de las cajas ya han hablado del banco?
R. No se ha aprobado nada. Hemos hablado de cooperaci¨®n y es bastante probable que se cree esta entidad financiera com¨²n, que podr¨ªa ser una caja si hubiera cobertura normativa, que ahora no la ha; o si no, un banco. Ha habido una predisposici¨®n favorable del conjunto.
P. ?Con qu¨¦ calendario?
R. Hay que estudiar qu¨¦ acciones se podr¨ªan acometer entre las seis cajas. No todos tendr¨ªan que participar en todo, s¨®lo en lo que quieran. El calendario est¨¢ en funci¨®n del proyecto global de cooperaci¨®n. Despu¨¦s, lo m¨¢s f¨¢cil y r¨¢pido ser¨ªa crear un banco, que puede ser grande o peque?o.
P. ?En qu¨¦ plazo estar¨ªa terminada esa reflexi¨®n?
R. Seis meses ser¨ªa un plazo razonable.
P. ?Y entonces, ofrecer¨ªan a la Junta los servicios de este banco?
R. A la Junta, al Gobierno central, a grandes empresas...
P. Es usted el ¨²nico superviviente entre los presidentes de las cinco cajas que adaptaron sus estatutos y renovaron su direcci¨®n...
R. No hago ninguna valoraci¨®n de eso, ni positiva ni negativa.
P. ?Es partidario de la limitaci¨®n de mandatos?
R. No tiene mucho sentido que en el marco institucional de nuestra autonom¨ªa el ¨²nico puesto que tenga que ser sometido a la limitaci¨®n de mandatos sea el de miembro del ¨®rgano de gobierno de una caja. Hay una limitaci¨®n ya en la Ley, aceptable, que es volver a elegir a la gente cada cuatro a?os.
P. Usted ha insinuado que el calendario de nuevas fusiones de cajas se retrasar¨ªa hasta despu¨¦s de las municipales. ?Por qu¨¦?
R. No lo dije como algo deseable, sino como una explicaci¨®n de lo m¨¢s probable. Esto tiene el riesgo de que mientras estamos aqu¨ª sentados, igual se est¨¢ cerrando una operaci¨®n en otro sitio. Con las elecciones en ciernes y teniendo en cuenta de que las cajas son instituciones en las que los aspectos locales y localistas juegan un papel importante, no es el caldo de cultivo m¨¢s adecuado para generar proyectos de fusi¨®n adicionales.
P. ?No cree que el PP ver¨ªa con mejores ojos una fusi¨®n de Ja¨¦n y La General, antes que alguna otra combinaci¨®n, como Ja¨¦n y Unicaja o las tres a la vez?
R. No tengo ning¨²n dato que avale esa especulaci¨®n. No entiendo qu¨¦ ventajas para la econom¨ªa andaluza podr¨ªa tener esta hip¨®tesis de un reequilibrio con tres o cuatro cajas medianas. Sigo pensando es que Andaluc¨ªa lo que necesita es una caja con la mayor dimensi¨®n y fortaleza posible.
'La baja productividad agota el empleo'
Pregunta. ?Qu¨¦ perspectivas tiene la econom¨ªa andaluza para este a?o?
Respuesta. La econom¨ªa se est¨¢ desacelerando. En 2002 la previsi¨®n es un crecimiento de Espa?a del 2% y de Andaluc¨ªa del 2,5%. Hay que ver si la regi¨®n en una fase descendente del ciclo, repite lo que ha sucedido en ocasiones anteriores, en las que las crisis se viv¨ªan con mayor intensidad que en el conjunto nacional y europeo. En segundo lugar, se ha creado mucho empleo en los ¨²ltimos a?os, pero con un crecimiento de la productividad muy bajo. Incluso en algunos a?os la productividad aparente ha disminuido. Si eso sigue mucho tiempo as¨ª, se perder¨¢ competitividad. Las posibilidades de un aumento importante del empleo con una productividad baja se est¨¢n agotando.
P. El PIB ha sido objeto de discusi¨®n en los ¨²ltimos meses sobre si es un buen m¨¦todo de medir la convergencia con Europa. ?Usted qu¨¦ opina?
R. Los economistas siempre nos hemos guiado por el concepto de bienestar, que se puede medir por otras muchas cosas, adem¨¢s de la renta por habitante. El nivel de los servicios p¨²blicos, que s¨®lo muy limitadamente se recoge en las estad¨ªsticas del producto interior bruto, es evidente que en Andaluc¨ªa ha mejorado mucho en los ¨²ltimos 20 a?os. Lo mismo pasa con la Educaci¨®n. El ¨ªndice de cultura de la poblaci¨®n tambi¨¦n es otro dato dif¨ªcil de medir estad¨ªsticamente. Y para la convergencia quiz¨¢ fuera m¨¢s representativo el indicador del producto interior bruto por poblaci¨®n en edad de trabajar.
P. Un dato de poca solidez cultural es que Andaluc¨ªa tiene una difusi¨®n de 70 ejemplares de peri¨®dicos por cada 1.000 habitantes, tres veces menos que la media europea.
R. Hay muchos m¨¢s: La afluencia creciente a los espect¨¢culos culturales, el disfrute de la m¨²sica y la lectura y muchas otras cosas. Pero lo m¨¢s destacable es ver c¨®mo se ha evolucionado en los ¨²ltimos 10 a?os.
P. Otro dato nada optimista es la inversi¨®n en I+D; que no llega al 0,7% del PIB andaluz. La UE est¨¢ en el 2% y los n¨®rdicos se acercan al 4%.
R. Es cierto que hay un desequilibrio claro entre la inversi¨®n p¨²blica y la privada. Tenemos que concienciarnos de que hay que fomentar el mundo empresarial.
P. ?Qu¨¦ hay que hacer en el campo de la investigaci¨®n?
R. Hay que priorizar. En vez de concentrar esfuerzos en investigaci¨®n b¨¢sica, tenemos que aplicar en Andaluc¨ªa desarrollos cuya base ya haya sido experimentada en otros sitios. La investigaci¨®n aplicada debe ser el principal soporte tecnol¨®gico de nuestra econom¨ªa.
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