Los Enemigos se despiden con sus 'Obras escondidas' y una gira
Lo inconcebible ha ocurrido: imposible imaginar el rock espa?ol sin Los Enemigos, paradigma del grupo tozudo que desarrolla una obra personal y reconocible, siempre ajeno a los imperativos de la industria musical. Pero ya es oficial: entre el 1 de marzo y el 6 de abril, Los Enemigos se despiden con una gira por la Pen¨ªnsula y con el disco Obras escondidas (1985-2002).
Para Josele Santiago, cantante y guitarrista, 'la ¨²ltima noche, en La Riviera madrile?a, ser¨¢ de mucho llorar, yo ya me he preparado una ruta para escapar corriendo despu¨¦s del ¨²ltimo bis. Y que no se hable de final-de-una-¨¦poca, por favor'. El t¨ªtulo del disco final, Obras escondidas (1985-2002) -Al Kilo Discos-, revela que est¨¢ concebido como un complemento del anterior lanzamiento, el doble en directo Obras escocidas (1985-2000), con cuarenta canciones: 'Ahora se trata de recopilar nuestro repertorio m¨¢s agrio, m¨¢s desconocido, m¨¢s de fans. Originalmente, fuimos a un teatro de Salamanca a grabarlo en plan desenchufado, con la intenci¨®n de bautizarlo como Obras encogidas. Al final, despu¨¦s de las primeras seis canciones, nos pusimos burros y gan¨® la electricidad. Como siempre'.
Mientras se prepara an¨ªmicamente para los rituales del adi¨®s, Josele Santiago acumula canciones nuevas, aunque todav¨ªa no sabe c¨®mo presentarlas. 'No me imagino sacar un disco con el mismo nombre que usas para firmar el contrato del agua, parece como... imp¨²dico'; el bajista Fino Oyonarte seguir¨¢ ejerciendo de productor ('es de la vieja escuela, de los que se esfuerzan en que los m¨²sicos se sientan a gusto') y trabajando con su grupo familiar, Clovis; el bater¨ªa Chema Animal P¨¦rez anda 'muy enrollado con el teatro'; el guitarrista Manolo Ben¨ªtez trabaja en casa con el ordenador, 'dice que all¨ª tiene una orquesta sinf¨®nica a su disposici¨®n y que es una nueva manera de elaborar la m¨²sica'.
Ya es el momento de explicar la ruptura, Josele. 'Se nos ve¨ªa como un grupo eterno, colegas para toda la vida. Pero nunca consideramos Los Enemigos como un sacerdocio, quer¨ªamos que durara mientras hubiera entusiasmo por crear juntos. Y lleg¨® un momento en que hab¨ªamos hecho todo lo que nos apetec¨ªa, todo lo que ¨¦ramos capaces. Est¨¢bamos cerca de funcionar por inercia, compon¨ªas una canci¨®n y sab¨ªas exactamente c¨®mo iba a sonar. Yo conceb¨ª secretamente Obras escocidas como un resumen digno de nuestra carrera, pero dej¨¦ un margen por si cambiaba de opini¨®n. Despu¨¦s, se lo plante¨¦ a Fino y me confes¨® que tambi¨¦n estaba pens¨¢ndolo. Chema se sent¨ªa un poco harto, Manolo fue el ¨²nico que tuvo un sobresalto pero termin¨® asumi¨¦ndolo. Lo que no vamos a decir es que jam¨¢s volveremos a tocar juntos, ser¨ªa tan absurdo como firmar un contrato de por vida'.
Babelia
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