El Ej¨¦rcito ataca 85 posiciones de la guerrilla colombiana
Pastrana ordena atacar a las FARC en la que fue zona de distensi¨®n durante m¨¢s de tres a?os
Colombia se despert¨® ayer sin proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sin zona de distensi¨®n y con la certeza de que vendr¨¢n tiempos dif¨ªciles. El pa¨ªs vivi¨® en vela la noche del mi¨¦rcoles al jueves. El presidente Andr¨¦s Pastrana anunci¨® primero su decisi¨®n de poner fin al proceso de paz. Luego retir¨® el car¨¢cter pol¨ªtico a las FARC, la organizaci¨®n insurgente. Poco despu¨¦s, la Fuerza A¨¦rea comenz¨® la llamada Operaci¨®n T¨¢natos: el bombardeo de la antigua zona de despeje, situada en el sur del pa¨ªs, que prepara el avance de 13.000 soldados.
Los objetivos fueron claros: pistas, campamentos, talleres mec¨¢nicos y dep¨®sitos de productos para el procesamiento de coca. Seg¨²n el primer parte oficial de guerra, difundido ayer, las 85 posiciones estrat¨¦gicas atacadas fueron destruidas en sucesivas oledas de bombardeos, con unas 200 salidas. Se trata de elementos construidos por la guerrilla en los 42.000 kil¨®metros cuadrados que sirvieron de escenario al intento de reconciliaci¨®n, que dur¨® tres a?os, cuatro meses y seis d¨ªas.
'Manuel Marulanda, yo le di mi palabra y la cumpl¨ª. Usted asalt¨® mi buena fe y la de todo el pueblo colombiano', dijo en un discurso de 25 minutos un presidente cansado, abatido, al notificar por radio y televisi¨®n su decisi¨®n de poner fin a la que ha sido la bandera de su Administraci¨®n, que termina el pr¨®ximo 7 de agosto.
La determinaci¨®n fue adoptada tras una larga reuni¨®n con los comandantes de las Fuerzas Armadas tras la ¨²ltima acci¨®n de las FARC contra el proceso de paz: el secuestro de un avi¨®n comercial y la captura de uno de sus pasajeros, el senador Jorge Eduardo Gechen Turbay, el mi¨¦rcoles en la ma?ana. 'Hoy se rebos¨® la copa de la indignaci¨®n', dijo Pastrana. Desde un comienzo, el Gobierno calific¨® el acto de 'terrorista' y de 'muy grave'.
La noticia, aunque era previsible por la fragilidad del proceso, caus¨® sorpresa. 'La ruptura fue sorpresiva', dijo el analista Alfredo Rangel, 'pero el Gobierno no ten¨ªa mayor margen de maniobra'. 'Tenemos que prepararnos para recibir golpes', agreg¨® Rangel. Es el mismo temor que comparte el pa¨ªs entero, incluido el primer mandatario: 'Vienen tiempos dif¨ªciles, en los que se requerir¨¢ la uni¨®n de todo el pa¨ªs en torno a sus instituciones'.
De inmediato recibi¨® el apoyo de candidatos presidenciales, partidos y organizaciones econ¨®micas. 'S¨®lo unidos venceremos', dijo el liberal Horacio Serpa, y el tambi¨¦n liberal, aunque disidente, ?lvaro Uribe, quien, con sus anuncios de 'mano dura', se ha ganado el favor de los electores al plantear un plan de emergencia contra el terrorismo que incluye ayuda internacional, el estado de excepci¨®n y el llamamiento a los reservistas del Ej¨¦rcito. Por su lado, el candidato conservador, Juan Camilo Restrepo, dijo que 'la decisi¨®n del presidente Pastrana es la acertada y no hab¨ªa otra alternativa'.
'No hab¨ªa manera de salvarlo', opin¨® desde EE UU Jos¨¦ Manuel Vivanco, de Human Right Watch, al hablar de un proceso que se 'sosten¨ªa en la ilusi¨®n de la gente'.
Los guerrilleros no lo ven as¨ª: en un comunicado divulgado en su p¨¢gina en Internet insisten en su discurso gastado: acusan a la oligarqu¨ªa y al Gobierno de romper 'de manera ol¨ªmpica' el proceso de paz.
La angustia mayor la viven hoy los habitantes de los municipios de la zona de distensi¨®n. Aunque el primer mandatario les garantiz¨® su seguridad, saben que la amenaza paramilitar pesa sobre ellos. En San Vicente del Cagu¨¢n, epicentro del ¨¢rea de despeje, circula una lista de 30 personas se?aladas por 'colaborar' con las FARC.
La suerte de los secuestrados por las FARC tambi¨¦n preocupa: la ONU exigi¨® su inmediata liberaci¨®n. Al cierre de esta edici¨®n continuaban los bombardeos y se manten¨ªa la prohibici¨®n a la prensa de entrar en la zona.
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