Admiraci¨®n
NO ESTOY seguro de qui¨¦n fue en verdad su autor, pero la sentencia de que 's¨®lo admiran los admirables' me ha acompa?ado durante una buena parte de mi vida, no s¨®lo como eficaz ant¨ªdoto contra la propia mezquindad, sino, habi¨¦ndome dedicado al estudio del arte, como la ¨²nica forma que, al cabo del tiempo, considero adecuada para gozar de los beneficios de aqu¨¦l. Quiz¨¢ por eso, me ha chocado que apelara a la admiraci¨®n Peter Sloterdijk al final de su demoledor ensayo El desprecio de las masas. Ensayo sobre las luchas culturales de la sociedad moderna (Pre-Textos), donde plantea las dificultades de la moderna sociedad democr¨¢tica para el reconocimiento del valor de lo singular sin traicionar por ello su fundamental ideal igualitario. Tratando de mantenerse equidistante de las posiciones m¨¢s caracter¨ªsticas adoptadas al respecto, las que en su momento defini¨® con agudeza Umberto Eco en el t¨ªtulo de un c¨¦lebre ensayo, Apocal¨ªpticos e integrados en la cultura de masas, Sloterdijk repasa algunas de las posiciones mantenidas por unos y por otros en el pensamiento de nuestra ¨¦poca, las de quienes defienden alternativamente lo elitista y lo popular, la 'alta' y la 'baja' cultura, la intensidad y la extensi¨®n, etc¨¦tera, encontrando entre ellas, sin embargo, una ¨ªntima interdependencia, basada en un mismo resorte de mutuo desprecio, que naturalmente cada cual luego administra en beneficio de su propia posici¨®n.
Hay muchas observaciones y sugerencias apasionantes en el libro de Sloterdijk sobre este debate crucial de nuestra sociedad, pero, como apunt¨¦ al principio, he retenido lo que m¨¢s me afecta; a saber: por un lado, la creciente usurpaci¨®n de los papeles de privilegio por parte de los que gestionan la mediaci¨®n p¨²blica de los valores culturales en la actualidad, que, en arte, son los funcionarios, los mercaderes y los eventuales l¨ªderes de opini¨®n, y, por otro, la parad¨®jica situaci¨®n de una sociedad igualitaria para establecer diferencias -'m¨¦ritos'- en medio de la indiferencia -indiscriminaci¨®n- general.
Es entonces cuando Peter Sloterdijk cita el libro de Cioran titulado Ejercicios de admiraci¨®n, donde el pensador rumano analiza la obra de autores antiguos y contempor¨¢neos a su juicio memorables, porque, seg¨²n aqu¨¦l, 'es esta admiraci¨®n la que nos abre al resplandor de la gran diferencia ineluctable'. Admirar, en suma, nos ense?a a apreciar mejor -a fijarnos m¨¢s en y ser m¨¢s part¨ªcipes de- lo que vale, y, sobre todo, por ello, a ser mejores, aunque luego no se nos conceda ni un solo minuto de triunfo en televisi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.